La famosa calle empinada Park Street de Bristol se transformó en un gigantesco tobogán de agua construido sobre monticulos de heno y lona. Las autoridades autorizaron el corte del tráfico y el sector se convirtió en una senda peatonal en el marco de un proyecto de arte interactivo.
Los residentes pudieron precipitarse por el camino histórico en colchonetas inflables lubricadas con agua jabonosa. Mira el increible video del evento.