Un niño de 13 años revoluciona la tecnología de la energía solar

Un joven estudiante de séptimo curso de Long Island (EEUU) llamado Aidan Dwyer, de tan sólo 13 años, ha diseñado un nuevo prototipo de paneles solares que obtienen un rendimiento 50% superior al de los paneles actuales. Gracias a su revolucionaria idea Aidan ganó el concurso de jóvenes talentos del Museo Americano de Historia Natural y una patente a la que le pueda generar una suculenta explotación.

Todo empezó hace dos años en una caminata por las Montañas Catskill, en el estado de Nueva York. En el viaje, Aidan, entonces de 11 años, se interesó mucho por la estructura de las ramas de los árboles, y las comenzó a investigar: “Estaba en las montañas de Catskill cuando tuve un flash. De pronto me di cuenta de que la colocación de esas ramas respondía a un patrón seguido por el diseño de la naturaleza. No era una distribución casual”, relata Dwyer.

En su casa en Long Island, sus padres deseaban instalar paneles solares, pero su patio era demasiado pequeño y su techo no era adecuado. Sin embargo, había espacio suficiente para un árbol. Los árboles organizaban sus ramas de cierta forma para maximizar la captación de luz solar. Si imitaba el diseño de las ramas de los árboles, que siguen un concepto matemático conocido como la sucesión de Fibonacci, reemplazando las hojas con paneles solares, la estructura podría caber en el limitado espacio y abastecer la casa.

Al hacer el experimento con dos modelos un panel solar tradicional y otro receptor solar en forma de árbol descubrió que los números procedentes del emulador de árbol eran mayores.

Científicos logran hacer invisible un objeto de tres dimensiones

Investigadores de la Universidad de Texas logran, por primera vez en la historia científica, volver invisible un objeto tridimensional: se trata de un tubo e 18 centímetros de largo.

Un equipo de científicos estadounidenses logró crear la llamada «capa de invisibilidad» al estilo de la saga cinematográfica de Harry Potter, haciendo invisible un objeto tridimensional por primera vez en la historia.



Los expertos de la Universidad de Texas en Austin explicaron, sin embargo, que la demostración sólo funciona por el momento en ondas de la región de microondas del espectro electromagnético. Es decir, a los ojos humanos el objeto continúa siendo visible.

Sin embargo, estas técnicas de manipulación de la luz utilizando nuevos materiales interesan especialmente a los militares, a quienes les gustaría hacer invisibles los aviones de combate a las microondas de los radares.

El experimento utilizó una capa de los llamados materiales plasmones, que logran crear una «foto en negativo» del objeto cubierto, y de esa forma cancelarlo.

El hallazgo, dado a conocer a través de una publicación en la revista británica especializada New Journal of Physics, podría ser aplicado ahora en microscopios de alta resolución.

La mayoría de los esfuerzos científicos en la llamada «capa de la invisibilidad» se habían enfocado en la ingeniería de los «meta-materiales», modificando materiales para que produzcan propiedades no halladas en la naturaleza.

Las modificaciones permiten que los «meta-materiales» guíen y canalicen la luz de tal manera que funcionen como si los rayos de luz no pasaran a través de ellos o sean reflejados a partir de un objeto cubierto.

Los esfuerzos previos para hacer desaparecer objetos tridimensionales utilizaron la idea de la «capa alfombra», en el que un objeto es cubierto con una «alfombra» de meta-material que logra desviar la luz para concretar la invisibilidad.

Pero ahora, Andrea Alu y sus colegas en la Universidad de Texas presentaron la noción del «espacio libre», al hacer invisible un cilindro de 18 centímetros a través de luz de microondas, indicaron desde ANSA. Continuar leyendo «Científicos logran hacer invisible un objeto de tres dimensiones»

Invisibilidad : Un agujero en el espacio-tiempo

Científicos de las universidades de Cornell y Rochester en Nueva York han logrado crear una capa de invisibilidad tan sofisticada que no solo es capaz de esconder a la vista un objeto material – por si esto no fuera de por sí suficientemente alucinante -, sino que también hace desaparecer una escena completa que ocurre en el espacio y el tiempo. Lo que sucede es indetectable durante unos 40 picosegundos (la billonésima parte de un segundo).

La investigación supone un primer paso hacia la creación de un «agujero» donde, simplemente, las cosas que ocurren desaparecen.

En la siguiente ilustración de 2011, proporcionada por la Universidad de Cornell, un ladrón de arte puede entrar a un museo y robar una pintura sin saltar alarmas de rayo láser o incluso a aparecer en las cámaras de vigilancia – no sólo el ladrón es invisible – el evento entero lo sera. Piense en ello como un agujero en el tejido del tiempo.

Varios equipos han presentado con anterioridad sus avances en las capas de invisibilidad -incluso existe una tridimensional y otra para grandes objetos- utilizando una óptica de transformación que manipula las ondas electromagnéticas y desvía la luz, y metamateriales, materiales que no existen en la naturaleza y que son fruto del desarrollo de la nanotecnología. Cuando la capa rodea el objeto, éste se volatiliza como si nunca hubiera estado ahí.

Estos dispositivos que recuerdan a la capa de Harry Potter tienen en la actualidad una funcionalidad limitada, pero los científicos han demostrado que se puede lograr la invisibilidad temporal creando un agujero en el tiempo de 40 picosegundos. No solo desaparece un objeto, sino una escena completa.

El sistema a base de fibra dirige la luz, acelerando y frenando sus diferentes partes, alrededor de un suceso de tal forma de que no existen evidencias del mismo. Ese efecto se consigue utilizando una lente que descompone la luz en sus componentes más rápidos (azul) y lentos (rojo), creando así una pequeña brecha temporal.

Los investigadores creen que este dispositivo puede ser útil en algunas aplicaciones, como la mejora de la seguridad de las comunicaciones en sistemas de fibra óptica. Además, en un futuro, esperan poder aumentar el tiempo de invisibilidad en el orden de microsegundos a milisegundos.