Con casi un kilómetro de largo y 32 metros de ancho, el Puente de Magdeburg, en Alemania, es uno de esos lugares que uno tiene que mirar dos veces para convencerse de que existe de verdad.
Es un puente de agua que cruza el río Elba y que permite el tráfico de barcos entre dos de los mayores canales del país. Más de 500 millones de euros y seis años de trabajo han permitido esta imagen irreal.
Es el más grande de toda Europa en lo que a este tipo de construcciones se refiere. Mide 918 m de longitud y une dos grandes canales alemanes como son el Mittellandkanal y el Elba-Havel. La función principal del canal es facilitar el comercio marítimo y su construcción ha ahorrado a las embarcaciones un tramo de unos 12 kilómetros. Se comenzó a construir en 1997 y fue completado en octubre de 2003, con un costo de aproximadamente 500 millones de euros.