Las Manchas de Rorschach

La filosofía que gira en torno a la enciclopedia libre Wikipedia permite que cualquier usuario de Internet pueda realizar artículos, junto a otros interesados, sobre los más variados temas, desde libros y autores hasta reseñas de bandas de rock. Sin embargo, esta libertad suele provocar algunos conflictos con determinados contenidos.

James Heilman, un médico de una sala de emergencias de Moose Jaw, Canadá, incorporó a un artículo las diez placas del test de Rorschach , una técnica que se utiliza en el ámbito de la psicología para la selección de personal, junto a las respuestas más comunes. Esta publicación provocó un debate en parte de la comunidad de psicólogos en Estados Unidos.

De esta forma, los psicólogos se registraron en Wikipedia para participar en el artículo y argumentar que este tipo de publicaciones ponen en peligro uno de los métodos más utilizados para realizar evaluaciones psicológicas.

Consideran que develar los datos normativos de dichas placas afectaría los resultados. A su vez, objetan que estos diagnósticos queden bajo el criterio de aficionados que no se encuentran capacitados para interpretar las respuestas.

No todos los profesionales del ámbito de la psicología creen esto. Alvin G. Burstein, profesor emérito de psicología en la Universidad de Tennessee, le dijo al diario The New York Times que, si bien prefiere que se retiren dichas imágenes, cree que lo sucedido no fue perjudicial para el proceso del test psicológico.

«El test de Rorschach tiene sentido de uso si se aplica el sentido de la ambigüedad en el contexto de una persona que realmente se encuentre interesada en el proceso», dijo Burstein.

Heilman, por su parte, dijo que este debate no tiene sentido y que no le intimidan las opiniones de los expertos sobre el posible daño al secreto del test. Como contrapartida, argumenta que alguien que debe renovar su licencia para conducir podría «memorizar el test de Snellen , que sirve para medir la agudeza visual, disponible en Wikipedia», y argumentar que se debe dar de baja dicho artículo.

Extraída de Yahoo Noticias

El hombre que giraba la cabeza 180 grados

Martin Laurello tenía la asombrosa capacidad de girar su cabeza 180 grados, hasta apoyar el mentón de la barbilla en su espalda. Era capaz de andar hacia delante mientras miraba hacia atrás; también podía girar su cintura y el pie derecho 180 grados.

Su nombre verdadero era Martin Emmerling y había nacido en Nuremberg (Alemania) en 1885.

Comenzó a demostrar su extraña habilidad en Europa y en 1921 llegó a EEUU donde actuó en las atracciones de Coney Island. De allí pasó a los circos Ringling Bros. y Barnum & Bailey´s, y trabajó en los mejores espectáculos de América.

Saber cómo era físicamente posible para Martin realizar aquellos virajes de cabeza sigue siendo un misterio para la comunidad científica.

Fotos de Martin Laurello

Visto en La Aldea Irreductible

Las atrocidades de la ciencia

Al comenzar a escribir éste artículo, mi memoria recordó la célebre frase de Maquiavelo: «El fin justifica los medios». Lejos de intentar poner en tela de juicio dicha afirmación, se me ocurrió realizar un recorrido por alguno de los casos históricos de experimentos científicos realizados por el hombre.

Hombres de ciencia, sin duda alguna, que en su eterno afán de parecerce a Dios, parecen haber cruzado la delgada línea que separa el método científico y la razón, de la maravillosa y tan necesaria sensibilidad humana.

El deseo innato del ser humano por satisfacer su ansiedad de conocimiento y de intentar dominar las distintas dificultades que se le presentan en la vida, ha dado lugar a una inminente necesidad de experimentar, no sin que ésto represene un gran sacrificio y una gran dedicación, con el único objetivo de avanzar hacia la resolución de los grandes problemas de la humanidad.

En éste lugar, debemos comprender que el experimentar es el principal enunciado del método científico, sin el cual éste no tendría lugar y consiste en confirmar las hipótesis que el investigador ha postulado, en ideas abstractas, sobre un determinado suceso o fenómeno.

Pero cuando de la mente humana se trata, es improbable conocer cual es el alcance de abstracción de las ideas que el ser humano pudiera engendrar, considerando que el rango de la mismas se halla acotado entre dos extremos buien definidos: La ingenuidad más trivial y la Atrocidad comparable a los cuentos más aterradores de ciencia ficción.

A continuación se presentará un extracto de dos casos históricos que conmocionaron a la comunidad científica y que se recordarán por siempre dada la magnitud de su trascendencia.

El doctor Vladimir Demikhov

El doctor Vladimir Demikhov, (1915 – 1998), fue uno de los pioneros soviéticos de la cirugía moderna. Comenzó a experimentar con animales en década de 1940, (en 1946 Demikhov reemplazo los aparatos circulatorio y respiratorio de un perro sin usar máquina alguna como soporte vital), llegando a su clímax en 1952, al lograr exitosamente transplantarle un corazón a un perro, adelantándose varios años al transplante del doctor Barnard. Con este hecho, se confirmó que dicha operación fue el mayor éxito médico soviético de todos los tiempos y el hecho histórico que de alguna manera facilitó el camino hacia los transplantes cardíacos humanos actuales.

Sin embargo, y pese a su reconocido logro en éste caso, Demikhov se destacó por otro experimento realizado al año siguiente. El transplante de la cabeza, los hombros y patas delantesras de un perro cachorro sobre el cuerpo de un mastín adulto. Después de la operación, los médicos observaron como el perro anfitrión sufría incluso un rejuvenecimiento. También se llegó a observar que ambos perros salivaban y tenían sed al mismo tiempo, pero finalmente éste engendro murió varios días después del transplante. En el siguiente sitio se puede observar un extracto del video de la operación quirúrgica, y el perro con dos cabezas, bebiendo agua por ambas de ellas y paseando. Sinceramente no me daba el entusiasmo para dejarlo puesto aquí, ni siquiera las fotos. [Visitar el video del doctor Vladimir Demikhov]

Durante los siguientes 15 años, Demikhov realizó otras 24 intervenciones similares, creando todo un ejército de perros bicéfalos, pero ninguno de ellos vivió más de un mes. Todos murieron por problemas de rechazo de tejidos.

Sergei S. Bryukhonenko

Sergei S. Bryukhonenko (1890–1960) , fué un científico ruso que consiguió mantener la cabeza de un perro viva, sin estar conectada a un cuerpo. El experimento suena de por sí realmente aterrador. Ejerció su profeción durante la dictadura de Stalin y su labor y estudios fueron vitales para el desarrollo de las operaciones a corazón abierto en Rusia. Además fue uno de los líderes en el Instituto de Cirugía Experimental donde se realizó por primera vez una operación a corazón abierto en personas en 1957.

Sin embargo Bryukhonenko será siempre recordado por su «autoejector»; Una primitiva máquina que realizaba la función del corazón y pulmones, la cual fue utilizada en una serie de experimentos con perros a finales de los años 30 pudiéndose ver en este video como con dicho «aparato» se mantenía palpitando un corazón fuera del cuerpo y los pulmones bombeando.

Mantuvo con vida la cabeza de un perro.

Cual si se tratara de un capítulo de Futurama o de la última película de los expedientes X, Un perro es decapitado con la intención de mantener con vida su cabeza aisladamente y sin mediar su cuerpo, el animal parece estar despierto y reaccionar ante los estímulos sonoros, visuales y táctiles. Sin embargo el animal muere posteriormente. En la parte final del video puede observarse como un can tras morir y tener todas sus constantes vítales detenidas es devuelto a la vida por el equipo de Bryukhonenko quien fue condecorado por el Premio Lenin a título postumo.