Los científicos japoneses crean un androide de un realismo estremecedor.
Cuenta la leyenda que cuando el genial Miguel Ángel concluyó, en torno a 1515, una de sus obras maestras de la escultura, el Moisés, el artista consideró a la estatua tan realista que golpeó al coloso de marmol y le ordenó: «¡Habla!»
Los ingenieros de robótica japoneses no necesitarían decirle nada semejante a su última creación para demostrar su gran parecido a un ser humano real, porque ésta, de hecho, ya tiene esa capacidad. Los científicos nipones diseñaron y crearon un robot antropomorfo, cumpliendo así uno de los sueños más repetidos por los escritores y directores de cine de ciencia ficción.
La ‘mujer perfecta’ sorprende no solo por su aspecto físico, que parece absolutamente real, sino también por su capacidad de mostrar varias expresiones faciales e incluso de hablar. A simple vista la androide, que pestañea y articula de una manera muy natural, apenas se diferencia de una joven humana.
Es posible que con el perfeccionamiento de esta nueva innovación japonesa se acabe la soledad para muchos seres humanos de todo el mundo (especialmente para aquellos que puedan permitirse adquirir semejante tecnología). Sin embargo, las supuestas consecuencias que pueden traer tales avances para el futuro de la humanidad siguen siendo un tema por discutir.
¿Solo le falta hablar? No, también lo hace