La recóndita y tranquila tribu indígena Yanomami localizada en la inmensa selva amazónica del sur de Venezuela, recibió la inesperadavisita de un grupo de periodistas invitados por el gobierno para demostrar que no hay pruebas de la presunta masacre denunciada a fines de agosto. Usualmente casi desnudos, en esta ocasión los Irotatheri reciben la visita ataviados con una tela roja: unos cubren sus genitales, otros adornan sus cabezas o las mujeres la usan para cargar a sus bebés. El ‘nuevo atuendo’ es un regalo de la ministra para los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado, que llegó días antes a la zona para investigar la denuncia.
Durante una expedición por una Fundación, el 7 de junio de 1971 se descubrió en una región montañosa de la isla de Mindanao, en Filipinas, un pueblo que vivía literalmente, en la Edad de Piedra. Los Tasaday, aislados del mundo desde hacía 2,000 años, eran cazadores y recolectores que hablaban un dialecto desconocido y vivían en cuevas.
La Tribu Tasaday
Su poco contacto con el mundo les había impedido conocer productos como el tabaco, hecho que los antropólogos era una prueba de su incomunicación, pues esta planta se comenzó a introducir por todos los rincones del planeta desde el siglo XV, cuando los primeros viajeros se lanzaron a explorar el mundo.
Tan popular se hizo la ‘tribu’ que la revista National Geographic le dedicó una portada y un documental de una hora, realizado bajo la vigilancia de funcionarios del gobierno del entonces presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos.
Sin embargo tras la caída del dictador en 1986 se hizo una investigación más completa sobre este pueblo. En abril de ese año el antropólogo Oswald Iten, junto con el periodista filipino Joey Lozano, entraron en las famosas cuevas y las encontraron completamente vacías.
Los tasaday existían, actualmente con unos 150 miembros, pero no había nada sorprendentes en ellos, era similares a otras tribus del sudeste asiático: usaban herramientas de hierro, vestían ropas de algodón y solo dormían en cuevas cuando iban de cacería.
Estas nuevas evidencias permitieron descubrir al autor del mayor fraude antropológico de la historia: el director de la fundación Panamin, dedicada a salvaguardar los intereses de las minorías, Manuel Elizalde, quien se ‘sacó de la manga’ a una tribu entera usando a los aborígenes del lugar con el fin de obtener recursos económicos, varios millones de dólares, destinados a proteger el estilo de vida de los Tasaday. Así llegó a su fin una tribu que nunca existió.
La arqueóloga Ángela Micol, cree que puede haber tropezado con dos estructuras piramidales no identificadas previamente mediante el uso de Google Earth. Situados en Egipto, los sitios contienen distintas características y orientaciones que sin duda sugieren la posible presencia de las pirámides – una perspectiva que tiene los arqueólogos locales deseosos de echar un vistazo.
Uno de los sitios contiene una especie de caja de cuatro caras, truncada, con forma piramidal de aproximadamente 140 metros de ancho. Este sitio contiene tres montículos más pequeños en una formación muy clara, similar a la alineación diagonal de las pirámides de la meseta de Giza.
El segundo sitio contiene cuatro montículos en una meseta de forma triangular. Los dos montículos más grandes en este sitio son de aproximadamente 250 pies de ancho, con dos pequeños montículos de aproximadamente 100 pies de ancho.
Según egiptólogo y experto en pirámides, Nabil Selim, estas estructuras no han sido identificadas – y señala que uno de los sitios propuestos es similar en tamaño a la dinastía 13 pirámides de Egipto. Se anticipa que los arqueólogos estarian visitando el lugar para llevar a cabo lo que se llama «verificación sobre el terreno.»
Micol, que se encuentra en Maiden, Carolina del Norte, ha estado llevando a cabo la investigación arqueológica mediante satelites por más de una década – y que ha hecho de Google Earth su herramienta principal. El programa ha aportadop a su investigacion una serie de posibles sitios arqueológicos, incluyendo una posible ciudad bajo el agua fuera de la Península de Yucatán.