Exploradores británicos dicen haber visto y seguido durante dos semanas el rastro de un hombre mono legendario que vive en una densa región selvática de la Isla de Sumatra, Indonesia.
Un equipo de cuatro exploradores y su guía, persiguieron durante varios días el resto de un Orang Pendek, una supuesta criatura mitad hombre y mitad simio, de baja estatura y pelaje negro oscuro que se presume, viviría en las áreas salvajes de Sumatra.
Como única prueba obtenida de ésta expedición, consiguieron traer de la isla una muestra de cabello y un trozo de madera mordido de palma rattán, que serán sometidas a rigurosos análisis de ADN para descifrar si realmente pertenecen a éste desconocido ejemplar. También descubrieron una extraña huella que aparentemente pertenece a la criatura.
En la isla, existen relatos y testimonios de avistamientos de un extraño ser recubierto de pelos, de un metro y medio de estatura y de apariencia humana desde la época colonial, y existe la creencia popular de que el legendario Orang Pendek posee una fuerza extraordinaria.
El escurridizo orang Pendek comparte su hábitat con el tigre de Sumatra, pitones y cocodrilos de agua salada.
Richard Freeman, el zoólogo de la expedición y director de zoológicos en el Centro de Zoología Fortean, dijo que cree que la criatura es una especie de simio no identificada por la ciencia: «No estamos hablando de un unicornio o un grifo, estamos hablando de un mono que es desconocido para la ciencia», dijo. Por lo pronto se esperan los resultados del ADN.
La agencia EFE informó que La NASA estadounidense ha propuesto a su homónima rusa, Roscosmos, emprender una expedición tripulada conjunta a Marte aprovechando la experiencia acumulada en la Estación Espacial Internacional (EEI).
El vuelo a Marte debe estar a cargo de una tripulación internacional, con empleo de los logros científicos alcanzados en el marco del proyecto de la EEI», declaró el representante de la NASA en Rusia, Mark Bowman, citado por la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Bowman indicó que tal expedición conjunta estaría dirigida por la NASA y Roscosmos, pero contaría además con una más activa participación de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de otros países que colaboran en el proyecto multilateral de la EEI.
«Estoy convencido de que la tripulación debe estar integrada por representantes de muchos países», dijo Bowman, quien insistió en que un viaje a Marte, que la NASA cree imposible antes de 2035, requiere unir los esfuerzos de numerosos estados para coronarse con éxito. Al tiempo, el representante de la NASA subrayó que, antes de emprender un periplo al Planeta Rojo, es preciso completar el proyecto de la EEI y efectuar nuevos vuelos tripulados a la Luna, para acumular más experiencia y material científico y técnico.
Hasta ahora, Rusia planeaba efectuar por su cuenta vuelos a Marte, con el objetivo de enviar naves automáticas en 2015 y tripuladas varios años más tarde, aunque la crisis mundial parece aplazar estos proyectos. Sin embargo, directivos de Roscosmos admiten últimamente que un país no puede afrontar a solas el ambicioso proyecto de un vuelo interplanetario, que requiere aunar experiencia, tecnologías y finanzas de muchos estados.
Rusia, que posee la mejor experiencia de vuelos tripulados de larga duración, ya realiza junto con la ESA simulacros de viajes a Marte para poner a prueba la compatibilidad psicológica y tolerancia de los expedicionarios en condiciones de tan largo aislamiento.
Hace una semana, Roscosmos y la ESA firmaron un acuerdo para emplear los centros europeos de seguimiento para dirigir la nave automática «Fobos-Grunt», que Rusia lanzará hacia Marte en octubre para instalar una estación automática en su satélite Fobos y traer a la Tierra pruebas de su terreno.
Por su parte, Bowman recordó que la NASA ha aprobado su programa «Exploration», que prevé completar para 2015 los vuelos de sus transbordadores hacia la EEI, lanzar ese mismo año una nueva nave tripulada Orion y efectuar en 2020 otro periplo a la Luna, con participación de otros países y organismos en esos proyectos.
En otra prueba de su disposición de juntar esfuerzos en la conquista del cosmos, dirigentes de la NASA declararon hace poco que recibirían de buena gana y estudiarían con toda seriedad una eventual propuesta rusa de emprender juntos un desembarco de astronautas en la Luna. EFE
En 1976, la misión Viking 1 de la NASA tenía la tarea de captar fotografías de la superficie de Marte para determinar cuál era el sitio idóneo para el aterrizaje de su nave hermana, la Viking 2. Sin embargo, al llegar a la región conocida como Cydonia, poblada por abundantes mesetas, captó una extraña forma que se elevaba sobre la superficie, y que llamó poderosamente la atención del científico Tobias Owen. Éste señaló que el efecto de luces y sombras se asemejaba a una “cara” esculpida sobre la superficie marciana.
Los científicos enviaron a los medios de comunicación una nota de prensa comentando las fotografías y señalando la curiosa instantánea. El comunicado rezaba: “[…] la foto muestra accidentes geológicos en forma de mesetas, algo erosionados. La descomunal saliente de roca del centro, que parece un rostro humano, está formada de sombras que dan la impresión de ojos, nariz y boca. Esta formación tiene 1.5 kilómetros de ancho y los rayos del sol inciden con un ángulo de 20 grados, aproximadamente…[…]”.
Dichas palabras suscitaron un desmedido interés en la prensa que deformó la información para adecuarla a sus intereses. La sociedad creería, durante un tiempo, que se trataba de restos de una antigua civilización marciana…
Caras de Marte: ¿Conspiración?
Lo que para los expertos era una simple coincidencia de luces y sombras, para otros se asemejaba a una esfinge egipcia. Si los trabajadores de la NASA quería llamar la atención sobre el planeta rojo, sin duda, lo consiguieron. Pronto se sucedieron los grupos de estudios de sucesos paranormales que afirmaron que la agencia quería ocultar las verdaderas evidencias de la existencia de una posible civilización en Marte. Lo que sí es cierto, es que cualquier científico desearía que esta “cara” hubiera sido real, independientemente, de las supuestas conspiraciones que muchos inventaron.
Nuevas expediciones a Marte.
Varias han sido las siguientes expediciones que han recorrido el planeta rojo en busca de nuevas pistas sobre la “cara”. Todas las imágenes captadas demuestran que dicho rostro es fruto de la imaginación humana. Pero para demostrar que lo importante en el conocimiento científico son los datos empíricos, fue enviado el Observador Global de Marte, -Mars Global Surveyor (MGS)-, en septiembre de 1997, a Cydonia para tomar nuevas fotografías. No obstante, es una región bastante complicada debido a las condiciones atmosféricas y se procuró buscar el momento más propicio para despejar toda duda.
Se consiguió una instantánea diez veces más clara que las tomadas por Vikingo. Por supuesto, no había ninguna explicación extraterrestre, era una formación geológica de origen natural. Aunque para los responsables del proyecto sí dejó una cosa clara: la geografía de Marte es muy similar a la terrestre, con unos paisajes realmente espectaculares, de los que difícilmente se olvidan.
Es evidente que hay que retirar “la cara de Marte” del catálogo de misterios de la ciencia.