Leshii, el demonio del bosque

Los bosques del este de Europa constituyen el dominio del leshii, poderoso ente sobrenatural al que corresponde cuidar de los animales y las plantas que habitan en ellos. Con semejante función, no es de extrañar que trate a los humanos de forma extremadamente maliciosa y hostil.

El leshii posee la capacidad de cambiar de aspecto a voluntad. Su tamaño varía entre el de una hierba y el de un árbol. Puede adoptar la apariencia de cualquier animal, y también la de un ser humano, incluso la de uno conocido por la persona a quien se aparece, aunque en estos casos siempre hay algún detalle que lo delata, como, por ejemplo, llevar el abrigo abotonado al revés, tener los ojos blancos o carecer de cejas.

Pero el leshii puede presentarse también bajo su propia forma. A este respecto, existen dos descripciones típicas. Una lo presenta con aspecto de fauno o demonio, es decir: patas de macho cabrío, dos cuernos brotando de su frente, pelo cubriéndole casi todo el cuerpo… La otra lo retrata con una apariencia más vegetal, con la piel rugosa como la corteza de un árbol y el pelo (al igual que el de las rusalkas) verde como la hierba.

De todas maneras, lo más habitual es que les juegue malas pasadas a sus víctimas sin dejarse ver. Todo el que se adentra en el bosque debe permanecer alerta, ya que el leshii probablemente intentará conducirlo hacia un precipicio o un pantano, borrando caminos, cambiando señales de su sitio, haciéndose pasar un amable lugareño o imitando todo tipo de sonidos, incluidos el llanto de un bebé o los lamentos de un agonizante. Puede lanzar asimismo terroríficas carcajadas. Todo sirve con tal de llevar al viajero hacia su perdición.

Cuando alguien se siente bajo el influjo del leshii, lo mejor que puede hacer consiste en caminar de espaldas o ponerse la ropa al revés. Solo así logrará regresar al camino.

A veces el leshii se limita a gastar bromas pesadas, como, por ejemplo, soplar polvo sobre los ojos del viandante, o quitarle el sombrero mediante el mismo método. Y es que el leshii está muy asociado al viento. Sus apariciones son frecuentemente precedidas por una fuerte ráfaga de aire, y se dice que danza en los torbellinos junto a su mujer. Continuar leyendo «Leshii, el demonio del bosque»

Hayabusa o «El Halcón Peregrino»…

Una muy complicada misión japonesa-norteamericana para traer a la Tierra, muestras de polvo tomadas directamente del asteroide llamado Itokawa, de 0,5 Km . x 0,7 Km.

Se desea saber su composición, ya que posee los elementos poco modificados, que dieron nacimiento a los cuerpos del sistema, entre ellos a la Tierra. Esta información, luego de ser analizada podría ser sumamente interesante.

Esta nave robot tiene la forma de un cubo, de unos1,5 mts. de lado, con un pequeño motor iónico, unos paneles solares, baterías, dos radios, una de 20 watts., dos antenas, de alta y baja ganancia lentes y cámara, y un conjunto de implementos para cartografiar, medir y establecer la densidad.

Cuenta además con una pequeña nave auxiliar, de menos de un kilo, que saltará por sobre la superficie del asteroide.

La misión aero-espacial de Hayabusa

Partió a mediados del 2003, logrando acercarse a pocos kilómetros del destino en el 2005, con algunos meses de retraso debido a la avería de uno de los paneles fotovoltáicos por una gran tormenta solar, lo que disminuyó la eficiencia del motor. La nave auxiliar, calcula mal el descenso y se pierde en el espacio.

Debido al retraso, la nave hace solo dos aterrizajes y recolecta polvo de dos lugares. Posee un arma que dispara proyectiles, que al hacer un diminuto cráter levanta polvo, que un embudo absorbe y coloca en lugares duplicados. 1 gramo de muestra por compartimento, que se sellan. Cartografía al asteroide.

El motor iónico y los giróscopos, pese a que fallan la pone en viaje a la Tierra de regreso. Ingresa a la atmósfera terrestre en junio del 2010, desprendiendo los depósitos encapsulados en paracaídas y el resto se consume con el roce.

Rescatan el valioso polvo y su cápsula en el desierto australiano y es llevado todo a ser analizado en Japón. No he podido saber luego de más de un año, que respuestas estas muestra espaciales han brindado con referencia al origen planetario.

Después de tantas vicisitudes y de esta maniobra tan extensa, este proyecto merecía mejor suerte.

El pantano encantado de Hockomock

En Massachusetts, Estados unidos, se encuentra el pantano de Hockomock, un lugar sobre el cual rondan numerosas historias paranormales, como el avistamiento de animales misteriosos, espectros, luces fantasmagóricas y encuentros con los denominados Bigfoot.

El llamado Triángulo de Bridgewater abarca varias ciudades de los alrededores de Massachusetts y ha sido el escenario de misteriosos sucesos sobrenaturales durante siglos. Es un área de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados situados en la parte sureste del estado. En el centro de esta área se encuentra el Pantano Hockomock, un lugar realmente escalofriante. Los nativos americanos ya apreciaron su carácter extraordinario cuando lo bautizaron así. Su nombre significa «lugar donde habitan los espíritus».

Las Historias del Pantano Embrujado

Muchas son las referencias que a lo largo de la historia se tienen de avistamientos de animales desconocidos en la zona. Grandes aves, a las que los nativos denominan Thunderbirds, han sido presenciadas por muchas personas, entre ellas agentes de policía de la localidad.

Parecen resultar aves prehistóricas con una envergadura considerable. También se han visto grandes serpientes en el pantano. En la década de 1930 muchos trabajadores de la zona informaron que habían visto enormes serpientes enrolladas sobre la carretera como si fueran tubos de una estufa antigua. Panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas tan grandes como un caballo son otras de las especies que se han podido avistar.

Luces fantasmas también están recogidas como fenómenos paranormales que se han podido ver en Hockomock. Parecen ser bolas de luz que sobrevuelan el pantano cambiando de color, forma, tamaño e intensidad. A menudo han aparecido como respuestas a la acción de algún ser humano que se ha atrevido a adentrarse por aquí.

A finales de 1960, cinco testigos vieron una bola de luz flotando entre algunos árboles, en las cercanías de Rehoboth. Tras gritar a la luz, ésta de repente creció de diámetro y corrió hacia ellos. La ciudad de Raynham también ha tenido avistamientos de este tipo, cuentan sobre todo que durante todos los meses de enero, sobre las vías de ferrocarril cerca del pueblo.

Criaturas denominadas Bigfoot también han sido vistas en el pantano de Hockomock. En 1970 varias personas vieron un animal peludo de casi 3 metros de altura, que escapó corriendo sobre cuatro patas. En un principio se pensó que era un oso, pero hace miles de años que los osos se extinguieron de esta región. Más tarde, ese mismo año, dos policías sintieron como algo extraño arrancaba la parte trasera de su coche patrulla. Los policías huyeron rápidamente, pero antes pudieron avistar por el espejo retrovisor la gigantesca figura de una criatura misteriosa. También dijeron que parecía un oso, pero posteriores partidas de caza jamás lograron dar con él.

Un vecino de las inmediaciones aseguraba haber visto al monstruo de Hockomock en invierno de 1978. El hombre describió a la criatura como un animal de unos 3 metros de alto, cubierto con un pelaje marrón oscuro. Casi por las mismas fechas, hay otro avistamiento, esta vez de una mujer que vio en su jardín, una noche, una tremenda figura casi de la misma altura, con el pelo oscuro. Dice que sólo le robó algunas calabazas…

Un avistamiento más se produjo en una noche fría de 1980. Un hombre de Bridgewater estaba en su canoa pescando cuando comenzó a percibir la sensación de que estaba siendo vigilado. Al acercarse más a la orilla, pudo oír el ruido de la maleza y unas grandes y pausadas pisadas sobre la hierba. En una entrevista que concedió al Boston Herald relataba que «sabía que algo grande me estaba siguiendo… sabía que no era humano porque, cuando pasó cerca de mí, pude olerlo, y olía como una mofeta, muy sucio». El pescador nunca llegó a ver ni sentir nada más.

Todas estas observaciones paranormales plantean más preguntas que respuestas. Parece que algo misterioso y sobrenatural ha elegido el pantano de Hockomock como su verdadero hogar. Y lo más probable es que, pronto, muy pronto, volvamos a tener interesantes noticias de él…