La historia de Jack Earle: «El Gigante de Texas»

Esta es la historia de Jacob Rheuben Ehrlich, un hijo de inmigrantes judíos que nació en Denver, Estados Unidos, en el año 1906. Jacob vivió una infancia normal en El Paso, Texas. Auque cuando tuvo 14 años se cayó de un camión y sufrió una lesión en la cabeza. Los estudios clínicos indicaron que el golpe se había agravado con un tumor en su glándula pituitaria. Quedó ciego durante cuatro meses y después cuando parecía haberse recuperado comenzó a crecer sin control. Llegó a medir 2,32 mts. de altura.

Decidido a vivir una vida normal a pesar de su tamaño, Jacob se graduó en la UTEP (Universidad de Texas en El Paso). Después de graduarse de la universidad, y con el nombre artístico de Jack (o Jake), hizo su aparición en el escenario por primera vez en 1924. El mismo escribió y protagonizó una versión de Jack y las habichuelas mágicas. Más adelante interpretó al padre en una adaptación teatral de Hansel y Gretel cuyo guión había sido escrito por él mismo.

Cuando el circo Ringling Bros, Barnum & Bailey Circus llegó a la ciudad del Paso, algunos de sus amigos alentaron a Jack a acudir al circo para competir con el gigante que ellos mismos traían. Y así fue como los dueños del circo, tras comprobar que Earle era más alto que su propio gigante, lo contrataron de inmediato. Durante su estadía en el circo, Jack recorrió todo el País y se hizo muy famoso. Nunca encontró el Circo un Gigante más alto que el «Gigante de Texas»

En el año 1940, Earle emprendió con todo el elenco del Ringling Bros, una gira por Australia y cuando regresó descubrió que ya no se sentía muy cómodo con su papel de monstruo cirquense. Un amigo suyo que era empleado de una vinería de Roma con sede en California lo convenció de realizar una gira promocional para la Empresa y Jack aceptó gustoso. Una vez en Italia, estuvo tan encantado con el lugar que decidió quedarse a vivir allí.

Durante la Segunda Guerra Mundial, volvió a Estados unidos para enlistarse y fue rechazado por las Fuerzas Armadas debido a su altura. Luego, Earle recorrió el país dando conferencias sobre la importancia de la industria del vino estadounidense durante tiempos difíciles en Europa.

Fotografía del Circo Ringling Brothers – A la derecha debajo: Martín Aurello el Hombre que giraba la cabeza 180 grados

Jack Earle disfrutaba del Arte. Le gustaban particularmente las esculturas, las pinturas de paisajes y naturalezas muertas. Además de ello, fue también un talentoso fotógrafo, poeta y dramaturgo, y un pescador entusiasta.

En el año 1952, Earle volvió a su rancho en el El Paso, donde pasó su tiempo libre visitando los hogares para niños para entretenerlos con sus historias de gigantes mágicos. Murió el 18 de julio de 1952, en un hospital de su pueblo natal.

Los 10 Fenómenos Naturales más extraños

La madre naturaleza nunca dejará de sorprender a la humanidad con su imprevisibilidad. Extraños fenómenos naturales que se suceden a lo largo y ancho del planeta nos sorprenden a diario. Algunos de ellos con su belleza o su extravagancia sin formato nos invitan a fascinarnos. Debajo, encontrarás un listado de los diez fenómenos naturales más extraños del mundo.

1 – El géiser Viejo Fiel

En el parque nacional de Yellowstone, Estados unidos, se encuentra uno de los géiseres más impresionantes del mundo.

Mejor conocido por sus erupciones cada exáctamente cinco minutos durante todo el día. Dispara una cantidad equivalente a 8400 litros de agua hirviendo hacia el cielo alcanzando alturas de más de 50 metros.

Esta magnífica fuente natural fue descubierta por primera vez en 1870 y desde entonces se estima que se han registrado más de 30.000 erupciones.

El lugar posee más de 100 géiseres activos y atrae a miles de turistas todos los años.

2 – El volcán Kelimutu

Kelimutu es un volcán situado en Indonesia. Miles de turistas acuden año tras año para conocer sus tres magníficos lagos de cráter, todos ellos de colores diferentes. Se eleva a una altura de 1.639 metros sobre el nivel del mar en la isla de Flores y los tres lagos, cambian sus colores con frecuencia dependiendo de la época del año y de sus minerales. A pesar de que son propensos a los cambios regulares el color principal de Tibu Ata Polo (el lago del pueblo Hechizada) y Tibu Nüwa Muri Koo Fai (el Lago de los Hombres Jóvenes y doncellas) son generalmente de un color rojizo-marrón o verde profundo. Mientras que el Tibu Ata Mbupu (el lago de Ancianos), posee un tono azulado. Continuar leyendo «Los 10 Fenómenos Naturales más extraños»

La historia de Oliver : El Simio Humano

Desde el nacimiento mismo de la teoría de la evolución y la selección natural promovida por Charles Darwin en el año 1859 a través de su Obra maestra «El origen de las especies…» la ciencia ha buscado el eslabón perdido; Esa pieza que nos conduce sin contradicciones a la verdad sobre nuetsros orígenes. En el camino, le han concedido ese honor a muchos fósiles de diferentes épocas, en su mayoría de simios, aunque siempre en vano.

Uno de los casos más curiosos es sin duda el de un chimpancé llamado Oliver. En el año 1960, éste simio había sido arrancado de su hábitad natural en el Congo Belga, siendo todavía muy joven, y adquirido posteriormente junto a otros dos simios por una pareja de artistas cirquenses de apellido Burger. Oliver pasó sus primeros años en la estancia que Frank y Janet Berger poseían en la pequeña localidad de Blackwood en Nueva Jersey.

Desde muy joven, sus adiestradores comprendieropn que Oliver no era un simio normal, ya que poseía cualidades inusuales entre los simios que ellos habían conocido. En principio Oliver poseía características físicas que diferían bastante de los otros simios. Caminaba erguido durante mucho tiempo, su cara era más plana, con una apariencia casi humana, poseía menos pelo, su hocico era menos pronunciado y sus orejas eran puntiagudas. Además de éstas cualidades poco usuales, el comportamiento de Oliver era distinto al del resto de los monos del lugar, incluso que cualquier otro animal que la pareja de cuidadores hubiera conocido antes.

Oliver era capaz de recibir órdenes complejas y ejecutarlas y prefería la compañía humana a la animal. Mientras vivió bajo la custodia de Frank y Janet Burger, Oliver daba con frecuencia de comer a los perros y realizaba otras tareas domésticas. Al finalizar, se relajaba tomándose una taza de café. Por las noches, se sentaba a ver la televisión, frecuentemente en compañía de uno de sus dos cuidadores. A veces, llegaba incluso a preparar un par de copas para Frank y para sí mismo. Además, nunca buscaba la compañía de otros chimpancés y cuando se veía obligado a separarse de sus amigos humanos, lloraba. Algunos científicos se hicieron eco de éste fenómeno y por un momento creyeron estar ante la presencia del primer «Humancé» (Un hipotético híbrido entre humano y chimpancé).

A finales de los setenta, el diario Los Angeles Times dedicó un artículo a Oliver anunciándolo como “un eslabón perdido” o una nueva subespecie de chimpancé.

Cuando Oliver alcanzó la madurez sexual, sólo le interesaban las hembras humanas y comenzó a demostrarselo a su dueña, fue tal vez por ese motivo que en el año 1975 la pareja decidió venderlo a un abodago de Manhattan, Michael Miller, quien estaba obsesionado con el chimpancé. A partir de ese día, Oliver comenzó a pasar de un dueño a otro y a deambular de un parque temático a otro hasta que finalmente nadie supo más de él.

Durante su estadía con Miller, fue visitado por científicos de gran reputación entre los que se encontraban: George Schaller, de la Sociedad para la Conservación de la Vida Salvaje y uno de los biólogos más conocidos del mundo, y Clifford Jolly, reputado antropólogo de la Universidad de Nueva York.

Oliver: El Simio Humano

Todos los medios de comunicación competían por contemplar «al presunto eslabón perdido». Para entonces, los científicos ya habían informado sobre las pruebas que le habían practicado a Oliver: Miller hizo caso de lo que quería escuchar e ignoró el resto. En esos momentos, ejecutivos de la Nippon Television Network, un poderoso canal de Japón, le ofrecieron una pequeña cantidad de dinero y financiar los estudios científicos adicionales. Entre ellos, pruebas genéticas, a cambio de retransmitir en exclusiva el resultado de las mismas. A Miller le pareció la oportunidad perfecta para determinar la verdadera naturaleza de Oliver y conseguir, de esa manera, algo de dinero. Continuar leyendo «La historia de Oliver : El Simio Humano»