La isla de los Vampiros

Durante años, siniestras historias han surgido de los bosques y las tierras bajas de Puerto Rico que hablan de una criatura extraña y letal que vaga por distintos lugares de la Isla. El mítico animal, de ojos rojos y brillantes, según las descripciones de los lugareños, se alimenta de sangre de los animales locales. Con sus garras y dientes afilados, un cuerpo similar al de un mono y una hilera de púas corriendo a lo largo de su espalda, el misterioso animal, con vicios de Vampiro, es llamado por todos como : El Chupacabras.

Abundan las teorías con respecto a la naturaleza de la bestia. Algunos investigadores y testigos indican que el monstruo es una especie de murciélago gigante, mientras que otros creen en la teoría de que es de origen extraterrestre. Una de las últimas ideas instaladas en la creencia popular, indica que se trataría de un híbrido producto de algún experimento científico secreto. Un monstruo creado en un laboratorio de investigación genética, oculto en las profundidades de El Yunque, que se encuentra en la Sierra de Luquillo, a unos 40 kilómetros al sureste de la ciudad de San Juan.

Aunque las apariciones de la bestia llevan muchos años, el Chupacabras fue conocido por ese nombre a mediados de la década del 90, lo cual ha llevado a muchos a suponer erróneamente que los ataques de éste vampiro son un fenómeno relativamente reciente.

En septiembre de 1959, un documento llamado: «Buscando Comunicaciones Interestelares», escrito por físicos de la Universidad de Cornell, Phillip Morrison y Giuseppe Conconi, hace referencia a la búsqueda de vida extraterrestre a través de microondas. Aproximadamente, ocho meses más tarde, un tal Frank Drake decidió poner a prueba las teorías y las ideas de Morrison y de Conconi por sí mismo. Continuar leyendo «La isla de los Vampiros»

Mujer china de 95 años vuelve a la vida seis días después de morir

Una mujer china de 95 años que se creía fallecida sorprendió a sus vecinos al despertarse seis días después de haber sido puesta en el ataúd.

Li Xiufeng fue encontrada inmóvil y sin respirar en la cama por un vecino llamado Chen Qingwang, a dos semanas de tropezar y sufrir una lesión en la cabeza en su casa de Beiliu, provincia de Guangxi. Como no podía despertar a la anciana temió lo peor y pensó que había fallecido.

De acuerdo con la tradicion china, Li, fue colocada en un ataúd, sin cerrar, en su casa, para que amigos y familiares visitaran el cuerpo y presentaran sus respetos. Pero un día antes del funeral, los vecinos encontraron el ataúd vacío, y más tarde descubrieron que la anciana se había despertado y estaba en la cocina tratando de preparar algo para comer.

«He dormido durante mucho tiempo. Después de despertar, sentí tanta hambre, y quería cocinar algo para comer», le dijo Li a sus vecinos.

Los médicos dijeron que la señora había sufrido una especie de «muerte artificial»; Esto es cuando una persona no tiene aliento, pero su cuerpo se mantiene caliente. Por fortuna, la tradición de velar los cuerpos de los difuntos durante varios días en su hogar, salvó a ésta señora china de ser enterrada viva.

El misterio de la familia de piel azul

En 1958, Luke Combs llevó a su mujer al hospital. El motivo de la visita debía ser por algo relacionado con la salud de ella, pero hoy es difícil saberlo seguro. Porque en cuanto el tal Combs puso un pie en el hospital de la universidad de Kentucky (EE. UU.), los médicos le hicieron más caso a él que a ella. Todo por una cosa que a él le daba bastante vergüenza pero que era común en toda su familia: Luke era azul.

No es ninguna exageración, ni cosa de maquillaje, ni algo que dependiera de la luz de su entorno ni de la percepción de alguien que estuviera con él. Luke Combs era azul, como un personaje de ciencia ficción. Pronto se descubrió que no era solo él, sino casi toda su familia y los vecinos de su vivienda en las Montañas Apalaches de Kentucky. Comenzó así uno de los grandes y más apasionantes misterios de la medicina, una historia que durante años ha traído de cabeza a varios científicos y que a ratos se ha considerado una farsa muy elaborada.

Todo empezó hace seis generaciones, cuando, en el siglo XIX, un señor francés llamado Martin Fugate se mudó a una vivienda aislada a las orillas de Troublesome Creek, un arroyo por entonces deshabitado. Se casó con una mujer pelirroja extremadamente pálida, una estadounidense llamada Elizabeh Smith. Pronto la pareja empezó a tener hijos, nietos y luego bisnietos. Casi todos salieron azules. Incluso cuando se relacionaban con otras familas. Continuar leyendo «El misterio de la familia de piel azul»