No ha existidootro científico que haya trabajado tan duro, dejado de comer, de dormir, y de relacionarse con otros como Isaac Newton. Newton fue un personaje muy oscuro, era muy solitario, era una persona patológicamente incapaz de conversar, consumido en extremo por su trabajo y posiblemente también sea uno de los mayores científicos, sino el más grande, de todos los tiempos.
En su tiempo la física era un campo muy poco explorado. En 1642 Newton nace en un pueblo remoto de Inglaterra, su padre muere antes de su nacimiento, su madre vuelve a casarse y a los tres años envía a Isaac a vivir con una abuela sintiéndose solo y teniendo así una infancia desdichada.
Para Newton era muy común escribir sus pecados, y acerca de esto escribió que entre los pecados de su infancia amenazó a su madre y a su padrastro con quemarlos en la casa de estos.
A Newton nunca le fue bien en la escuela pero sorprendía a la gente de su pueblo por crear aparatos mecánicos como molinos de vientos y un maestro de la escuela convence a su madre para que lo lleve a la universidad. Logrando así entrar a la universidad Trinity Collage de Cambridge donde la mayoría de los estudiantes se dedican más a la juerga y a beber que a estudiar, por ende Newton prefiere aislarse y permanecer solo. Obsesionado por el pecado se autoimpone un estricto control emocional y sexual, y empieza a llevar una existencia solitaria, monacal. Era la persona más reservada de la que jamás hemos podido oír hablar. No se molestaba en hacer amigos y le resultaba difícil relacionarse; simplemente se apartaba de la gente.
En toda su vida no tuvo aventuras amorosas ni casi amigos, llegándose a especular de homosexual o que simplemente decidió que no tenía tiempo para otra cosa que no fuera su trabajo. La ciencia. Continuar leyendo «Isaac Newton y su patología de la ciencia»
En el verano de 2003, en una área inexplorada de los Montes Bucegi, una sección del Servicio de Inteligencia de Rumania, SRI, el llamado Departamento Equipo Cero, hizo un descubrimiento muy significativo, que podía cambiar completamente el destino de la humanidad.
Las presiones que los Estados Unidos ejercieron sobre el gobierno de Rumanía para que este descubrimiento no se diera a conocer al mundo, llevó a un acuerdo temporal entre ambos países y a una inusual colaboración científico y militar. La situación se complicó más a raíz de la interferencia brutal del orden de los Illuminati, quienes intentaron tomar el control tanto del lugar del descubrimiento como de la expedición rumanoamericana.
Caesar Brad, el experto que dedicó años de investigación a los fenómenos extraños, director de las operaciones estratégicas de máxima importancia del estado rumano, es el héroe de los increíbles acontecimientos que ocurrieron en los Montes Bucegi, y también de dos memorables encuentros con un alto representante de los Illuminati y miembro del grupo Bildeberg.
Un miembro del grupo Bilderberg en Rumanía
En mayo de 2003, un importante personaje visitó Caesar para un asunto muy especial. La petición del encuentro vino a través del SRI, el Servicio de Inteligencia de Rumania, como resultado de la intervención del gobierno rumano. El personaje era extranjero, pero hablaba muy bien el rumano y conocía muy bien Rumanía. El SRI sólo sabía que era miembro de una logia masónica muy importante de Italia, que cuenta con nobleza de alto rango y una fuerte influencia financiera en Rumanía.
Su influencia política también era muy elevada, puesto que consiguió penetrar el muro protector de los agentes del SRI y llegar al Departamento Cero.
Caesar notó una fuerte presión y pesadez alrededor de esa persona. Estaba rodeada de una nube de radiación densa y desagradable que ocultaba sus verdaderas intenciones. Para este encuentro, Caesar se preparó cuidadosamente: se aisló en una habitación y se dejó caer en un estado de profunda meditación, que le permitiría conocer más sobre esa persona.
Un helicóptero trajo este hombre alto y arrogante, enfundado en un traje negro. Llevaba un bastón con el mango de marfil e incrustaciones de oro. Su experesión era dura y sus ojos verdes irradiaban una frialdad inusual, lo que producía un efecto extraño. Se presentó como el Sr. Massini. Se mostraba muy seguro de sí mismo y daba la impresión de estar acostumbrado a dar órdenes. Dirigía una de las logias masónicas más venerables e importantes de Europa, una de de las organizaciones masónicas más influyentes del mundo: el Grupo Bildeberg.
Massini entró directamente en materia, diciendo que la gente era de dos tipos: los que pueden ser manipulados y dirigidos ( la mayoría) y los otros, que poseen ciertas virtudes y una fuerte personalidad. Afirmó que su grupo formaba parte de la orden masónica más importante de todas, y que ésta estaba muy interesada en el resultado del encuentro entre ambos. Caesar le contestó que conocía algunos aspectos de la francmasonería.
El Sr Massini continuó diciendo que el grupo Bildeberg no era propiamente una logia, sinó mucho más. Dijo que las logias eran simples fachadas y que el poder real estaba en la cima de una jerarquía de 33 niveles. Massini invitó a Caesar a unirse al grupo, haciéndole entender que le reportaría grandes ventajas. Massini manifestaba un gran poder y una fuerza psíquica inusual para su edad. Desgraciadamente para él, su poder se centraba en una gran arrogancia, un enorme ego, y un sentimiento de superioridad hacia los demás.
Socotra es un archipiélago conformado por 4 pequeñas islas, situadas a 250 kilómetros de la costa de Somalia y a 340 kilómetros al sur de la Península Arábica, en la boca del Golfo de Adén, es uno de los lugares con paisajes más curiosos y únicos del planeta.
Hace 10 millones de años se desgajó del cuerno de África y, desde entonces, es como si el tiempo no corriera en aquel enigmático lugar, manteniendo un eterno aislamiento con sus vecinos continentales. El largo aislamiento geológico del archipiélago y el intenso calor y falta de agua se han combinado para dar lugar a una interesante flora endémica que es muy vulnerable a los cambios; al menos un tercio de las 800 plantas que se encuentran en Socotra son endémicas.
Su paisaje parece antediluviano, y las extrañas formas de sus piedras y plantas inspiraron a Julio Verne para crear el mundo subterráneo de Viaje al centro de la Tierra.
Los botánicos sitúan a la flora de Socotra entre las diez que más peligro de desaparición corren en el mundo. Una de las plantas más extrañas de Socotra es el Dracaena cinnabari (Sangre de Dragón), un árbol de extraña apariencia con forma de paraguas. Su savia, de color rojo, era buscada en la antigüedad para ser usada como medicina o tinte.Hoy, este lugar irreal, el de mayor endemismo biológico de Oriente Medio, fascina a zoólogos y botánicos. Continuar leyendo «Socotra : Una isla detenida en el tiempo»