Pripyat : La ciudad fantasma

Existen muchos pueblos y ciudades fantasmas al rededor del Planeta, pero sin duda, ninguno con la trágic historia de Pripyat. Una ciudad de 50000 habitantes que tuvo que ser evacuada en el año 1986 y que desde aquel momento hasta la fecha, nadie ha vuelto a pasear por sus calles.

Pripyat es una ciudad fantasma al norte de Ucrania en la región de Kiev, en cercanías de la frontera con Bielorrusia, la actual Belarús. Que debe su nombre al río que atraviesa la ciudad.

El accidente de Chernobyl

Esta ciudad es conocida porque sufrió el peor accidente de la historia de la energía nuclear el 26 de abril de 1986 cuando se produjo el sobrecalentamiento y la explosión del reactor número 4 de la planta nuclear de Chernobyl, el cual emitió 400 veces más radiación que la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima en 1945, por lo que la ciudad se vio afectada por la radiación y debió ser evacuada. La evacuación fue llevada a cabo en tan solo tres horas por el ejército ruso, cuando la mayoría de los habitantes fueron desalojados de sus casas contra su voluntad, y los animales domésticos y de ganado fueron sacrificados.

Actualmente no tiene ningún habitante, más que investigadores, científicos y fuerzas de seguridad que custodian la zona de exclusión. La ciudad es ahora un museo de la era soviética tardía, tiene muchos edificios de apartamentos, dentro de los cuales se encuentran abandonadas fotografías, juguetes de niños, ropa, objetos personales, etc. También hay restaurantes, plazas de juego, hospitales, escuelas y gimnasios que también fueron abandonados. Debido al inexistente mantenimiento de las construcciones, dentro de ellas el moho, hongos e incluso plantas han crecido gracias a la humedad producida al derretirse la nieve de invierno. Ver Fotos de Pripyat en la actualidad

Por una larga carretera completamente vacía se llega al puesto de control de la zona de seguridad de 30 kilómetros cuadrados resguardada por el ejército alrededor del área del accidente. El terreno que rodea al antiguo reactor está cercado también por un nuevo perímetro de 10 kilómetros cuadrados, que es donde se considera que hay mayor contaminación. Pripyat era una ciudad de unos 50.000 habitantes, que alojaba a los trabajadores de la planta nuclear de Chernobyl, quienes fueron evacuados días después del accidente, el día de la explosión el viento evitó que la nube radioactiva acabase con todos sus habitantes. En la zona de 30 kilómetros alrededor del reactor había unas 94 aldeas y las ciudades de Pripyat y Chernobyl. Actualmente, tras la masiva evacuación de la población, sólo queda un puñado de aldeas y la pequeña urbe de Chernobyl, donde hay unas 7.000 personas, es decir, menos de 5% de lo que había hace 20 años. La ciudad quedó totalmente suspendida, una muestra de ello es que aún se encuentran símbolos comunistas en los panoramas, por ejemplo, en la casa de voto, todavía están las urnas y los carteles que se mostrarían el 1 de mayo. Sobre el edificio de gobierno, aún están los escudos de la URSS y de la República Socialista Soviética de Ucrania; e incluso partes del himno de la URSS escritas en un edificio.

Fuente : Tejiendo el Mundo

El Roswell Argentino

El sábado 6 de mayo de 1978 ocurría uno de los casos más misteriosos y nunca resueltos en la zona norte de Argentina en su límite con Bolivia. Ese día, varias personas vieron como un extraño objeto caia del cielo seguido por una gran explosión, que provocó remezones de tierra. Una columna de humo negro y denso subió por varios centenares de metros, y una extraña sensación de «cambio de aire» fue experimentada por la gente. Los animales huian inexplicablemente. El fenómeno afectó a campesinos de varios kilómetros a la redonda del cerro El Zaire, ubicado en Tarija, Bolivia, en el límite con Salta (norte de Argentina).

Eran aproximadamente las 17,30 horas en la República Argentina, cuando personas de distintos poblados del norte de Argentina y sur de Bolivia vieron un objeto de forma ovoide, acerado, que desprendía una estela de humo y se precipitaba a gran velocidad. Seguidamente se escuchó una gran explosión que ocasionó en varios lugares el desbande de animales. Inmediatamente, unos remezones de tierra que confundieron con temblores y finalmente una gran columna de humo negro.

La región salteá en donde ocurrió éste fenómeno, está cubierta por una selva subtropical de muy tupida vegetación, conocida como Las Yungas, se encuentra allí el Parque Nacional El Baritú, que guarda uno de los biomas más vírgenes del país. El calor, la humedad y la frondosa vegetación fueron factores que jugaron en contra de los expedicionarios que fueron, desde Salta, en busca del objeto precipitado.

Desde Bolivia, inmediatamente, fueron enviados varios aviones a reconocer la zona. El diario Boliviano «El Potosí» publicaba por esos días esta noticia:

….»el Grupo Aéreo de Cobertura Militar, con asiento en la base de Tarija, destacó varios aviones, a los que más tarde se agregó un helicóptero, al lugar del impacto. La operación estaba a cargo del Teniente Coronel Julio Molina. Cuando el Teniente Osvaldo Prado localizó el punto exacto de la colisión, se fotografió el inusitado y tremendo «desmoronamiento» en la ladera sur del cerro El Zaire, donde un enorme hoyo, de unos 300/400 mts., con 400/500 mts. de ancho y más o menos 1.500 mts. de largo, quedaba como vestigio indudable del fenómeno….»

Los testimonios de la gente de las distintas localidades afectadas coincidirían invariablemente en tres puntos: Una fuerte explosión, el movimiento telúrico que se sintió inmediatamente y la columna de humo negro que se levantó. Continuar leyendo «El Roswell Argentino»

Ovnis en la Biblia

El escritor suizo Erich Von Daniken, fue el impulsor de la teoría de que en épocas pretéritas, un grupo de visitantes provenientes del espacio exterior, se aparearon con nuestros ancestros para crear una raza de inteligencia superior. La existencia de obras de una mejestuosidad inigualable, como las pirámides de Egipto o los moais de la isla de Pascua, pueden inducirnos a creer que tal vez Von Daniken tenía razón.

En su libro titulado: «Chariots of the Gods» – (Carros de los Dioses) – 1968, Daniken describe un pasado en el que las visitas de éstos seres extraterrestres era muy frecuente. Esta obra popularizó la creencia de que la raza humana moderna desiende de los cosmonautas preistóricos.

En el marco de ésta teoría se han investigado monumentos, esculturas, pinturas y otras obras, entre ellas la Esfinge de Giza, las pirámides de Egipto y los moais de la isla de Pascua; Pero sin lugar a dudas, el elemento más estudiado, en la búsqueda de vida fuera de los confines de nuestro planeta ha sido la sagrada escritura. Encontrando evidencia que podría proporcionar mayor fuerza a ésta teoría.

La Biblia, ha sido examinada por muchos ufólogos con el objetivo de encontrar pistas que permitan afirmar la existencia de vida extraterrestre. A continuación expondremos algunas de éstas posibles evidencias:

Existen dos personajes bíblicos que fueron arrebatados y llevados al cielo, y que nunca más regresaron: el patriarca Henoc (Génesis 5,18-24) y el profeta Elías (2 reyes 2, 1-13). Mucho se ha especulado sobre estas misteriosas desapariciones. Incluso, en el caso de Elías, se afirma que fue raptado al cielo por «un carro de fuego con caballos de fuego». La pregunta que surge es: ¿Estarán señalando la presencia de un ovni?

También el profeta Ezequiel contempló en el cielo un extraño carro con cuatro seres. Estos, aunque tenían forma humana, poseían cuatro alas cada uno y cuatro caras: de hombre, de león, de toro y de águila. De en medio de ellos salían brasas incandescentes, fuegos y relámpagos (Ezequiel 1,5-23). Ahora bien ¿Que fue lo que exactamente vio Ezequiel? Para el que leyó o conoce sobre la Biblia la respuesta es fácil; el poder de Dios es representado siempre en el Antiguo Testamento por imágenes de carros de guerra como por ejemplo en el Salmo 68,18. Por eso se cuenta que un día el profeta Eliseo, que estaba en problemas, rezó pidiendo la protección de Dios y este le mando miles de caballos y carros de fuego para que lo defendieran (reyes 6,17).

O sea que hablar de carros de fuego no se referiría a los ovnis, sino que sería una metáfora del poder divino de Dios. La imagen fue elegida sólo por el hecho de que el carro de guerra era una de las armas mas temibles y poderosas de la antigüedad. Y los cuatro seres que vio Ezequiel, sobre los que se asentaba el carro de fuego, son un simbolismo (el número 4 representa en la Biblia todo el universo, los 4 cuatro puntos cardinales), y significa que el carro de Dios esta asentado sobre todo el mundo, en los 4 extremos de la Tierra.

El ovni más inquietante que se halla en la Biblia es la llamada estrella de Belén, aquella luz que guió a los misteriosos reyes magos a Jesús. ¿Fue realmente un objeto volador no identificado o el signo inequívoco del nacimiento del Mesías?.

Documentales : OVNIS en la Biblia