El Espíritu de los siete tejados

La siguiente fotografía muestra claramente la imagen de una aparición, la cual podría tratarse del fantasma de Nathaniel Hawthorne o de su hijo, Julian.

Dicha instantánea fue tomada en septiembre del año 2004, cuando Lisa, la fotógrafa, estaba de viaje en Massachusetts. Durante su estadía en aquel lugar decidió realizar una visita guiada a la Casa de los Siete Tejados, también conocida como la Mansión de Ingersoll-Turner, ubicada en la calle Turner. Dicha casa tiene la característica histórica de ser el hogar natal del escritor estadounidense Nathaniel Hawthorne.

El Oscuro pasado de los Hawthorne

Nathaniel Hawthorne (1804-1864) es considerado uno de los autores americanos más importantes e influyentes de novelas y cuentos cortos. En sus cuentos, empleó un tipo de exploración psicológica pre-freudiana en sus personajes, lo que hace que su trabajo sea tan relevante en la actualidad.

Su obra más conocida, «La letra escarlata», sigue siendo de lectura obligada en la literatura de muchos planes de estudio de América. Otras obras suyas son el cuento oscuro de «El joven Goodman Brown» (en el que un joven se reúne con el diablo en un bosque) y La casa de los siete tejados, que se trata de la propiedad que se muestra en esta fotografía y la leyenda de una maldición que se instauró en la familia de Hawthorne por una mujer condenada a muerte durante los juicios infames de las brujas de Salem .

La familia de Hawthorne era de origen puritano, uno de sus antepasados habría sido un Juez de apellido Hathorne, y habría estado presente en algunos de los procesos por brujería en 1692. Nathaniel, se avergonzaba de ésta parte de su historia familiar a tal modo que añadió una «w» al nombre de su familia. Hawthorne.

La historia de la fotografía

Pero volvamos a Lisa, la protagonista principal de ésta historia. Lisa cuenta haber sentido, durante toda su estadía en Massachusetts, un extraño presentimiento que se hizo más fuerte durante su visita a la casa de los Hawthorne. En ese momento, ella recuerda haber sentido la presencia de alguien en los alrededores y en su curiosidad por experimentar ésta percepción paranormal, se alejó del grupo de turistas hablando mentalmente con éste ser imaginario que ella presentía. Incluso llegó a pedir permiso a éste ente para tomar fotografías del lugar.

Y asi fue. Lisa tomó cinco panorámicas con su cámara de fotos personal y en cuanto pudo, se apresuró en revelar la película, creyendo que había capturado algo extraordinario. Mayor fue su decepción al descubrir que ninguna de las fotos mostraba algun indicio fuera de lo común.

Algún tiempo después de regresar delviaje, comenzó a experimentar una fuerte compulsión a reexaminar las fotos, como si algo o alguien le indicara hacerlo. Y fue así como descubrió la imágen de un niño justo debajo de la señal que marca el lugar de nacimiento de Nathaniel Hawthorne.

Disfunción espacio-temporal

Cada tanto se tienen noticias de fenómenos muy raros. A mediados del 2010, un crucero de placer que navegaba a la altura de la Costa Azul del Mediterráneo, de muy gran envergadura, que por lo general, siempre evade al mal tiempo, se encontró con una enorme ola que lo tomó enteramente de sorpresa y que introdujo una gran cantidad de agua incluso por los ventanales de los pisos superiores.

Tan rápido como apareció, esta enorme ola desapareció; lo extraño, que debería haber ocasionado hasta un sunami sobre las costas cercanas y nada de esto pasó. El crucero debió ser llevado a puerto, para hacerle ciertas reparaciones y desembarcar a pasajeros deseosos de no proseguir en la travesía (Costa Cruceros).

Unos años antes, dentro de la zona del triángulo de las Bermudas, un gran petrolero, de más de trescientos metros de longitud, fue barrido por una enorme ola, que apareció de repente y casi sumerge a la embarcación-como lo testifica la filmación del evento hecho por el capitán-; en minutos, como en el caso anterior, todo se había disipado.

Si las naves hubiesen sido de menor porte, el agua las hubiera hundido.

Esas olas extrañas, también aparecen en el triángulo del Dragón, del otro lado del mundo, donde desaparecen muchas naves y aviones y donde suelen verse apariciones atemporales de navíos fantasmas.

Similares cosas acontecen en los Grandes Lagos, durante furiosas tormentas, muy cerca de Chicago.

Este tipo de fenómenos son relatados por la Biblia desde la más remota antigüedad, como el escape de Egipto, por los judíos a través del Mar Rojo, donde las aguas se apartan dejando ver una zanja de paredes líquidas.

Un “milagro” atribuido a dios y hoy sospechado como un hecho portentoso, ocasionado por altas tecnologías y que aparecen muchas veces como efectos colaterales de actividades extraterrestres.

Parecería que estas enormes diferencias en la altura del mar, son debidas a un quiebre del espacio-tiempo: un sector del mar, tiene la altura que tenía en alguna otra época, y que aparece momentáneamente en ese preciso lugar, que inmediatamente acusa este desnivel y aparece la enorme ola de 25 o más metros de altura. Al interrumpirse la anomalía, todo vuelve a la normalidad, en lo referente al mar, pero no a los hechos que ese efecto provoca (las desapariciones y hundimientos).

Similares a las neblinas electrónicas violetas, que rodean a naves volantes terrestres, ocurriendo siempre la pérdida de las mismas, salvo en dos hechos perfectamente documentados. Los relatos son de los dos sobrevivientes, que han marcado las anomalías y la distorsión espacio-temporal, recorriendo distancias a velocidades desusadas y apareciendo en lugares alejados del destino final.

Esta neblina violeta aparece en el relato de muchos abducidos. Rodean a las naves extraterrestres y se asocian a cambios espacio- temporales (Cabo Valdez-Chile).

El bosque encantado de Aokigahara Jukai

Aokigahara Jukai, o mar de árboles, es un bosque que descansa al pie del Monte Fuji rebosante de leyendas. El Monte Fuji es el volcán más alto de Japón (3776 m). Son famosos sus alrededores, con maravillosos lagos y bosques. Uno de estos preciosos bosques es Aokigahara Jukai, nacido de un torrente de lava en el año 864. A pesar de su joven historia y de su superficie, este profundo bosque se ha hecho famoso por sus leyendas y por los fenómenos misteriosos que supuestamente ocurren en él.

3.000 hectáreas es una superficie que, normalmente, puede ser recorrida andando de tres a cuatro horas. Pero en este extraño bosque, eso es imposible. La leyenda dice que los que emprenden este viaje, no regresan jamás. Hoy en día, muchos caminantes pierden su camino. Sus esqueletos o sus cuerpos medio devorados por «algo» son reencontrados regularmente en este bosque, profundo y oscuro. En ocasiones, son los que van en busca de sus cuerpos desaparecidos o para dilucidar el misterio de este lugar los que se pierden también. Una vieja leyenda dice que un gran número de murciélagos viven allí. Éstos atacan a los paseantes e intentan ahogarlos cubriéndoles la cara.

También se dice que en este bosque, las brújulas pierden el norte señalando el sur o cualquier otro rumbo que no es el norte. Otros afirman que si seguimos las indicaciones de la brújula, giraríamos en círculos y volveríamos al punto de partida. Aokigahara es tan denso que la luz del sol penetra allí difícilmente. Numerosos son los que afirman que les es imposible ubicarse con el sol, porque si levantas la cabeza, sólo se ve una pequeña parte del cielo. Continuar leyendo «El bosque encantado de Aokigahara Jukai»