Hace casi seis años la noticia de lahamaca embrujada de Firmat recorría el mundo. Tal es así que un grupo de científicos norteamericanos viajaron hasta la localidad santafesina para estudiar el fenómeno y concluir que el movimiento era producido por una combinación de factores ambientales. Sin embargo, para muchos, se trataba del espíritu de un niño que murió en la década del ochenta en una construcción. Más tarde, un fenómeno similar ocurrió en Venado Tuerto y al poco tiempo en Formosa. Ahora, el fenómeno ocurre en Olivos.
En el video, registrado desde la terraza de un edificio, se ve una hamaca de un juego de jardín que se “mueve sola“, mientras las otras dos se mantienen quietas. La duración del registro supera el minuto.
Los supersticiosos, dicen que se trata del espíritu de una niña. Por ahora no existe ninguna otra evidencia, además de éste video.
El equipo de arqueólogos que trabaja en Teotihuacan, ha encontrado una serie de extrañas esferas de una pirámide antigua.
Con la ayuda de un robot especial equipado con cámaras de video, han podido acceder a algunos de los túneles inexplorados y cámaras ocultas bajo el Templo de la Serpiente Emplumada, localizada a unos 50 kilómetros de la Ciudad de México. Según un artículo en el Instituto Nacional de Arqueología y el sitio web de la historia de México, la parte no excavada del túnel bajo el templo de Teotihuacan fue atravesado por un robot infrarrojo equipado con cámara – Tlaloc II-TC – que también tenía la capacidad de explorar el área a generar una imagen 3D. Esta herramienta a conseguido descubrir una serie de esferas particulares de diferentes diámetros y un núcleo de arcilla rodeado por pirita mineral que les da un color amarillento.
Se cree que las esferas se han mantenido intactas y sin descubrir desde que fueran selladas las cámaras hace más de 1.800 años. «Creemos que las personas de alto rango, sacerdotes e incluso gobernantes, descendieron al túnel para realizar rituales», dijo el arqueólogo Sergio Gómez Chávez. «Tal vez en este lugar, vamos a encontrar los restos de los que gobernaron Teotihuacan.»
El pueblo de Belchite alberga las historias más misteriosas originadas por las terribles secuelas de la Guerra Civil Española del siglo XX. Todo comienza un verano del año 1937 cuando el ejército al mando del General Pozas invade las localidades cercanas a Zaragoza, como Quinto y Codo. Fue la época de la Guerra Civil Española, cuando los nacionales y republicanos se enfrentaban sin cuartel por la hegemonía del estado.
Los republicanos, asentados en Aragón, en las cercanías del río Ebro esperaba el envite de los “nacionales”. La gente de Belchite la contaba con un pueblo firme, unidos y poderosos. Todos dispuestos a luchar por lo que le pertenecían. Como consecuencia de esto, el pueblo se devastó y murieron más de seis mil personas. Hoy en día es un patrimonio histórico arrasado por guerreros que dejaron edificaciones en ruina. Casas, iglesias, cantinas y bares… todo. Así como lo destruyeron, así quedo… conviven la parte vieja, la nueva, construida de la nada, al lado de viejo y demolido Belchite.
Aquí lo misterioso de la historia es que esta ciudad en ruinas, se hace escuchar por su propia fuerza. Las psicofonías son conocidas mundialmente: voces, gritos, balas, ruido de cañones que retumban en las paredes de las ruinas, un pueblo fantasma con una atmósfera de vida paranormal. Dicen que la unión hace la fuerza y este pueblo no se quedó atrás, logro mantenerla desde sus principios y durante años y así lo hará por el resto del tiempo, reviviendo sus historias, susurrando recuerdos y reviviendo fenómenos inexplicables en un ambiente misterioso y aún muerto…lleno de vida.
Muchos expertos en fenómenos analizaron las voces. Unánimemente catalogaron la voz de una niña pequeña del pueblo. Así como gritos del soldados nacionales: “Rojo al suelo”. Una visita al pueblo estremece aún en la actualidad: coches abandonados, ruinas, moles de ladrillo, etc.
Pero lo que puede dar explicación a las voces es la vida de los habitantes durante los bombardeos. Se escondían en refugios subterráneos; construidas mediante túneles que comunicaban con las bodegas de las viviendas. Allí han perdurado no sólo el legado de una desgracia colectiva, sino su alma.