Tiene tres ojos, dos narices y dos bocas. Fue rechazado por la madre poco después de nacer y ahora lo adoptó una familia.
Dos chicos caminaban por una callecita de Oregon, Estados Unidos, cuando vieron a un gato que les llamó la atención. Cuando se acercaron, notaron que no se trataba de un gato común y corriente. Tenía tres ojos, dos narices y dos bocas. Es un gato «Janus», como se los denomina a los felinos con dos casas, abandonado por su madre al nacer y ahora adoptado por una familia.
El gato, en estado frágil, se mantiene en una caja con una almohada eléctrica y le suministran alimento a través de una jeringa. Solamente algunos pocos gatos Janus logran sobrevivir. Se estima que el que más vivió fue por 12 años. Según los veterinarios, Duecy, el nombre del gato, está en perfecto estado de salud.