Una Reliquia Religiosa

San Genaro, patrón de Nápoles, es famoso por el milagro que generalmente ocurre res veces cada año desde hace siglos, el día de su fiesta, el 19 de septiembre. Su sangre, se licua ante la presencia de todos los testigos que deseen asistir.

Nació en Benevento (donde fue obispo). Durante la persecución de Diocleciano, (305) fueron detenidos en Pozzuoli, por orden del gobernador de Campania, Sosso, diácono de Miseno, Próculo, diácono de Pozzuoli, y los laicos Euticio y Acucio. El delito era haber públicamente confesado su fe. Condenaron entonces a todo un grupo a ser echados a las fieras. Los siete condenados fueron conducidos a la arena del anfiteatro y, para decepción del público, las fieras hambrientas y provocadas no hicieron otra cosa que rugir mansamente, sin acercarse siquiera a sus presuntas víctimas.

El pueblo, arrastrado y cegado por las pasiones que se alimentan de la violencia, imputó a la magia la mansedumbre de las fieras ante los cristianos y a gritos pedía que los mataran. Ahí mismo los siete confesores fueron condenados a morir decapitados. La sentencia se ejecutó cerca de Pozuoli.

La historia no dice como la sangre del mártir, solamente, fue preservada en dos pequeños envases de vidrio. Durante un milenio, solo se veneró al que hizo el milagro de calmar las fieras y que luego produjo otros hechos atribuidos a el, a través de los años.

Los cristianos de Nápoles obtuvieron las reliquias de San Genaro que, en el siglo quinto, fueron trasladadas desde la pequeña iglesia nombrada de San Genaro, vecina a la Solfatara, donde se hallaban sepultadas. Durante las guerras de los normandos, los restos del santo fueron llevados a Benevento y, poco después, al monasterio del Monte Vergine, pero recién en 1497, se trasladaron con toda solemnidad a Nápoles que, desde entonces, honra y venera a San Genaro como su patrono principal. Allí es donde aparece la veneración de las dos cápsulas. La más grande es la que se suele licuar cada año en una fecha especial conmemorativa. Están dentro de un envase circular de vidrio, rodeado de hermosos arreglos de oro y joyas, de factura posterior. Continuar leyendo «Una Reliquia Religiosa»

La evolución y los astronautas ancestrales

Los mitos y leyendas quieren decir algo, pero por diversos factores distan de explicar realidades.

Cuando el génesis habla de los hijos de los hombres y de los hijos de dios, si se razona un poco, muestra algo que siempre se pasó por alto, que una estirpe humana era de factura animal, natural-hoy sabemos evolutiva- y otra una modificación realizada por dios, sus ángeles o algo no terrestre y venido desde el cielo: que generó a los hombres modernos.

Les muestro esta investigación, que seguramente direccionará sus mentes a pensar algo semejante o mejor, que me gustaría que en los comentarios me lo relataran.

Análisis complementarios en los genomas de Humanos y chimpancés han indicado que esta bifurcación evolutiva fue compleja, con posibles cruces entre los ancestros de ambas especies, señala el Broad Institute en un comunicado. (Nature).

El Broad Institute es un centro de investigación que aúna los esfuerzos del Massachussetts Institute of Technology (MIT), de la Universidad de Harvard y del Whitehead Institute.

Para intentar comprender mejor la evolución de los humanos a partir de los chimpancés, un equipo de investigadores del Broad Institute, liderados por David Reich, un profesor del Departamento de Genética de la Harvard Medical School, examinó los genomas de ambas especies.

Las diferencias entre las secuencias del ADN del hombre y el mono fueron el resultado de mutaciones genéticas, que a menudo se acumularon en proporciones estables. Por esa razón, a partir de ellas se puede conocer el tiempo que ha pasado desde la diferenciación entre una especie y otra.

Los investigadores del Broad Institute compararon directamente las secuencias completas de los genomas de humanos y chimpancés, así como la información parcial de los genomas de otros primates, como los gorilas, los orangutanes y los macacos. A partir de todos los datos, escudriñaron las variaciones genéticas y la “edad” de los genes en localizaciones concretas dentro del genoma humano completo. Esto les permitió determinar el grado de madurez presente en todos nuestros genes, una que no había sido posible descubrir en estudios previos (observación clave).

Los resultados fueron inesperados en lo que se refiere a cómo nos separamos de nuestros parientes más cercanos: los chimpancés. Indican que la estructura de población existente en la época en que los humanos y los monos se diferenciaron unos de otros era distinta a cualquier población de monos actual. Reich y sus colegas deducen, por tanto, que algo muy extraño sucedió en ese momento. Continuar leyendo «La evolución y los astronautas ancestrales»

Misterios sin resolver : Cifrados Misteriosos

El cifrado Dorabella

El 14 de julio de 1897 el compositor británico Sir Edward William Edgar envió una carta cifrada a su amiga Miss Dora Penny. Más de un siglo después la carta no ha sido descifrada. El curioso cifrado contiene 87 caracteres repartidos en tres lineas formados por la unión de semicirculos que parecen construir un alfabeto de 24 símbolos.

Si se analiza la frecuencia con la que se repiten los símbolos, se pude determinar que es similar a un texto en inglés, pero los análisis criptográficos no han podido obtener conclusiones satisfactorias. Es uno de los enigmas criptográficos más curiosos que existen.

Lineal A

El lineal A es una escritura de la civilización Minoica de Creta, se empleó entre el siglo XII y XV antes de Cristo. Sólo ha podido ser descifrada en una pequeña parte.

Se conocen aproximadamente 70 caracteres pertenecientes a una sílaba, 100 caracteres con significado propio, que se combinan en parte con los caracteres silábicos, y diversos sinos que representan cifras.

Este tipo de lenguaje se ha dado a conocer como lengua minoica, que nos es desconocida, pero se ha podido comparar con otro tipo de lenguaje, llamado lineal B, del que es predecesor. A pesar de que se han encontrado tablillas de barro con esta escritura, se piensa que usaban estas tablillas a modo de anotaciones que se guardaban poco tiempo y que realmente escribían en papiro o pergamino del que no se ha podido encontrar ningún rastro.

El cifrado D’Agapeyeff

Este cifrado es un código que aún no ha podido ser resuelto, apareció en la primera edición del libro Códigos y Cifras, un libro elemental sobre criptografía, publicado por el cartógrafo ruso Alexandes D’Agapeyeff en 1939.

El código aparecía al final del libo como un desafío al lector y sólo se puede ver en la primera edición del libro. El propio autor admitió haber olvidado que era lo que había encriptado.

Hasta la fecha no ha podido ser resuelto el cifrado, porque algunos admiten que el autor pudo equivocarse al realizar el encriptado del texto original.

El cifrado aparece de esta manera:
75628 28591 62916 48164 91748 58464 74748 28483 81638 18174
74826 26475 83828 49175 74658 37575 75936 36565 81638 17585
75756 46282 92857 46382 75748 38165 81848 56485 64858 56382
72628 36281 81728 16463 75828 16483 63828 58163 63630 47481
91918 46385 84656 48565 62946 26285 91859 17491 72756 46575
71658 36264 74818 28462 82649 18193 65626 48484 91838 57491
81657 27483 83858 28364 62726 26562 83759 27263 82827 27283
82858 47582 81837 28462 82837 58164 75748 58162 92000