Un Oasis en el desierto del Sahara

Se piensan implementar en todos los desiertos del mundo estos invernaderos gigantes que son capaces de facilitar el crecimiento de especies vegetales diversas y obtener agua potable del agua de mar, canalizada por todo el desierto, donde estas plantas se coloquen.

Este proyecto de perfeccionar un sistema de invernaderos gigantes y que funcione como una fábrica de material vegetal tiene como objetivo crear el primero de otros oasis verdes en el desierto de Sahara. Ya se ha firmado un acuerdo para construir una planta piloto cerca del mar rojo en Jordania con la participación del gobierno de Noruega. La instalación tendrá cerca de 200,000 metros cuadrados y su construcción comenzará en el año 2012.

El mundo tiene una abundancia de luz solar, agua de mar, dióxido de carbono y tierras áridas y estos recursos se usarán para la producción sostenida de alimentos, agua y energía renovable, al mismo tiempo que se combate el efecto invernadero gracias a las emisiones de CO2 que convertirán las nuevas zonas verdes en comida y madera.

La planta funcionará con agua salada del mar rojo, el agua de mar se llevará al invernadero para enfriar el aire y proporcionar buenas condiciones para los cultivos. El aire pasará por unas tuberías de agua de mar calentada por el Sol y este aire caliente y húmedo se condensará en una serie de tubos verticales de forma que se transforme en agua potable al caer en unas estructuras colectoras de agua dulce.

Esta agua dulce será calentada por un sistema central que concentra el calor del Sol para proporcionar vapor y así hacer funcionar una turbina. Esa turbina es para generar electricidad que a su vez se usará para alimentar los ventiladores y las bombas del invernadero. También se usará el agua dulce para los cultivos de semillas en el invernadero y demás usos de riego y poblacionales.

Como vemos, esto es algo lleno de ventajas que mejorarán el nivel de vida de zonas muy problemáticas del mundo, con necesidades perentorias de comida, materias y primas y de creación de trabajo digno.

por Manlio E. Wydler

No todo lo que brilla es radiactivo!

Hace tres años, una firma patentó una lamparita eléctrica que no necesitaba electricidad de red o de pilas para funcionar por doce años, con una luminosidad equivalente a otra de 20 Watts.

Inmediatamente, aparecieron muchos “sabiondos” dando sus pareceres en Internet.

Desgraciadamente, la mayoría, confundiéndolo todo.

Cuidado con ciertas informaciones

Esta tecnología se basa en elemento Hidrógeno, pero en el isótopo radioactivo (Tritio: H3).

Algunos llegan a decir que el tritio son tres hidrógenos; no, es un núcleo con un protón y dos neutrones, que se degrada en Helio tres (Isótopo del Helio: He 3) inocuo.

Otra barbaridad: Dicen que esto se inventó hace décadas y no por estas fechas y que se hacen pinturas fluorescentes, usados desde siempre en carteles y relojes.

Confunden estas pinturas fluorescentes que se hacían con base al elemento Radio, isótopo 226-el más común del Radio-, precisamente y si inventadas a partir del descubrimiento de este elemento en el año 1908. El Radio se degrada en el gas Radón.

Radioactivo, de comprobada peligrosidad, mandó a la tumba a sus descubridores, el matrimonio de Pierre y Marie Curie; los relojes de bolsillo (fabricados por ese entonces solo para hombres), lo tenían en sus esferas, permitiendo su lectura en la oscuridad, lo que ocasionó cánceres de próstata-recordar donde se portaba- hasta que se prohibió el uso de estas pinturas. Hoy se usan los fosfatos con pigmentos.

La tecnología que se emplearía para captar la corriente (beta) de electrones de la degradación del Tritio en Helio tres, serían un material de nanotubos, actuando como adsorbente del gas-impidiéndole estallar por accidente- (Hidrógeno tres, hidrógeno al fin) todo envuelto en una combinación de silicio , fósforo y plásticos pigmentados que darían así la luminosidad.

Por lo tanto, ni hablar de pinturas de tritio, si de envases que podrían adoptar diversas formas desde paredes luminiscentes hasta llaveros idem, irradiantes por diez o doce años, como el de la foto de abajo, de manufactura china.

por Manlio E. Wydler

Astronomía : Dificultades de observación

Encontrar planetas con las técnicas actuales presupone encontrar pequeñas perturbaciones en los brillos estelares que posean periodicidad y características peculiares y de allí inducir sus órbitas, masas rocosas y gaseosas y posibilidades de vida, según sus posiciones y características de cada estrella.

El Kepler, telescopio espacial de USA, busca firmas de planetas midiendo diminutas bajadas en el brillo de las estrellas provocadas por los planetas que cruzan frente a ella (tránsito). Dado que los tránsitos de los planetas, que a semejanza de la Tierra, estén en la zona habitable de estrellas similares al Sol tienen lugar una vez cada año, y que se requieren tres tránsitos para su verificación, se espera que se necesiten tres años para localizar y verificar los planetas del tamaño de la Tierra que orbitan estrellas como el Sol.

El equipo científico de Kepler usa los telescopios terrestres y el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA para revisar las observaciones de los candidatos planetarios y otros objetos de interés que encuentre la nave Kepler. El campo estelar que observa esta nave-telescopio en las constelaciones de Cygnus y Lyra sólo puede verse desde los observatorios terrestres en primavera y principios de otoño. Los datos de estas observaciones ayudan a determinar qué candidatos pueden validarse como planetas.

De 68 planetas candidatos del tamaño de la Tierra son 54 los encontrados en la zona habitable, algunos de los cuales podrían tener lunas con agua líquida”.

Entre las estrellas con candidatos planetarios, 170 muestran evidencias de tener múltiples planetas. La estrella Kepler-11, situada aproximadamente a 2000 años luz de la Tierra, es el sistema planetario más estrechamente compactado. Los seis planetas confirmados tienen órbitas más pequeñas que Venus, y cinco de los seis tienen órbitas menores que Mercurio. La única estrella con más de un planeta en tránsito confirmado es Kepler-9, que tiene tres. Los hallazgos de Kepler-11 se publican en el ejemplar del 3 de febrero de la revista Nature.

“Kepler-11 es un sistema notable, cuya arquitectura y dinámica proporciona pistas sobre su formación”, dice Jack Lissauer, científico planetario y miembro del equipo científico de Kepler en Ames. Los seis planetas son mezcla de roca y gases, posiblemente incluyendo agua. El material rocoso es la mayor parte de la masa del planeta, mientras que el gas cuenta con la mayor parte del volumen. Midiendo los tamaños y masas de los cinco planetas más interiores, se determinó que están entre los planetas de menor masa confirmados fuera de nuestro Sistema Solar.

Todos los planetas que orbitan Kepler-11 son algo más grandes que la Tierra, siendo los de mayor tamaño comparables a Urano y Neptuno. El planeta más interno, Kepler-11b, está 10 veces más cerca de su estrella de lo que la Tierra está del Sol. Moviéndonos hacia fuera, los otros planetas son Kepler-11c, Kepler-11d, Kepler-11e, Kepler-11f, y el más externo, Kepler-11g, que está a la mitad de la distancia de la Tierra al Sol. Pero no hay que desesperar, estas distancias pueden contener enormes errores, ya que estamos muy lejos y como dijimos el método es todavía muy primitivo para determinar certezas.

Los planetas Kepler-11d, Kepler-11e y Kepler-11f tienen una cantidad significativa de gas ligero, lo que indica que se formaron en menos de unos pocos millones de años desde la formación del sistema.

La misión Kepler de la NASA ha descubierto los primeros candidatos a planetas de similar tamaño que la Tierra, y los primeros en la zona habitable, (una región donde podría existir el agua líquida en la superficie del planeta). Los otros cinco de los potenciales planetas tienen casi el tamaño de la Tierra y orbitan en la zona habitable de estrellas más pequeñas y frías que nuestro Sol.

Como recalco en otros artículos, recién cuando contemos con el sucesor del James Webb, próximo a ser puesto en órbita, tendremos la potencia astronómica para realizar certeras observaciones de todo tipo.

por Manlio E. Wydler