El milagro de Calanda

Miguel Juan Pellicer nació en Calanda – España en Marzo de 1617 en una familia humilde de labradores y a los 19 años se mudó a la casa de su tío en Castellón. Segun narra la historia, a finales de julio del año 1637, llevando un cargamento de trigo se accidentó gravemente al caer de la mula en que iba montado, con tal mal fortuna que la rueda del carro en que transportaba el trigo le pasó sobre su pierna derecha fracturándole la tibia en su parte central.

Inmediatamente es trasladado a la localidad de Valencia e ingresa en el Hospital Real el día 3 de agosto de 1637, según consta en el Libro de Registro, que aún se conserva. En este hospital sólo permanece unos días y luego vuelve a Zaragoza.

Una vez allí, decide visitar el Templo de Nuestra Señora del Pilar de la cual es muy devoto. Y posteriormente es llevado al Hospital General de Nuestra Señora de Gracia, en donde permanece internado bajo la atención del cirujano Juan de Estanga. Viendo el lamentable estado de la pierna de Pellicer, que para ésta alturas se encontraba ya en estado gangrenoso, y tras consultar con los cirujanos Miguel Beltrán y Diego Millaruelo, decide amputarle la extremidad unos cuatro centímetros por debajo de la rodilla. Dicha pierna fue enterrada por un practicante en el cementerio del hospital, dentro de un hoyo «como un palmo de hondo». Se le dió de alta en el hospital, se le colocó una pierna de madera y se le proporcionó una muleta en la primavera de 1638.

Para sobrevivir hubo de recurrir a la limosna en una de las puertas del Templo del Pilar lo que aprovechaba para oir misa todos los días en la Santa Capilla, a la vez que se ungía con aceite de las lámparas el muñón de la pierna para intentar suavizar el dolor.

Esta vida de Miguel Juan duró unos dos años, ya que decidió volver a su casa de Calanda. En la primera semana de marzo de 1640 inicia su viaje de retorno a Calanda, llegando el 29 de marzo de 1640. Después de una dura jornada de trabajo en su casa, al llegar la noche, y habiéndole preparado su madre una yacija improvisada con un serón de esparto y sobre él un pellejo, al lado del lecho conyugal, debido a que su habitación la empleaba un soldado que se alojaba en su casa, se duerme. Eran aproximadamente las diez de la noche cuando según relatan, que entre las diez y media y las once de la noche entran sus padres en la habitación «a luz de candil», y perciben una «fragancia y olor suave no acostubrados allí», y al acercarse su madre para comprobar como se había acomodado Miguel Juan en el lecho improvisado de aquella noche, lo encuentra durmiendo, pero, según la leyenda local, ve admirada que por debajo de la capa paterna asomaban no uno sino los dos pies cruzados. Sus padres lo despertaron del profundo sopor en que se encontraba, ya en los primeros momentos, a la luz del candil logran observar la persistencia de viejas cicatrices de la “pierna amputada” las cuales eran la de la carreta al pasar por encima, una de un grano mal curado y otra de un perro que le había mordido, como al momento del accidente el joven aún no había completado su desarrollo la pierna era un poco más corta que la otra por lo que se le conoció como el cojo de Calanda debieron pasar 2 meses antes que estuviese completamente normal.

El día 2 de abril, cinco días después D. Miguel Andreu notario de Mazaleón, levanta acta notarial de “tan impresionante hecho”. El original de esta Acta con todo el protocolo del año 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza, el 25 de abril Miguel Juan y sus padres llegan a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del Pilar. El Cabildo de Zaragoza remitió al Conde-Duque de Olivares la información del hecho para que, a su vez, la pusiera en conocimiento del Rey Felipe IV. Declaran en dicho proceso: Facultativos y sanitarios (5 personas), entre ellos el cirujano que le amputó la pierna, familiares y vecinos (5 personas), autoridades locales (4 personas), autoridades eclesiásticas (4 personas), personajes diversos (6 personas, destacando a dos mesoneros de Samper de Calanda y de Zaragoza).

La Iglesia reconoce el hecho como “milagro” el día 27 de abril de 1641.

A finales del siglo XVII comienza la construcción en Calanda de un templo, ubicado en la casa en donde se ubicara la habitación del joven y dedicado a la Vírgen del Pilar, a quien se le atribuye el milagro.

Lo que hace más sobresaliente el hecho es la gran cantidad de documentación histórica que le respalda al igual que la cantidad de testigos del hecho personas de las poblaciones donde estuvo Miguel y que le vieron antes y después del milagro.

Creer o no creer ya es cuestión de cada uno, como todo este hecho tiene sus opositores pero es díficil que no exista por lo menos el beneficio de la duda cuando son tantos personajes y de tan diversos estatus los que dan fe del suceso.

La Oficina Médica de Lourdes es un ente que desde 1882 se encarga de recibir los millones de casos de curaciones supuestamente milagrosas de todo el mundo y de todos los credos, que van desde católicos hasta ateos racionalistas; para que se declare un milagro se aplican cuatro criterios: que el diagnóstico de la enfermedad sea perfectamente claro, que el pronóstico sea permanente o terminal a breve plazo, que la curación sea súbita, y que ningún tratamiento pueda considerarse como origen de esa curación, ni siquiera que la haya favorecido por esta razón. Menos de un centenar de estos casos son verdaderamente aceptados como tales; pero bien vale decir casi sin temor a equivocarse que ninguno o casi ningún otro tiene las caracteristicas del de aquel a quien nos referimos y que llevara al propio rey Felipe IV a besar la pierna de un súbdito suyo como lo confirma la historia.

Evangelios Apócrifos

…»Reconoce lo que tienes ante tu vista y se te manifestará lo que te está oculto, pues nada hay escondido que no llegue a ser manifiesto».

…»No estéis preocupados desde la mañana hasta la tarde, ni desde la tarde hasta la mañana, ni por vuestra comida, qué vais a comer, ni por vuestro vestido, qué vais a poneros. Mucho más valéis que los lirios, los cuales crecen y no hilan».

Se conoce con el nombre de evangelios apócrifos o extracanónicos a los escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret y que no fueron aceptados por la ortodoxia católica, por no adecuarse al canon y por ese motivo no forman parte del nuevo testamento.

Los más conocidos de éste tipo de evangelios son los papiros hallados en la ciudad egipcia de Nag Hammadi en el año 1945, entre los que se encuentran los evangelios de Tomás, Felipe y Valentín. Estos papiros han sido datados del año 340, sin embargo, se cree que fueron traducidos de un texto griego más antiguos. Incluso existe una referencia a ellos en otro misterioso documento descubierto en Oxirrinco (Egipto), en 1898 y cuya antiguedad se remonta al año 200.

Estos relatos reciben el nombre de evangelio por su aspecto similar a los cuatro evangelios admitidos en el canon del Nuevo Testamento, pero muchos de ellos no son utilizados para anunciar una Buena Noticia (que es lo que significa etimológicamente la palabra Evangelio).

Algunos consideran que éstos documentos contienen, enseñanzas ocultas de Jesús, reservadas para los iniciados. Los evangelios «apócrifos» suelen centrarse en una sola etapa de la vida de Jesús y se pueden clasificar en cuatro grupos:

Evangelios de la infancia: narran el nacimiento de Jesús o los milagros de su infancia. El más famoso es el «protoevangelio de Santiago» que cuenta el milagroso nacimiento de la Virgen. Se cuenta además que sus padres se llamaban Joaquín y Ana.

Evangelios de dichos: Son colecciones de dichos y enseñanzas de Jesús sin un contexto narrativo. Se conservaron sobre todo en círculos gnósticos. Los dos evangelios de dichos más conocidos son el «Evangelio de Tomas y el «Apócrifo de Santiago»

Evangelios de la Pasión y Resurección: intentan complementar estos momentos trágicos de la vida de Jesús. El más conocido es el «Evangelio de Pedro» que narra en primera persona.

Dialogos del resucitado. De tipo gnóstico, recogen enseñanzas del resucitado a alguno de sus discípulos. El más conocido es el «Evangelio de María» que recoge las enseñanzas de Jesús a María Magdalena cuando se le apareció.

Los evangelios apócrifos resultan de gran importancia para conocer la visión de Jesús y de la iglesia durante los primeros siglos después de la muerte de Cristo. Lo más interesantes en ellos, muchas veces, no es lo que dicen sobre Jesús, sino lo que dicen sobre el entorno, revelando así el rostro de un cristianismo más plural. Son pues, de gran importancia para la reconstruir la historia de los orígenes del cristianismo.

Los apócrifos sobre la infancia de Jesús son los más controvertidos y antagónicos a la concepción que tenemos sobre él. Se nos muestra un niño con maldad, que no duda en matar.

Estos Evangelios han tenido una gran repercusión en la concepción que tenemos del Cristianismo actualmente, pese a lo que pueda pensarse. Como ejemplos podemos citar los siguientes:

  • Considerar que san José era carpintero (en el Protosantiago lo consideran albañil). En Mt 13,55 se dice que era “artesano”.
  • La inmaculada concepción de María (Protosantiago, IV).
  • Otras tradiciones sobre María, como los nombres de sus padres (Joaquín y Ana), fiestas marianas como del 8 de septiembre (Natividad de la Virgen), etc.
  • Las leyendas sobre la avanzada edad de san José, e incluso las de que había estado casado anteriormente (lo que explicaba la incongruencia entre la virginidad de María y la existencia de los hermanos de Jesús, de los que se habla en los evangelios con la mayor naturalidad).
  • El número de los Reyes Magos (tres) y sus nombres, Melchor, Gaspar y Baltasar.
  • Los detalles sobre la decapitación de san Juan Bautista.
  • La crucifixión de Pedro boca abajo (en un apócrifo del Antiguo Testamento, que también los hay, la Ascensión de Isaías).
  • La tradición del nacimiento de Jesús en una cueva (Protosantiago, XVIII); en Lc 2, 7-12 se habla simplemente de un «establo». Así como la tradición sobre el buey y la mula.
  • La leyenda sobre los dos ladrones, Dimas y Gestas.
  • Otras escenas, como la vara de san José que florece frente a la de otros pretendientes, la Virgen en su lecho mortuorio, etc., han sido recogidas abundantemente en la iconografía cristiana, por ejemplo en la basílica romana de Santa María a Mayor.
  • La búsqueda de detalle llega a extremos para nosotros increíbles, como esa verificación de la virginidad de María después del parto que hace Salomé, mediante la prueba táctil.
  • ¡Incluso han influido en otras religiones! Está demostrado que el retrato que se hace de María en la sura 19 del Corán procede el Protosantiago, y ya hemos visto que algunos evangelios gnósticos fueron usados como libros de culto por los maniqueos.

El gnosticismo

El gnosticismo es un conjunto de corrientes filosófico-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra era, convirtiéndose finalmente en un pensamiento declarado herético después de una etapa de cierto prestigio entre los intelectuales cristianos. En efecto, puede hablarse de un gnosticismo pagano y de un gnosticismo cristiano, aunque el más significativo pensamiento gnóstico se alcanzó como rama heterodoxa del cristianismo primitivo.

Listado de evangelios gnósticos

Evangelio de Felipe
Evangelio de Tomás
Evangelio de María Magdalena
Evangelio de Judas
Evangelio apócrifo de Juan
Evangelio de Valentín o Evangelio de la Verdad
Evangelio de los egipcios

El hobbit, una nueva especie?

El Hobbit u Homo floresiensis, vivió hasta hace 12.000 años en la isla indonesia de Flores. Con apenas un metro de estatura y un minúsculo cerebro de 380 centímetros cúbicos, similar al de un chimpancé, representa una nueva especie del género Homo que convivió en algun momento de la historia con los Sapiens.

El descubrimiento de un ejemplar de Hobbit en octubre del año 2004 generó una gran polémica entre la comunidad científica. Por aquel entonces, los antropólogos que publicaron su investigación en la revista científica Nature, lo presentaron como una nueva especie de Homo sapiens que sería heredera del Homo erectus, el antecesor del homínido moderno. Pero en dicha publicación no quedaba claro cómo el pequeño humano había involucionado hasta convertirse prácticamente en un pigmeo. Error que algunos científicos aprovecharon para minimizar éste increible descubrimiento, atribuyendo la estatura del esqueleto y el tamaño de cerebro a una supuesta microcefalia. (Investigación publicada en Science en el año 2006)

Sin embargo, recientes investigaciones intentan demostrar que el hombre de Flores pertenece en realidad a una nueva especie descubierta. La confirmación ha llegado con dos nuevas investigaciones de Nature. En ellas queda totalmente desmentida la microcefalia del Homo floresiensis y, por lo tanto, deja abierta la posibilidad de que se trate de una nueva especie.

En un primer artículo, Eleanor Weston y Adrian Lister, del Museo de Historia Natural de Londres, llegaron a su conclusión a través de la siguiente analogía: Tomaron como modelo animal a fósiles de hipopótamos que, al vivir aislados en la isla de Madagascar, separados de sus antecesores, desarrollaron enanismo y encogieron de forma desproporcionada. Esto les llevó a afirmar que algo similar ocurrió con el cerebro del Homo floresiensis, que se hizo tan pequeño por el efecto de vivir en una isla, y no por una patología médica.

En el segundo estudio, William Jungers, de la Universidad de Stony Brook (Nueva York), y su equipo estudiaron los pies del hombre de Flores. Sus hallazgos muestran que las características de sus extremidades, que se parecen a las que se ven en otros primates, emparentan a este homínido no con el Homo erectus , sino con otro más remoto y primitivo. Es una nueva vuelta de tuerca en el puzle incompleto de la evolución humana, un misterio más en la búsqueda del eslabón perdido de la humanidad Pero, de momento, el hobbit ya es humano.