Enigmas : En busca de «El Dorado»

Muchos aventureros han luchado, asesinado y saqueado en el curso de la búsqueda de El Dorado. A menudo, también han ofrendado sus propias vidas persiguiendo algo que quizá no haya sido más que un sueño generado por la codicia.

Todo empezó cuando los españoles invadieron el imperio de los incas, en el Perú, en 1532 y descubrieron una fastuosa acumulación de oro que incluía muchas y bellisimas obras de arte. Los invasores ocuparon la ciudad de Cuzco y apenas podían dar crédito a sus ojos cuando vieron el botín que estaba a su disposición.

En Cuzco, las paredes del templo del emperador estaban enchapadas en oro, e incluso las cañerías que conducían el agua estaban hechas del precioso metal. Los españoles invadieron el imperio inca y capturaron al emperador, Atahualpa; Luego pidieron por él un rescate increíble: exigieron que se llenase de oro una enorme habitación de 7.0 X 5.0 metros hasta una altura de más de 2,50 metros. Los incas pagaron el enorme rescate, pero los invasores, dirigidos por Francisco Pizarro, pisotearon el acuerdo y asesinaron a su rehén a sangre fría.

No satisfechos con las formidables riquezas de que se habían apoderado, los conquistadores, en un alarde de rapacidad y de crueldad, desmantelaron el Imperio de los incas y lo despojaron de la mayor parte de sus riquezas. La codicia de los invasores no hizo sino crecer cuando oyeron relatos según los cuales existían tesoros aún más grandes en el norte, más allá de las fronteras del imperio inca, en un sitio que la gente llamaba El Dorado. Los mitos y las leyendas que rodeaban El Dorado eran muchas y variadas: algunos afirmaban que se trataba de una ciudad perdida; otros, que era un templo repleto de tesoros, escondido en lo profundo de la selva; hubo incluso quienes afirmaban que El Dorado era una montaña de oro macizo. Una de las teorías que actualmente gozan de mayor aceptación, sin embargo, sostiene que El Dorado era una persona: probablemente el jefe del pueblo chibcha (o muisca).

Los chibcha ocupaban el extremo norte de los Andes, y su jefe residía en la región donde hoy se levanta la capital de Colombia, Bogotá. El Dorado recibió ese nombre debido a la ceremonia chibcha que señalaba u ascenso al trono. El rito comenzaba cuando el pueblo se reunía a orillas del lago de Guatavita, de forma circular y rodeado de altas montañas; las celebraciones duraban varios días; en el momento culminante, el jefe que ascendía al oro, rodeado por sus sacerdotes, embarcaba en una balsa de juncos, que era conducida hasta el centro del lago. Se quemaba incienso y las flautas entonaban su misteriosa música, que se difundía sobre las aguas. Una vez la balsa estaba en el centro del lago, el nuevo jefe chibcha era desnudado y todo su cuerno se revestía con polvo de oro. Mientras el sol producía resplandores en su cuerno, el nuevo jefe cogía objetos de oro y los dejaba caer en el lago, como una ofrenda a los dioses de su pueblo. El ejemplo del jefe era seguido luego por el pueblo reunido en las orillas; cada uno aportaba su tributo, arrojando objetos de oro al agua. Así fue como el fondo del lago Guatavita llegó a contener una de las más ricas colecciones de objetos de oro del Nuevo Mundo. Curiosamente, el pueblo chibcha, el pueblo de El Dorado, no poseía yacimientos de oro propios. Continuar leyendo «Enigmas : En busca de «El Dorado»»

Coincidencias entre la Ciencia y las predicciones akashicas

En Julio del 2010, el blog Culturaexpress publicó «Vida en lugares impensados«.

… paso a copiar mi original:

Vida en lugares impensados

Por Manlio E. Wydler (Lo pueden encontrar en las primeras páginas del Blog: )

En estos últimos años por varios caminos la humanidad se ha volcado a descubrir vida más allá de nuestra Tierra.

Si bien en especial, desde la década de 1940, con el avistaje en vuelo de extraordinarias naves, la mayoría supo que no estábamos solos en el Universo.

Con las sondas robóticas se encontraron cada vez más lugares que podrían asentar algún tipo de vida en lugares de nuestro sistema solar: la Luna Europa, el planeta Marte, etc.

Hoy ya se busca con fruicción nuevas Tierras, planetas rocosos, en zonas habitables, de cercanos Soles más o menos próximos, que puedan llegar a sostener vida inteligente.

No poseemos aún la técnica para confirmar estas sospechas aún, pero nos iremos acercando; hasta ahora se trabaja sobre deducciones lógicas.

Desde el pensamiento akáshico, hay un conocimiento más amplio. Me he referido con antelación a ciertos sistemas estelares vecinos con notables civilizaciones (Alfa del Centauro, Aldebarán, Tau-Ceti, etc.).

Una experiencia akáshica me ha sorprendido: Muy pronto se encontrará un sistema “dual”, con una estrella principal, anaranjada y una enana marrón muy fría, con partes de su superficie a 38 ° centígrados, con condiciones físicas que permitirían cierta vida sobre ella. (Iluminación “crepuscular” de la estrella principal, con calor ambiental propio y otros anexos necesarios).

Cuando se efectúe, será un descubrimiento notable de un verdadero “eslabón” entre las casi-estrellas y los “jupiterianos”. Continuar leyendo «Coincidencias entre la Ciencia y las predicciones akashicas»

La leyenda de la “mano del muerto” en el póker

En el lejano Oeste un vaquero vivia y moría por su ingenio, su pistola y, a veces su habilidad a la hora de jugar a las cartas. Cuenta la leyenda que un vaquero , Wild Bill Hickok, fue asesinado a tiros a sangre fría en medio de una partida de póker. Sus cartas se esparcieron sobre la mesa boca arriba mostrando una mano de dos ochos y dos ases. No se sabe si con esa jugada habría ganado la partida, pero desde entonces se conoce a esta mano de póker como “la mano del muerto”, y es considerada un mal presagio en la mesa de juego.

En la noche de su muerte, Wild Bill entró en un salón en el territorio de Dakota. Quería unirse a una partida de póker de apuestas bajas que se jugaba en una mesa del establecimiento. Trató de encontrar un asiento en esa mesa que le diera una panorámica de las puertas frontal y trasera, con la espalda contra la pared, pero no había ningún asiento disponible. El único asiento libre disponible era uno que le permitía la visión de la puerta principal, pero que dejaba su espalda desprotegida. Wild Bill renunció a sus principios en cuestión de seguridad y fue asesinado con un tiro en la nuca a cargo de Jack McCall, hermano de una de las víctimas de Wild Bill.

En la mesa de póker esta leyenda viene a decirle a los jugadores que tentar la suerte no es una buena idea.