El misterioso cráneo conocido como el «Starchild Skull»; En español: Cráneo del niño de las estrellas, ha sido objeto de especulación y de intriga durante varias décadas. Se trata del cráneo de un niño que por sus características particulares podría provenir de otro mundo.
Historia del Cráneo de Starchild
Hace unos 65 años, en una cueva de un poblado rural ubicado a unos 150 km. al sur del estado mexicano de Chihuahua, una adolescente encontró dos esqueletos completos, uno muy extraño y de pequeño tamaño y otro de estatura y aspecto normal. La joven guardó éstos cráneos durante toda su vida y, tras su muerte, fueron entregados a un matrimonio norteamericano, para finalmente, pasar a manos de los investigadores norteamericanos Lloyd Pye y Mark Bean, quienes con la colaboración de empresas especializadas en genética como Trace Genetics CA USA, Instituto Royal Holloway de Londrés, además, el apoyo de gentista como Dr. Kem Paid junto a varios especialista en quimica, Neurociencia y CraneoFisiología han llegado a determinar que existe una probabilidd cercana al 90 por ciento que el craneo extraño sería de un ser hibrido de madre Humana y el padre de una raza no conocida.
El proyecto starchild
El fenómeno ha despertado semejante interés científico que actualmente, el proyecto «Starchild Proyect«, cuenta con prestigiosos investigadores de todo el mundo, con el único objetivo de dar respuesta a éste increible misterio.
El director del equipo de investigadores, Lloyd Pye, afirma que, la existencia de seres extraterrestres en nuestro planeta podría quedar demostrada gracias a éste extraordinario descubrimiento.
Los científicos explican que en las imágenes se puede obtener la siguiente información: Uno es totalmente normal y perteneció a una mujer joven, de entre 20 y 30 años, en cambio, el otro (el craneo StarChild) se le atribuyó a un niño de cinco años, muestra una serie de alteraciones que no parecen propias de un ser humano. Su morfología es muy extraña, con abultamiento a cada lado de los ojos y con la parte posterior alargada y aplastada. Además, las cuencas oculares son muy superficiales, por lo que se supone que la criatura carecía de movilidad en los ojos. Por otra parte, el denominado foramen magnum, el agujero que se encuentra en la base del cráneo y que lo une a la columna vertical, se encuentra adelantado, casi en el centro de la base. Asimismo las pruebas de carbono 14 y ADN, realizadas por el Dr. David Sweet de la University of British Columbia de Vancouver (Canadá), dieron como resultado una antigüedad de 900 años.
A su vez el equipo que analizó los cráneos descartó la posibilidad de que todas esas «peculiaridades» sean malformaciones congénitas, lo que deja con la gran posibilidad de que estamos frente a la presencia de una especie alienígena. esta posibilidad cobra mucha fuerza ya que las muestras de DNA realizada al craneo del «niño» no se ha podido encontar ninguna especie viviente conocida que coincida con el ADN del supuesto Padre, es más, están en la espera del definitivo exámen de ADN realizada con la más avanzada tecnología genética que tendrá el resultado final a fines de 2008 o comienzos de 2009.
La leyenda del niño de las estrellas
En cuanto al origen hibirdo de este niño, los indígenas que habitan la zona donde se encontraron los cráneos cuentan una antigua leyenda sobre los niños de las estrellas. Según estos relatos, que se remontan como mínimo a dos siglos atrás, unos seres procedentes de las estrellas dejaron embarazadas a varias mujeres que vivían en las aldeas más aisladas de la región. Después de dar a luz a estos niños de las estrellas, los criaban durante varios años, hasta que sus padres regresaban del cielo para llevárselos. ¿Es posible que los restos encontrados correspondieran a una madre que intentó evitar que le arrebatasen a su hijo híbrido?
Video: Starchild – Hijo de las estrellas
Una profesía podría cumplirse
En otros artículos ya hemos mencionado algunos de los acontecimientos históricos que Benjamín Solari Parravicini profetizó hace más de medio siglo. Una de sus psicografías habla específicamente de la teoría de Charles Darwin y de la verdadera descendencia del ser humano.
«La teoría de Darwin dejará de ser porque se sabrá que el hombre bajó de los planetas» (Benjamín Solari Parravicini – 1938)