Dos de las desapariciones más misteriosas ocurridas en el triángulo de las bermudas durante la década del 40′ parecen haber sido resueltas.
Todos conocemos las enigmáticas historias en relación a la región triangular que forman los puntos imaginarios de las Bermudas, Florida y Puerto Rico: Ell Triángulo de las Bermudas; Lugar en el que decenas de Barcos y Aviones han desaparecido sin dejar rastro durante varios años.
Pero un nuevo estudio realizado por el periodista Tom Mangold para la BBC ofrece explicaciones plausibles de la desaparición de dos aviones comerciales británicos en la zona, con la pérdida de 51 pasajeros y todos sus tripulantes.
Un avión probablemente sufrió de un fallo técnico catastrófico como consecuencia de un mal diseño, mientras que el otro es probable que se haya quedado sin combustible. Si bien ésta nueva teoría no explica la totalidad de las desapariciones producidas en el área en cuestión, representa un punto de partida para volver a retomar los casos restantes con una nueva visión del tema.
Hace sesenta años, los vuelos comerciales entre Londres y las Islas Bermudas eran nuevos y peligrosos. Se requeriría una parada obligatoria en los Azores, situados a unas 2.000 millas de vuelo de las Bermudas, para el reabastecimiento de combustible. En ese momento dicha distancia representaba el vuelo comercial más largo del mundo. Además, la infraestructura de los aviones de la era de la posguerra eran mucho menos fiables que los aviones de hoy en día.
Una breve recopilación de historias de desapariciones misteriosas.
La Fuga de Alcatráz
En 1960 y tras una ardua preparación, tres reclusos (Frank Morris y los hermanos Angelin) lograron furarse de la prisión más segura del mundo: «Alcatraz», una cárcel situada sobre una roca en medio de la bahía de San Francisco. Nunca se descubrió el paradero de ninguno de ellos y queda abierto el interrogante de si todavía siguen con vida en algún lugar del planeta, ocultándo su identidad para no ser descubiertos o si murieron ahogados durante el escape o fueron presa de los hambrientos tiburones que hay en el lugar.
El Experimento Filadelfia.
El Experimento Filadelfia fue un proyecto ultrasecreto llevado a cabo por los Estados Unidos en 1943. En 1979 fue tema de un libro escrito por Charles Berlitz titulado «Sin rastro» y de muchos otros, así como de innumerables películas. El propósito de este experimento consistía en hacer la materia del buque invisible al radar, manifiestamente con fines bélicos. El experimento falló porque el buque, en rigor, no se tornó invisible como se esperaba, sino que literalmente desapareció del plano físico… Leer el artículo completo
Viajes en el tiempo?
Una niña española, conocida como “La niña de las peras”, desapareció en 1905 en el Barranco de Badajoz, reapareciendo medio siglo más tarde con la misma edad… ¿Qué le ocurrió?… Leer el artículo completo
La última expedición de Fawcett
Uno de los misterios más insondables en los anales de los viajes de exploración lo constituye la desaparición, en febrero de 1925, del coronel Percy Harrison Fawcett junto con su hijo Jack y un amigo de la infancia cuando buscaba una supuesta antigua ciudad perdida, que estaba convencido de encontrar en alguna parte del Amazonas. Lo curioso es que durante los años posteriores a su desaparición surgieron varias personas sensitivas que dijeron haber recibido mensajes telepáticos de Fawcett en los que afirmaba estar bien y sin problemas de ningún tipo…
El enigma del Vuelo 19
Aunque desde mediados del siglo XIX han desaparecido en el Triángulo de las Bermudas más de 50 barcos y 20 aviones, uno de los casos más significativos fue el del vuelo 19: cinco bombarderos estadounidenses tipo torpedo abandonaron Fort Lauderdale el 5 de diciembre de 1945 en un vuelo de entrenamiento rutinario y con buenas condiciones metereológicas. Ninguno volvió y tampoco el hidroavión que se envió a buscarlo. ¿Que puede haberles sucedido? . Leer la historia del Triángulo de las Bermudas
Betty Hill era una trabajadora social y activista por los derechos humanos, Betty Hill murió en su casa a consecuencia de un cáncer de pulmón, cuando habían pasado 43 años de la noche que cambió su vida.
La historia de la primera abducción.
Fue el 19 de septiembre de 1961. Betty y su marido, Barney, regresaban a Portsmouth tras unas vacaciones en Canadá, adonde habían viajado en busca de un poco de sosiego que aliviara la úlcera de Barney, tal vez consecuencia de la enorme presión social a la que se vieron sometidos en una época en la que los matrimonios interraciales no estaban bien vistos.
Según su relato, cuando atravesaban las Montañas Blancas de New Hampshire, bien entrada la noche, vieron una luz en el cielo, que al principio confundieron con una estrella. Cuando se percataron de que les seguía, Barney paró el coche para coger sus prismáticos y, de paso, su revólver. Miró hacia el resplandor y observó luces de colores y ventanas, y, a través de ellas, siluetas. Muy asustado, regresó al vehículo y emprendió el regreso a toda velocidad. Sin embargo, llegaron a su casa con la ropa manchada y desgarrada y un retraso de dos horas. Dos horas que quedaron como un paréntesis en su memoria.
Acosados por las pesadillas
Los dos años siguientes desde el incidente fueron un infierno para los Hill: la úlcera de Barney se agravó, y ambos sufrieron crisis de ansiedad, hipertensión, insomnio y pesadillas. Pesadillas en las que eran secuestrados por seres extraños.
Acosados por los trastornos, acudieron a un prestigioso psiquiatra y neurólogo de Boston, Benjamin Simon, especialista en terapia hipnótica. El doctor los sometió, por separado, a sesiones de hipnosis regresiva, en las que la pareja ‘reconstruyó’ la laguna mental de dos horas: según su relato, habían sido secuestrados por extraterrestres y sometidos a todo tipo de pruebas físicas en una nave espacial. Los alienígenas habrían programado después las mentes de Betty y Barney para que no pudieran recordar lo sucedido, y los habrían liberado.
Según la descripción de la pareja, los extraterrestres serían seres de 1,5 metros de estatura, calvos, con la piel grisácea, cabeza en forma de pera, grandes ojos como los de los gatos, nariz y boca pequeñas, y se comunicarían por telepatía, si bien el líder del grupo también hablaba inglés…
Incluso se pintó un mapa interestelar a partir de las descripciones de Betty, basadas -según ella- en las enseñanzas del ‘cabecilla’ de los extraterrestres. Tiempo después, se verificaría la existencia de dos estrellas que figuraban en ese plano. También el Ejército ratificaría que esa noche los radares de la Base Aérea de Pease habían captado un objeto no identificado, aunque «sin consecuencias», según el informe militar.
Un circo mediático
El doctor Simon no creyó la versión de sus pacientes -que desde aquel momento se hicieron habituales de programas de radio y televisión-, y adujo que las personas no siempre dicen la verdad cuando se encuentran bajo hipnosis. Para él, los Hill sufrían amnesia, y Betty utilizó sus sueños con extraterrestres para rellenar ese hueco en la memoria, que habría trasferido al subconsciente de su marido al narrarle las pesadillas. No obstante, nunca quedó claro por qué sufrían amnesia.
Fallecido su marido en 1969, Betty Hill fue alejándose de los medios de comunicación, e incluso llegó a denunciar el «espectáculo comercial» en el que se había convertido el tema de los ovnis. No obstante, en 1995 publicaría el libro ‘Una aproximación a los ovnis desde el sentido común’.
El de los Hill es el primer caso de abducción hecho público y uno de los mejor documentados. Dio lugar a artículos, programas, libros y hasta una película. Su relato supuso además la ‘apertura de la veda’ para los cientos de personas que, desde entonces, han asegurado haber sido abducidos.