Una planta resucita despues de 400 años

Investigadores descubren por primera vez musgos capaces de revivir en la naturaleza y el laboratorio tras cuatro siglos sepultados bajo un glaciar. La capacidad de regeneración de la planta sorprende a los científicos

Desde el siglo XX, el fenómeno del retroceso de los glaciares se ha multiplicado y cada vez son más los científicos que se acercan a ver qué dejan sobre la tierra cuando el hielo desaparece. Desde 1960, son muchos los estudios que han dado cuenta de la aparición de plantas tras el paso del glaciar, pero siempre resultaba que el material biológico exhumado estaba muerto. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) ha dado con un tipo de musgo capaz de pasar cuatro siglos sepultado bajo una gruesa capa de hielo y resucitar tras saludar de nuevo al Sol.

Este equipo de científicos acudió a inventariar los restos biológicos que había dejado el glaciar Lágrima de la isla Ellesmere, en el archipiélago ártico canadiense. Allí descubrieron estas plantas oscurecidas, que parecían muertas, salvo porque en algunos extremos mostraban brotes verdes: tallos que volvían a reverdecer y ramitas que daban testimonio de la regeneración. Tras analizar su composición, concluyeron que esos musgos habían estado cubiertos por el glaciar unos 400 años, casi desde los comienzos de la Pequeña Edad de Hielo que enfrió el hemisferio norte entre 1550 y 1850.

Según explican los investigadores en su estudio, publicado hoy en la revista PNAS, dieron con cuatro especies distintas de briofitas —el grupo de plantas que abarca a los musgos— de las que fueron capaces de generar hasta 11 cultivos in vitro en el laboratorio, demostrando que se trata de una capacidad de regeneración propia de este tipo de plantas. Las células de estos musgos tienen la capacidad de diferenciarse y desarrollar una nueva planta en un proceso análogo al de las células madre. “Por lo tanto”, escriben, “las células se pueden apagarse fisiológicamente durante la desecación y revivir cuando las condiciones son favorables”. De este modo, estas plantas “son candidatos ideales para experimentos biológicos, especialmente en ambientes extremos”.

Este descubrimiento no sólo evidencia la gigantesca capacidad de adaptación de estas plantas a condiciones extremas, sino también la concepción que tenemos de la biodiversidad en zonas colonizadas por el hielo. “En los ecosistemas polares, la regeneración de tejidos sepultados por el hielo durante 400 años amplía significativamente nuestro conocimiento sobre su papel en la recolonización de los paisajes polares (pasados o presentes)”, aseguran.

A la luz de estos resultados, aquellos paisajes que vuelven a estar expuestos tras el retroceso del hielo “ya no deberían ser asumidos como estériles”. “En un mundo en plena disminución de la diversidad biológica, nuestro estudio muestra que la conservación de briofitas subglaciales sirve como un reservorio genético desconocido que manifiesta la capacidad de resistencia de las plantas terrestres y la riqueza emergente de ecosistemas como los glaciares polares que retroceden”, apuntan.

Crean un resistente material hecho a base de sol y agua

Es ocho veces más resistente que el acero inoxidable, transparente, ligero, conduce la electricidad y algunos aseguran que este material «maravilla», como lo llaman algunos, transformará la agricultura tal y como hoy la conocemos.

Hablamos de la nanocelulosa cristalina, un material que se obtiene a partir de la compresión de fibras vegetales o se cultiva usando microorganismos como las bacterias.

Este nuevo material es considerado por algunos como una opción más ecológica y asequible que el publicitado grafeno, y sus aplicaciones incluyen la industria farmacéutica, cosmética, biocombustibles, plásticos y la electrónica.

Según estimaciones del gobierno estadounidense, en 2020 su producción moverá una industria de unos 600.000 millones de dólares anuales.

Transformaciones en la agricultura

Hasta hace poco una de las mayores preocupaciones de los adeptos a la nanocelulosa era cómo producirla en grandes cantidades y a un bajo costo, pero científicos creen que por fin han dado con la técnica para cultivar este material de forma abundante usando algas genéticamente modificadas.

El investigador Malcom Brown, profesor de biología de la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos, y uno de los pioneros en el mundo en este campo de investigación, explicó recientemente durante el Primer Simposio internacional de Nanocelulosa, cómo funcionaría el nuevo proceso. Continuar leyendo «Crean un resistente material hecho a base de sol y agua»

Científicos logran utilizar un haz de luz para atraer objetos

Como en la escena fantástica de muchas de las películas de extraterrestres: la nave se acerca a la Tierra, se abren las compuertas y surge un haz luminoso que atrae hacia el interior a las personas y objetos que se encuentren en su radio de acción. Y ya no hay vuelta atrás: esas personas han sido abducidas pos los extraterrestres.

Inventan un Rayo Abductor

Pues esta imagen podría estar más cerca de la realidad de lo que pensamos gracias al trabajo desarrollado por un equipo de la Universidad de St. Andrews basado en un rayo abductor que, por el momento, ha sido capaz de atraer hacia sí objetos microscópicos. La investigación ha sido publicada en la revista Nature Photonicsand, y en ella se señala que a pesar de la novedad de la técnica, sus aplicaciones podrían ser muy importantes.

Por ejemplo, en el campo de la medicina, como en las pruebas y tratamientos de muestras de sangre. Y es que este rayo tiene unas potencialidades enormes para seleccionar y actuar sobre determinadas partículas del objeto sobre el que actúan. Tomas Cizmar, el jefe del equipo, ha señalado en la BBC que «en algún momento podrían ser usados para separar células sanguíneas, por ejemplo».

La investigación está basada en el principio de la radiación, cuya fuerza fue identificada por primera vez en 1619 por el astrónomo alemán Kepler: cuando los objetos microscópicos son tocados por un rayo de luz, los fotones los direccionan a lo largo de ese haz de luz.

Los científicos, procedentes de Escocia y de la República Checa, han dado vida a este haz ‘tractor’ que, a imagen y semejanza del que aparece en Star Trek, permite por primera vez utilizar un rayo de luz para atraer objetos microscópicos. Estos se unen en forma de cadena en su viaje hasta el haz de luz.