El Hombre Oso – La leyenda del Ucumar

El Ucumar, algunas veces conocido como Ucumari o Ucumare, incluso como el hombre oso, es un mítico animal salvaje terriblemente feo, con ligeros rasgos humanoides, manos y pies muy grandes y cuerpo enteramente cubierto de pelos, larga barba y frente angosta.

Ucumar significa «oso» es lenguaje quichua y aymara y su leyenda se circunscribe al ámbito de América del Sur, especialmente el norte argentino, Perú, Bolivia, Ecuador y algunas regiones de Venezuela y Colombia.

En la mitología precolombina el oso de anteojos era venerado por los Indios y puede que de aquella época ya existan algunos relatos sobre un oso de anteojos relacionado con las cuestiones sobrenaturales. Existen algunas petroglifos con representaciones del oso frontino en la iconografía precolombina.

El Ucumar se dice que es ser mitad hombre y mitad oso y que vive en las selvas del Noroeste argentino, tambien conocidas como las yungas. El Bolivia, se conoce como Jukumari y habita las zonas boscosas del Departamento de Chuquisaca. Ambos están emparentados con mitos peruanos de antigua data.

El Ucumar vive en cuevas, en el fondo de las quebradas, pero merodea los ríos y vertientes, bañándose en ellos: es fácil por eso encontrar allí sus pisadas, similares a las de un oso. Según algunas versiones, además de fuerte es ágil, y puede treparse a los árboles más altos.

Descubrimiento del Ucumar – 2010

A finales de octubre del mes pasado, se dió a conocer, por distintos medios de comunicación, la noticia de que dos puesteros de un paraje del cerro El Crestón, ubicado a unos 40 kilómetros al oeste de San José de Metán, departamento de Metán de la provincia de Salta habían cazado a un extraño ser de aspecto humanoide pero de descomunales y afilados dientes. La fotografía del críptido recorrió la web y los noticieros de la televisión y se sumaron a los rumores de los lugareños que vaticinaba el desrubrimiento del legendario «Ucumar».

La noticia reavivó por un corto plazo el debate sobre la existencia del Yeti local. Sin embargo, a escasas dos semanas del hallazgo, una comisión policial acudió a la zona en donde se había producido éste misterioso hallazgo; Precisamente al cerro El Crestón de Metán, con el objetivo de corroborar dicha información y a buscar las pruebas necesarias para iniciar una investigación.

En dicho operativo, uno de los dos arrieros involucrados en la historia, explicó que ellos habrían matado a un mono y que posteriormente un visitante le habría tomado fotos y divulgado el fraudulento hallazgo del Ucumar.