Misterios sin resolver: Lluvia de Peces.

Lluvia de Peces en Singapur.

El 16 de febrero de 1861, un violento terremoto sacudió la isla de Singapur y durante los seis días siguientes llovió de forma torrencial. En la mañana del 22, después de un último y furioso chaparrón, paró de llover. Francois de Castelnau, un naturalista francés que se encontraba en la isla, informó un año más tarde a la Academia de Ciencias de París sobre lo que sucedió entonces.

“A las 10 de la mañana salió el sol y desde mi ventana observé un gran número de malayos y chinos llenando cestos de peces que recogían en los charcos de agua que cubrían el terreno. Cuando pregunté por el origen de los peces, respondieron que habían caído del cielo. Tres días después, cuando los charcos se secaron, encontramos muchos peces muertos”.

Un caso similar en Estados Unidos.

El 23 de Octubre de 1947, el doctor A.D. Bajkov, marino y científico norteamericano, desayunaba en compañ´çia de su esposa cuando de repente comenzó a llover de forma torrencial. A los pocos minutos comenzó a ver peces tirdos en la calle: «peces sol, pececillos de ojos grandes y róbalos negros de hasta 23 cm de longitud». Se encontraron más peces en los techos, fríos y muertos, pero aptos para el consumo.

Lluvia de peces en Inglaterra.

En 1979 un periodista británico reunió información sobre un fenómeno análogo ocurrido en Mountain Ash, Gales, el 9 de febrero de 1859. Por lo visto, John Lewis, que estaba trabajando en un aserradero, quedó atónito cuando hacia las 11 de la mañana fue golpeado por pequeños objetos que caían del cielo. Uno de los objetos se coló por el cuello de su camisa. Cuando metí la mano me quedé sorprendido al descubrir que era un pececito. El suelo también estaba cubierto de ellos. Me quité el sombrero; el ala estaba llena de peces. Saltaban por todas partes… Mis compañeros y yo podríamos haber llenado cubos con ellos.

Lluvia anual de Peces en Honduras.

En el centro de Honduras se encuentra Yoro, donde el tiempo camina tan despacio y en donde la realidad se funde con la fantasía, a tal grado que cada año ahí se vive una supuesta lluvia de peces, suceso que se ha intentado explicar hasta con una leyenda. [Ver Artículo completo]

Explicaciones Científicas sobre la Lluvia de Peces.

Una de las explicaciones más aceptadas ha sido la de la tromba marina, torbellino o tornado, que actúan elevando hasta las nubes el agua del mar con sus correspondientes peces y los sueltan sobre tierra firme. Sin embargo, y dada la gran variedad de casos con características disímiles, ésta explicación solo puede explicar certeramente un grupo de éstos fenómenos. El resto de los sucesos sigue siendo un completo misterio.

Más información sobre la lluvia de Peces:

Desapariciones misteriosas; El caso del granjero David Lang.

El granjero norteamericano David Lang, poseía una granja en las cercanías de la ciudad tejana de Gallatin. Vivía felizmente con su esposa y sus dos hijos, y su vida transcurría con la normalidad de una familia media norteamericana. Cierto día, el 23 de septiembre de 1880, David Lang salió de la casa junto a su esposa mientras los niños jugaban en el jardín. El granjero, les dijo que iba a echarles un vistazo a los caballos y que luego irían todos a la ciudad. Estas fueron sus últimas palabras.

Y esto fue así, pues cuando el hombre comenzó a caminar tropezó con algo, y al caer ¡desapareció sin dejar rastro! La esposa, los hijos y el juez Peck, que pasaba por allí en ese momento en su carruaje, fueron testigos de esta misteriosa desaparición y tras hacer un examen del lugar, completamente atónitos, fueron incapaces de hallar una sola huella del granjero y padre de familia. A excepción de un amplio pastizal, allí no había árbol, arbusto u hoyo, en el que pudiera haberse caído. Sencillamente, se había evaporado.

La policía realizó una exhaustiva búsqueda e incluso se hicieron perforaciones para descubrir galerías subterráneas o simas en el que el granjero hubiese podido caer, pero no se encontraron rastros ni de éstas ni de la persona a la que se buscaba.

La señora Lang, nunca quiso creer que su marido había muerto por lo que jamás celebró funerales por el alma de David. No obstante, no pudo soportar vivir en lugar tan extraño y al poco tiempo vendió la granja.

Unos siete meses después de la tragedia, los dos hijos de David Lang, se encontraban jugando en el lugar donde su padre se había evaporado y he aquí que descubrieron que en el mismo sitio donde el granjero había caído, la hierba y las flores ya no crecían tan espesamente. Más tarde dijeron también, que habían oído a su padre pidiendo auxilio hasta que la voz se disolvió en la nada para siempre.

Nunca más se supo del pobre granjero David Lang, ni el lugar al cual pudo haberse ido. Para algunos, se evaporó en otra dimensión. Para otros, su cuerpo debió sumergirse en un agujero en el tiempo. Fuera lo que fuere, la desaparición de David Lang, fue todo un misterio y aún hoy no se ha podido dilucidar la causa de su extraña evaporación.

Vía: El hombre que se evaporó en el aire

El misterio de las Esferas de Costa Rica.

Durante los años cuarenta, cuando una compañía bananera norteamericana comenzó su explotación en el delta del Diquis, al sur oeste de Costa Rica, cuando al iniciar las labores de limpieza del bosque, preparándolo para el cultivo, se descubrieron unas imponentes piedras rocosas de distintos tamaños y con forma esférica.

Son de tamaño variable. La mayoría de estas esferas de piedra son perfectamente circulares, un sólido bloque y sus superficies agradables al tacto, libres de asperezas. Hasta la fecha no se podido encontrar una esfera que estuviera en proceso de construcción o el sitio donde eran producidas; las más pequeñas tienen sólo unos pocos centímetros de diámetro y las esferas más grandes llegan a tener un diámetro superior a los dos metros, llegando a pesar hasta 16 toneladas. no se puede saber si fueron hechas por una generación o por varias a través de un período largo de tiempo, el método usado todavía es estrictamente una teoría. Un misterio similar al de las pirámides mayas y egipcias, como las gigantescas cabezas de isla de Pascua, rodea el origen de las enigmáticas esferas de Costa Rica en la región del Pacifico Sur.

Hasta el momento se desconoce la cantidad existente dado que, por su peso y característica del suelo de la selva tropical, gran cantidad de ellas yacen hundidas bajo el exuberante manto vegetal. Están construidas en piedras de granito Andesita y roca sedimentaria. Estos tipos de piedra no se han hallado en la zona del delta del Diquis. Aunque la mayoría de las esferas se encuentran en enclaves arqueológicos precolombinos, no hay forma de saber si fueron realizadas por estos o por alguna otra cultura anterior a esta.

Inmediatamente después de su descubrimiento, la arqueóloga Doris Stone, realizó una serie de investigaciones que resultaron vanas al no poder datar la antigüedad de las piedras, con qué herramientas fueron tan perfectamente realizadas y tampoco el origen de estas. Posteriormente, Samuel K. Lothrop, experto en civilizaciones indígenas y arqueólogo, se propuso desvelar el enigma de estas piedras esféricas, pero no pudo formular ninguna teoría concluyente. Más recientemente, grupos de arqueólogos han investigado con métodos más modernos las esferas de Diquis, llegando a la conclusión de que estas se comenzaron a realizar hace unos 3.000 años.

Las antiguas leyendas decían, que en su interior se escondían piedras preciosas y oro, siendo esto el final de muchas de las piedras debido a que mucha gente se dedicó a buscarlas y destruirlas, no hallando ningún tesoro en su interior. Las teorías en torno a las esferas de piedra, al igual que otras que giran alrededor de otros antiguos enigmas de los que no se tiene conocimiento de sus orígenes, son muchas y variadas.

Algunos arqueólogos piensan que las piedras fueron creadas por la antigua y bélica tribu de los Chibcha, utilizando prisioneros de guerra como esclavos para trabajar las piedras, utilizándolas como símbolo de poder entre grupos y que el tamaño de las esferas iba relacionado con el status de cada pueblo. También existe la teoría de la representación astronómica. En dicha hipótesis (divulgada por el investigador Michael O’Reilly) identifica a las esferas de costa rica como posibles cartas celestes con una finalidad ceremonial o a modo de calendario orientativo.

En 1979 se encontró una de estas piedras en Guayabo de Turrialba (Provincia de Cartago), la cual pudo haber tenido la función de calendario de precisión y que junto al uso de objetos astronómicos de poca magnitud, daba detalles de fechas como los solsticios, el día más largo del año y la duración de la época de lluvias.

Esta teoría se basaba en fundamentos lógicos, fruto de un estudio serio, aunque carecía de contexto. Otra teoría nada convencional, realizada por el antropólogo estonio Iván Zapp en su libro: «La Atlántida en América», afirma que las piedras podían ser originarias de la Atlántida, isla continente desaparecida hace 12.000 años, y aunque las autoridades arqueológicas de Costa Rica no están muy de acuerdo con esta teoría, el International Biographical Centre, mencionó a Zapp, como uno de los científicos más connotados del siglo XX. Iván Zapp descubrió con la ayuda de Carlos Araya (Comandante de las Líneas Aéreas de Costa Rica) y un atlas, normal al principio y de Mercator (Atlas que tiene en cuenta la curvatura de la Tierra) posteriormente, que las esferas tal y donde estaban situadas cuando se descubrieron, señalaban a distintas direcciones, igual que si fueran mapas a gran escala.

Uno de los alineamientos desenterrados por los arqueólogos, mostraba el trayecto en línea recta que conduce hasta la Isla del Coco, después a las islas Galápagos y finalmente hasta la Isla de Pascua. Un segundo grupo de rocas, apuntaban a las islas de Jamaica, Cuba y Bermudas. Mientras que otras estaban orientadas hacia Gizeh, en Egipto y a Stonehenge en Inglaterra. Confirmando de este modo, que se trataba de rutas hacia otros lugares del planeta.

Fotos : Esferas de Piedra