Rusia planea instalar un radiofaro en el asteroide Apophis que amenaza la Tierra, para rastrear su trayectoria, según declaró hoy en un simposio sobre el Sistema Solar el jefe de la Agencia Espacial Cósmica, Vladímir Popovkin.
El aparato espacial, cuyas estimaciones de lanzamiento se estiman para el año 2020, debe aterrizar sobre el asteroide e instalar el radiofaro para llevar a cabo cálculos balísticos más precisos de la trayectoria del vuelo.
El asteroide Apophis se acercará dos veces a la Tierra a una distancia de tan solo 38.000 kilómetros entre el año 2020 y el 2030. Por ese motivo, y para preveer cualquier cambio en su trayecto, los científicos espaciales rusos llevarán a cabo dicha empresa.
El oro y otros metales preciosos presentes en la corteza de nuestro planeta son el resultado de un bombardeo de asteroides que se produjo más de 200 millones de años después de que se formara la Tierra, según un estudio publicado por la revista Nature en el año 2011. Los investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) llegaron a esta conclusión tras comparar la composición de rocas de casi 4.000 millones de años de antigüedad halladas en Groenlandia con la de muestras más modernas. Estas rocas tan primitivas son una oportunidad única para conocer la composición de la Tierra poco después de la formación del núcleo y antes del bombardeo de meteoritos.
El profesor Matthias Willbold y sus colegas midieron los isótopos de tungsteno de las rocas y comprobaron que la composición del manto terrestre cambió después del bombardeo de meteoros hace unos 3.900 millones de años, unos 650 millones de años después de la formación del Sistema Solar. «La mayoría de los metales preciosos sobre los que se basan nuestras economías y muchos procesos industriales clave se añadieron a nuestro planeta por una feliz coincidencia cuando la Tierra fue alcanzada por miles de millones de toneladas de asteroides», señaló Willbold.
Los resultados de las mediciones apoyan la teoría de que la lluvia de meteoros, que también es responsable de muchos de los cráteres de la Luna, aportó esta capa de materiales preciosos después de la formación del núcleo, lo que explicaría la sorprendente abundancia de estos metales cerca de la superficie de la Tierra. Continuar leyendo «El oro y los metales preciosos llegaron del espacio»
«Antes era Némesis, luego fue Tyche, en unos años será un objeto espacial particular…»
Foto enviada por la sonda WISE del cometa Siding Sprint en su viaje hacia el Sol
Hace un tiempo me referí a la posible Némesis, una compañera del Sol, una avejentada pequeña estrella rojo-negra, cuya órbita externa a la nube de Oort, sería la responsable de las caídas abundantes de meteoritos y cometas sobre la Tierra con grandes desapariciones de vida. Como esa teoría apocalíptica cada vez tiene menos fuerza, ya no se busca al “malévolo “Némesis y ahora se busca a una benévola Tyche, hermana de aquel en la mitología griega.
Este sería un hipotético gran planeta: los astrofísicos John Matese y Daniel Whitmire, que en el 2010 proponían la existencia de un acompañante binario para nuestro sol, un planeta mayor que Júpiter, ya dentro de la “nube de Oort”.
Según la página de WISE, esta es una misión de la NASA, lanzada en diciembre de 2009, que escaneó la esfera celeste cerca de una vez y media en cuatro longitudes de ondas infrarrojas. Capturó más de 2,7 millones de imágenes de objetos en el espacio, desde lejanas galaxias a asteroides y cometas relativamente cercanos a la Tierra. Recientemente, WISE completó una misión extendida que le permitió finalizar el escaneo completo del cinturón de asteroides, y dos registros completos del universo más distante, en dos bandas infrarrojas. Hasta ahora, los descubrimientos en la misión de objetos previamente desconocidos incluyen una estrella súper fría o enana marrón, 20 cometas, 134 objetos cercanos a la Tierra (Near-Earth Objects; NEOs) y más de 33 000 asteroides en el cinturón principal entre Marte y Júpiter.
Tras su exitoso registro, WISE fue puesto en hibernación en febrero de 2011. El análisis de los datos recogidos continúa. Se espera un informe público preliminar de las primeras 14 semanas de datos en abril de 2011, y uno final con el análisis completo en marzo de 2012.
Por ahora, parece que nada se ha encontrado, pero no quiere decir que no exista algo, ya que como dije en el artículo de Némesis, está justo detrás de la elíptica del sistema solar, por lo que a nuestros telescopios, aunque sean espaciales, como están dentro de este virtual círculo, se les hace muy difícil poder detectar algo detrás de esta “enorme cortina”.
Pero a no desesperar, algo se encontrará en pocos años más y cambiará algunas cosas en nuestros conocimientos.
Hace un tiempo me referí a la posible Némesis, una compañera del Sol, una avejentada pequeña estrella rojo-negra, cuya órbita externa a la nube de Oort, sería la responsable de las caídas abundantes de meteoritos y cometas sobre la Tierra con grandes desapariciones de vida. Como esa teoría apocalíptica cada vez tiene menos fuerza, ya no se busca al “malévolo “Némesis y ahora se busca a una benévola Tyche, hermana de aquel en la mitología griega.
Este sería un hipotético gran planeta: los astrofísicos John Matese y Daniel Whitmire, que en el 2010 proponían la existencia de un acompañante binario para nuestro sol, un planeta mayor que Júpiter, ya dentro de la “nube de Oort”.
Según la página de WISE, esta es una misión de la NASA, lanzada en diciembre de 2009, que escaneó la esfera celeste cerca de una vez y media en cuatro longitudes de ondas infrarrojas. Capturó más de 2,7 millones de imágenes de objetos en el espacio, desde lejanas galaxias a asteroides y cometas relativamente cercanos a la Tierra. Recientemente, WISE completó una misión extendida que le permitió finalizar el escaneo completo del cinturón de asteroides, y dos registros completos del universo más distante, en dos bandas infrarrojas. Hasta ahora, los descubrimientos en la misión de objetos previamente desconocidos incluyen una estrella super fría o enana marrón, 20 cometas, 134 objetos cercanos a la Tierra (Near-Earth Objects; NEOs) y más de 33 000 asteroides en el cinturón principal entre Marte y Júpiter.
Tras su exitoso registro, WISE fue puesto en hibernación en febrero de 2011. El análisis de los datos recogidos continúa. Se espera un informe público preliminar de las primeras 14 semanas de datos en abril de 2011, y uno final con el análisis completo en marzo de 2012.
Por ahora, parece que nada se ha encontrado, pero no quiere decir que no exista algo, ya que como dije en el artículo de Némesis, está justo detrás de la eclíptica del sistema solar, por lo que a nuestros telescopios, aunque sean espaciales, como están dentro de este virtual círculo, se les hace muy difícil poder detectar algo detrás de esta “enorme cortina”.
Pero a no desesperar, algo se encontrará en pocos años más y cambiará algunas cosas en nuestros conocimientos.