Curiosidades Matemáticas: La suma de los 100 primeros números.

Cuenta la historia que en el año 1787, cuando Carl Friedrich Gauss tenía apenas 10 años, un alboroto en el aula del colegio provocó que el maestro enojado, pidiera a los alumnos que sumaran todos los números del 1 al 100. Creyendo que el castigo sería tenerlos a todos un buen rato ocupados.

A los pocos minutos, Gauss se levantó del pupitre, y le entregó el resultado de la suma al profesor : 5050. El profesor, asombrado y seguramente creyendo que su alumno había puesto un número arbitrariamente, se dispuso él mismo a hacer la interminable suma. Al cabo de un buen rato, comprobó que, efectivamente, la suma daba como resultado 5050.

¿Como hizo Gauss para resolver la suma en tan pocos minutos?. Si no se tratara de un problema matemático, seguramente creeríamos que el joven niño contaba con algún tipo de poder paranormal. En efecto, el poder más brillante a veces se encuentra en la razón.

Sucede que Gauss hizo lo siguiente:

Como debía sumar los números del 1 al 100; Es decir:

1+2+3+4+5+6+……………..+97+98+99+100.

Observó por un momento la secuancia de números y descubrió que si sumaba el primero con el último, el segundo con el anteúltimo y así sucesivamente obtenía siempre el mismo resultado:

(1+100) = (2+99) = (3+98) = …. = (50+51) = 101

Luego, y como entre el número 1 y el 100 tenía 50 pares de números, solo restaba multiplicar por 50 el resultado obtenido.

50 x 101 = 5050.

Mas tarde, Gauss aplicaría el mismo principio para hallar la suma de la serie geométrica y muchas otras series.

Animales Sorprendentes: La historia de Cristian, el León.

En 1969 John Rendall y Ace Berg vieron a un león en venta, encerrado en una pequeña jaula y decidieron comprarlo y llevarlo a vivir con ellos a Inglaterra. Lo bautizaron con el nombre de Christian.

El león creció rapidamente y llegó un momento en que el tamaño representó un obstáculo que impedía mantenerlo en las condiciones adecuadas, por lo que tuvieron que llevarlo a una reserva natural africana.

Un año más tarde, viajaron nuevamente a Africa para visitar a Christian, pero les advirtieron que el león ahora era un animal salvaje y que era la cabeza de una familia de leones por lo que seguramente no los reconocería.

Video de la historia de Cristian; El León.

EL robo maestro: La leyenda de D.B. Cooper.

El 24 de noviembre de 1971, un hombre vestido con un traje negro secuestró un avión, obtuvo un rescate de 200.000 dólares y huyó saltando en paracaídas a 3.000 metros de altitud sobre el Estado de Washington. Desde entonces, su identidad se ha convertido en una leyenda. Segun varias fuentes de internet, el FBI, tras investigar a más de mil sospechosos, tendría nuevas pistas para dar con el paradero del hombre de el gran robo maestro. Nunca se encontró su cadáver y tampoco el dinero y el paracaidas que utilizara para realizar su fechoría.

Cuenta la leyenda que un hombre de mediana edad, alto, de frente ancha, orejas de soplillo, abrigo y corbata negros y traje impecable compró un billete en Portland bajo el nombre de Dan Cooper, para el vuelo 305 de Northwest Orient Airlines con destino a Seattle. Unas horas más tarde, el avión, en el que viajaban 36 pasajeros y seis tripulantes, es secuestrado por Cooper, quien pide que al aterrizara Seattle, le sean entregados 200.000 dólares y cuatro paracaídas, ya que de lo contrario detonaría una bomba que llevaba consigo haciendo explotar el avión. Cuando finalmente el avión llegó a Seattle, los pasajeros desembarcaron normalmente y ajenos a la realidad del secuestro. Cooper, esperó a que le entregaran los 200.000 dólares en billetes de 20 y los paracaídas. Negoció la salida de dos azafatas y se quedó con una tercera. Hecha la transacción, ordenó al piloto que se dirigiera hacia Reno (Nevada). Le dio órdenes concretas respecto a qué altura volar, a qué velocidad y cómo colocar las alas del avión, y le especificó que no sellaran la puerta de atrás. El Boeing 727 era el único modelo con unas escalerillas que permitían utilizar esa puerta para saltar y, evidentemente, el secuestrador conocía esos detalles. D. B. Cooper repartió los cinco kilos que pesaba el dinero por todo su cuerpo, invitó a la azafata a encerrarse en la cabina con el piloto y se quedó solo. Después de eso, se lanzó desde 3.000 metros de altura sobre el Estado de Washington y sus montañas escarpadas, sus glaciares y sus bosques infestados de osos. Seguramente habrá tenido algún otro plan para poder escabullirse de la naturaleza ostil que lo esperaba debajo. Desde ese momento ha pasado a ser un misterio sin solución, con muchos supuestos, pero ninguna verdad.