Netflix revela tráiler y fecha de los nuevos episodios de «Misterios sin resolver»

Los nuevos capítulos de ‘Misterios sin resolver están cada vez más cerca. Netflix le dio a sus fans un nuevo adelanto. ¡Miralo!

‘Misterios sin resolver’ es uno de los grandes sucesos de Netflix en este 2020. Si bien la serie documental es una remake del clásico de los años ’80 que generó repercusión durante décadas, la plataforma de streaming logró obtener una remake que atrapó a los espectadores, y más en esta actualidad que nos tiene en casa por la pandemia del Coronavirus.

La ficción se estrenó el 1 de julio, con apenas 6 episodios que presentaron casos repletos de misterio, suficiente para captar la atención de los espectadores. Apenas unos meses después, Netflix anunció que veríamos la segunda parte este año.

«¿Por qué es importante averiguar por qué alguien murió hace 25 años?» comienza preguntándose el primer tráiler de los 6 casos siguientes, llamados «Fantasmas del Tsunami», «Niños robados», «La Dama del Lago», «Asesinato en Washington», «Muerte en Oslo» y «Un condenado a muerte fugitivo». Cierra con la frase: «Alguien sabe algo»

La primera parte de la serie tuvo tanto éxito a nivel mundial que se posicionó como la cuarta producción más vista de la plataforma de streaming en el mes de julio, por lo que los fans recibirán esta nueva entrega con gran expectativa.

Qué es el «agua muerta», el fenómeno que atrapa a los barcos en medio del océano

En 1893, el explorador noruego Fridtjof Nansen comenzó una expedición al Polo Norte que le daría fama mundial por conseguir romper el récord de latitud norte. Esa travesía también lo convertiría en la primera persona en observar un extraño fenómeno que ha desconcertado a los oceanógrafos por más de un siglo.

Cuando navegaba por las aguas del Ártico, al norte de Siberia, Nansen notó que de pronto su barco, el Fram, comenzó a detenerse, a pesar de que sus motores andaban a toda máquina.

El aventurero describiría la anomalía como una «fuerza misteriosa» que retenía a su embarcación, haciendo que casi no pudiera maniobrar.

«Hicimos bucles en nuestro curso, a veces dimos vueltas, probamos todo tipo de estrategias para evitarlo, pero con muy poco éxito», relató luego.

Nansen se convirtió así en el primero en observar este fenómeno, al que le dio el nombre de «agua muerta».
Capas

Once años más tarde, en 1904, el físico y oceanógrafo sueco Vagn Walfrid Ekman logró identificar qué causaba esta anomalía.

Ekman demostró en un laboratorio que olas formadas en esta parte del océano Ártico debajo de la superficie, entre capas de agua salada y dulce -que tienen distinta densidad- interactuaban con un barco, generando resistencia.
Ártico
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En el agua del Ártico se mezclan capas de diversa salinidad.

Lo atribuyó a los glaciares que se derretían, formando una capa de agua dulce sobre el mar, más salado y denso.

Sin embargo, en sus pruebas de laboratorio, Ekman vio que las olas de arrastre generaban oscilaciones en la velocidad del barco.

Esto difería de las observaciones de Nansen, cuyo barco se detuvo a una velocidad constante y anormalmente baja.

Hasta ahora nadie había podido explicar estas diferencias, ni tampoco entender exactamente cómo funciona el efecto que genera el agua muerta.

Pero un equipo interdisciplinario del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), la institución de investigación más importante de Francia, y de la Universidad de Poitiers, cree haber develado ambos misterios.
«Cinta transportadora»

El grupo de físicos, expertos en mecánica de fluidos y matemáticos franceses utilizó una clasificación matemática de diferentes olas internas y un análisis de imágenes experimentales a escala de subpíxel para estudiar el fenómeno.

En un trabajo que publicaron a comienzos de julio en la revista científica PNAS concluyeron que las variaciones de velocidad descritas por Ekman se deben a la generación de olas que actúan como una especie de «cinta transportadora ondulante».

El polo Norte magnético sigue su misterioso desplazamiento hacia Siberia

Las brújulas tradicionales (las que utilizan una aguja imantada) y una larguísima lista de modernos instrumentos de posicionamiento y geolocalización -desde las apps de nuestros teléfonos inteligentes hasta los sistemas de navegación de los barcos- funcionan basándose en los campos magnéticos de la Tierra.

Uno de los elementos básico del complejo magnetismo terrestre es la situación del polo Norte magnético, un punto que -a diferencia del estable polo Norte geográfico- se mueve constantemente en función de procesos todavía no conocidos con exactitud como el movimiento de las masas de hierro líquido en las capas internas del planeta.

La situación del polo Norte magnético fue determinada por primera vez por James Clark Ross en 1831 en el Ártico canadiense. Poco después se pudo comprobar que este punto se desplazaba en dirección a Rusia, primero a una velocidad de unos 15 kilómetros por año y, en las últimas décadas, a casi 55 km por año.

Desde mediados del siglo XIX hasta ahora, el polo Norte magnético ha sufrido una deriva -en distintas direcciones- de 2.250 km.

Conocer como se produce el desplazamiento de este punto y, en general, como se distribuye el magnetismo en la superficie de toda la superficie terrestre (el denominado Modelo Magnético Mundial, WMM por sus siglas en inglés) es de gran importancia para garantizar la precisión de los instrumentos y sistemas indicados anteriormente.

La versión actualizada del Modelo Magnético Mundial, presentada esta semana, muestra -entre otros datos de gran interés- que el polo Norte magnético seguirá desplazándose en los próximos años hacia Siberia a una velocidad de unos 40 km por año, es decir, algo más lento que en las últimas décadas.

Los motivos exactos de este desplazamiento siguen sin estar del todo determinados, aunque los expertos tienen cada vez más clara su relación con el giro de algunas de las capas del interior de la Tierra.

La actualización del WMM ha sido publicada por los Centros Nacionales de Información Ambiental de Estados Unidos (dependiente de la NOAA) y y el British Geological Survey, con el apoyo del Instituto Cooperativo para la Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES).

“Las empresas de teléfonos inteligentes y electrónica de consumo confían en el WMM para proporcionar a los consumidores aplicaciones de brújula, mapas y servicios GPS precisos. El WMM es también la herramienta de navegación estándar para la Administración Federal de Aviación, el Departamento de Defensa de los EE. UU., la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y otras entidades”, recuerdan las instituciones científicas responsables de la actualización de este modelo.

Los estudios preliminares para la actualización del WMM fueron publicados en la revista científica Nature el pasado mes de enero, ver más información en La Vanguardia .

La actualización del WMM muestra la localización de las Zonas oscuras o áreas en las que se registran variaciones muy importantes de los campos magnéticos y las Zonas de precaución, donde las brújulas y otros sistemas pueden comenzar a mostrar a errores.
FUENTE: La Vanguardia