El terremoto de Japón y las profecías de Parravicini

Una impresionante psicografía de Benjamín Solari Parravicini que data de año 1939 parece haber pronosticado el terremoto que sacudió a Japón.

En el dibujo, publicado en la página 123 del libro «Profecías inéditas y finales de BSP», de Pedro Romaniuk (Ed. Larín, 2007) aparecen figuras que posicionan geográficamente el epicentro de un suceso de gran magnitud en Japón junto a una frase:

«Ruido de ruidos ensordecerán las alturas. La bomba F».

Las especulaciones sobre el gráfico llevan a pensar que «la bomba F» podría hacer alusión tanto a una fusión nuclear, como la que se sospecha que se desencadenó en los reactores de la central nuclear Fukushima, o también al nombre de la ciudad en cuestión donde se encuentran los reactores. También podría tratarse del término Fujita que los japoneses emplean para medir la magnitud de una catástrofe.

Las predicciones de Parravicini, el «nostradamus argentino» se han ido cumpliendo a lo largo del tiempo con relativa certeza y numerosos libros se han publicado acerca de sus más de mil dibujos premonitorios.

Entre sus profecías, Parravicini anunció la guerra de los seis días entre Israel y sus vecinos, la asención de Franco al poder en España, la carrera espacial entre USA y Rusia y hasta la crisis económica argentina del 2001, asegurando que se trataría de un experimento que luego se llevaría a cabo en el mundo entero.

Tormenta Solar en 2011?

En su estado más enojado, el sol puede emitir las mareas de la radiación electromagnética y la materia cargada conocidas como eyecciones de masa coronal o CMEs, emitiendo Burts electromagnéticas que podrían perturbar los satélites y otras tecnologías.

El próximo año será un año importante para el clima espacial, porque el sol se retira de un canal de baja actividad y se adentra en un período tan esperado y posiblemente destructivos de la turbulencia.

Muchas personas se sorprenderán al saber que el sol, en lugar de quemar con coherencia impecable, pasa por momentos de calma y la tempestad.

Sin embargo, dos siglos de observación de manchas solares – manchas oscuras, relativamente fresco en el rostro solar vinculados a poderosas fuerzas magnéticas – han puesto de manifiesto que nuestra estrella sigue un ciclo de aproximadamente 11 años de la conducta.

El último ciclo se inició en 1996 y por razones que no están claras ha llevado más tiempo de lo esperado hasta el final.

Ahora, sin embargo, hay señales cada vez más que el sol se está sacudiendo de su letargo y la creación hacia el «máximo solar», o el clímax del ciclo, dicen los expertos.

«La última predicción de mira a mitad de camino alrededor de 2013 como la fase máxima del ciclo solar», dijo Joe Kunches del Espacio de la NASA del Centro de Predicción del Clima.

Pero hay un largo período de alta actividad, «más como una temporada, con una duración de dos años y medio», uno y otro lado del pico, advirtió.

En su estado más enojado, el sol puede hacer brotar las mareas de la radiación electromagnética y la materia cargada conocidas como eyecciones de masa coronal o CMEs.

Esta onda de choque puede tardar varios días en llegar a la Tierra. Cuando llega, se comprime el campo magnético del planeta de protección, liberación de energía visible en las latitudes altas como las auroras brillantes – la famosa Northern Lights y luces del sur.

Sin embargo, las CME no son sólo eventos bonita. Continuar leyendo «Tormenta Solar en 2011?»

La profecía del papiro egipcio

A pesar de que Egipto fue gobernado durante muchísimos años por otros pueblos que habían conquistado sus territorios, estas nuevas autoridades tomaban con mucho respeto la gran historia de esta nación así como sus costumbres y leyendas, por lo que algunos veían con temor el significado de sus profecías y vaticinios que se encontraban plasmados en algunos antiguos documentos.

Lord Cromer fue un embajador inglés destacado en El Cairo, y que poco antes de que Egipto se liberara de la ocupación británica de sus territorios en 1952, tomó en su poder un viejo papiro que fue escrito durante la época Ptolomeica, es decir, entre el año 304 y 30 a.C., y lo mandó a quemar, al parecer por temor a lo que decía en él.

En este papiro egipcio existía una profecía en la que se mencionaba que los antiguos dioses de Egipto habían decidido abandonarlos indefinidamente, porque se encontraban enfadados con su pueblo, y que desde el momento de su partida, los territorios egipcios iban a ser controlados por fuerzas extranjeras, pero que alguna vez regresarían.

El papiro también decía que las señales que indicaban la partida de sus dioses estaban marcadas por la partida de los ibis de la vera del Nilo, así como por la desaparición de la caña del papiro y de la flor de loto de sus terrenos habituales en Egipto.

Y ciertamente que todo ello ocurrió, pues con la llegada de Alejandro Magno, en el 304 a.C., el control de esas regiones siempre estuvo en manos de romanos, griegos y otros extranjeros de Egipto, y todo lo profetizado respecto a los ibis, la caña del papiro y la flor de loto ocurrió.

Dorothy Lady, una estudiosa de Egipto, que vivió en El Cairo en fechas poco antes a 1952, da fe de cómo reaparecieron los ibis por Luxor, y de cómo la flor de loto y la caña de papiro volvían a aparecer increíblemente.

En 1952, Egipto fue abandonado por los británicos para que sea gobernada por los mismos egipcios. Los dioses volvieron a casa.