Cuando hablamos de estrellas, sabemos que éstas son casi estrellas que por su exigua masa y composición de elementos, nunca sería una estrella verdadera. Las enanas marrones son los cuerpos extraños del cosmos, más masivas que los planetas, pero no lo suficientemente pesadas para generar las altísimas temperaturas en sus núcleos y así iniciar la fusión termonuclear que requieren las verdaderas estrellas. Además las estrellas parecen iniciarse con gran acúmulo de gas hidrógeno y
en las enanas marrones se encuentra otros elementos, acumulados y no –por supuesto- formados en ella.
La superficie del Sol está aproximadamente a 6000 grados C. La temperatura en la superficie de las nubes de Júpiter es de aproximadamente -145 ° C), aunque en su núcleo el calor alcanzaría los 24 000 ° C.
La enana marrón, llamada CFBDS J005910.83-011401.3, está a unos 40 años luz de nuestro Sistema Solar. Fue descubierta por un conjunto de científicos usando los telescopios (Canadá Francia Hawai) y el (Géminis Norte), ambos en Hawai, y el del Observatorio Europeo al Sur de Chile.
La masa de las enanas marrones normalmente es de menos de 70 masas que la del planeta Júpiter. En contraste a una estrella como nuestro Sol, que pasa la mayor parte de su tiempo quemando hidrógeno y manteniendo una temperatura constante, una enana marrón pasa la mayor parte de su vida enfriándose, mayormente del calor de acreción y degradación de elementos radioactivos pesados.
Las primeras enanas marrones se detectaron en 1995. Desde entonces, se ha encontrado que comparten propiedades con los grandes planetas, aunque también hay diferencias.
Por ejemplo, las nubes de polvo y aerosoles, así como grandes cantidades de metano, se detectaron en las atmósferas de las enanas marrones más frías, al igual que en la atmósfera de Júpiter y Saturno. En tanto que en las atmósferas de las enanas marrones, el agua siempre está en estado gaseoso, mientras que se condensa en hielo de agua en los planetas gigantes; y nunca se ha detectado amoniaco en una enana marrón, aunque es un componente principal de la atmósfera de Júpiter.
La enana marrón recientemente descubierta parece más un planeta gigante que las clases conocidas de enanas marrones, tanto por su baja temperatura como por la presencia de amoniaco. Pero se la catalogó como estrella por su soledad.
Hasta la fecha, se conocen dos clases de enanas marrones: las enanas L (temperatura entre 1200 a 2000 ° C, las cuales tienen nubes de polvo y aerosoles en su atmósfera superior, y las enanas T con temperatura menos de 1200 ° C, las cuales tiene un espectro muy diferente debido al metano que se forma en su atmósfera.
Debido a su contenido de amoniaco y temperatura mucho más baja y a que las enanas L y T, la CFBDS0059 podría ser el prototipo de una nueva clase de enana marrón que se conocerá como enana Y, por lo que la nueva clase se convertiría en el objeto estelar más frío, de aquí que sea el eslabón perdido entre las estrellas y los planetas gigantes.
Si inferimos que la atmósfera de las enanas marrones se parecen mucho a la de los planetas gigantes, pueden usarse las mismas como modelos para reproducir las condiciones físicas de los mismos ya que observar las atmósferas de los planetas extra-solares es muy complejo debido a que la luz de los planetas está incrustada en la luz mucho más potente de la estrella madre. Un cuerpo estelar aislado, se observa y estudia mejor.
Muy interesante explicación de estas rarezas.Si hubiere una temperatura en superficie de solo 36 grados C, podría haber vida sobre estas enanas marrones, que utilizaran algún sistema para sintetizar sustancias alimenticias?
Mi gran amiga Olga, pronto leerás un artículo con la posibilidad que preguntás. Gracias.