El «candelabro» de Paracas es un enorme geoglifo cuyas dimensiones totales rondan los 183 metros de longitud, 3,2 metros de anchura entre los brazos, y una profundidad de surco de las lineas de entre 1 y 1,2 metros.
En la base del «Candelabro» aparece dibujado un rectángulo cuya profundidad oscila entre los 10 y los 60 metros, dependiendo de si las fuertes oleadas de aire de la zona vacían o llenan el surco de arena. Para construir este geoglifo se piensa que se recurrió a la técnica del vaciado y del prensado, hasta conseguir que las paredes de los surcos quedaran tan sólidamente apelmazadas que resulta muy dificil que la arena se desprenda y tape el surco.
Otro hecho curioso que revela el examen detallado de los surcos de las líneas del «candelabro» de Paracas se produce cuando, al excavar la tierra del fondo, tras unos diez o quince centimetros, aparece una costra blanquecina, muy habitual en esa zona, que se supone que era el verdadero suelo del surco y que quizás pudiera resplandecer bajo la acción del sol, siendo entonces visible a gran distancia, al modo de un moderno faro.
Esta hipótesis, la de ser una flecha indicadora para los navegantes que se dirigían a ese punto resulta la más probable, el problema reside en que al desconocer la época en la cual este geoglifo fue realizado, hace igualmente muy complicado sacar conclusiones acerca de la dirección a la que apunta el eje principal del «tridente» o «candelabro».Por ello existen otras hipótesis acerca de su función, algunas más verídicas, otras menos, que relataremos a continuación mediante un breve resumen.
Un símbolo masónico revolucionario
Una de estas teorias es la que defiende que el «candelabro» de Paracas es una obra relativamente reciente, ya que se atribuye su creación al militar libertador José de San Martín (1778 – 1850).
Para los investigadores que creen en esta hipótesis la función del «candelabro» sería entonces un símbolo masónico de revolución y libertad. Son muchas las leyendas que circulan acerca de la presunta pertenencia a la masoneria de muchos de los grandes personajes que participaron en las distintas guerras de liberación de las colonias americanas respecto de España.
El mapa de un gran tesoro
Otra serie de investigadores opina que este geoglifo fue realizado por los piratas que infectaban las rutas comerciales oceánicas de los galeones españoles que llevaban los impuestos y las riquezas de América a la metrópoli durante los siglos XVI y XVII.
Para ellos su función sería la de indicar una ruta hacia un posible gran tesoro. Una teoria similar a esta es la que defiende el francés Robert Charroux que pensaba que era un indicador que señalaba donde se encontraba un fastuoso y legendario tesoro inca.
Un símbolo ritual de sacrificios humanos
Tras su estudio en el lugar, el famoso periodista y escritor español J.J Benitez en el capítulo que le dedica al «candelabro» de Paracas en su libro Mis enigmas favoritos señala que la función del extraño geoglifo no era la de señalar hacia las líneas de Nazca ni tampoco necesariamente una señal para posibles visitantes estelares sino quizás un símbolo ritual de sacrificios humanos.
Opina eso basándose en que el eje principal apunta directamente al rumbo de la isla Blanca y del archipiélago de Las Chinchas, donde se encontraron momias de mujeres jovenes decapitadas muy posiblemente como sacrificio a los dioses.
Indicador para extraterrestres hacia Nazca
Por último, la teoría menos plausible de todas, sostenida por investigadores como Von Danniken y L.Taylor Hansen, que parten ya de una falacia como es la de que el «candelabro» señala hacia Nazca (que como ya se ha mencionado no es así), es la de que el «candelabro» sería un indicador a las naves de los supuestos extraterrestres que nos visitaron en la antigüedad hacia las líneas de Nazca.
Una respuesta a «Misterios de Perú : El Candelabro de Paracas»