La Organización Mundial de la Salud, confirma que ya son 350 los muertos por el brote de ébola.
Desde que a mediados de marzo se dieran los primeros casos de un brote sospechoso, el ébola ha matado a 350 personas en Guinea, Sierra Leona y Liberia hasta convertirse en el peor episodio protagonizado por esta enfermedad, el más mortífero, ya que nunca hasta ahora había alcanzado los tres centenares de víctimas fallecidas. Bart Janssens, director de operaciones de Médicos Sin Fronteras, tenía buenas razones para pronunciar esa frase en una entrevista: en diez días, el número de casos mortales confirmados de ha disparado un 60%. Según Janssens, su organización está desbordada y a punto de quedarse sin recursos para hacer frente a la situación.
El virus del ébola puede alcanzar una tasa de letalidad de hasta el 90% (matando a 9 de cada diez contagiados), y en esta ocasión ha conseguido aterrorizar a tres países de África Occidental a pesar de estar en una tasa del 64% (la cifra total de infectados se eleva ya a 528) debido a la dificultad de contener el brote epidémico. Aunque ya se ha extendido por múltiples regiones el principal foco de mortalidad del brote se encuentra localizado en la provincia guineana de Gueckedou, centro regional de transportes y fronteriza tanto con Sierra Leona como con Liberia.
Médicos Sin Fronteras critica que la falta de reflejos iniciales de la OMS a la hora de forzar a los gobiernos a tomar decisiones ha facilitado que el virus se haya extendido de esta manera, facilitando su movilidad para cruzar fronteras. La enfermedad, cuya cura se atasca por falta de dinero, generalmente ataca zonas poco pobladas de África central u oriental, lo que limita su diseminación, pero este brote se inició en un área de mucha movilidad y ya se ha extendido a zonas densamente pobladas, como las capitales de Guinea, Conakri, y Liberia, Monrovia.
Los expertos sobre el terreno lamentan que los ciudadanos no han cambiado de comportamiento y siguen viajando, negándose a ser ingresados y exponiéndose al virus en funerales y cuidando enfermos. Sierra Leona ha cerrado sus fronteras con Guinea y Liberia, las escuelas, cines y discotecas, aunque permanecen abiertas las mezquitas e iglesias. La OMS no cree necesario recomendar todavía estas restricciones de viajeros o del comercio. Según este organismo, el episodio más mortífero hasta el momento fue el primer brote de ébola, registrado en el Congo en 1976, que provocó 280 muertes.
El Ántrax fuera de control
También esta semana, en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades se produjo una accidental exposición de 86 científicos a esporas de ántrax, en un episodio que ha puesto en entredicho el trabajo de sus laboratorios, ya que todo se produjo cuando investigadores de un laboratorio de bioseguridad de alto nivel de la agencia no siguieron los procedimientos apropiados para desactivar la bacteria.