El misterioso fenómeno TLP

Las siglas TLP corresponden a las iniciales según la traducción inglesa de «Transient Lunar Phenomena», o lo que es lo mismo, Fenómenos Transitorios lunares. En realidad se trata de luces misteriosas que no se observan de forma continuada, sino de muy tarde en tarde y en momentos de exploraciones lunares muy concretos.

Cierto es que el que escribe siempre se ha mostrado un tanto escéptico en este sentido, máxime cuando se emplea la palabra misterio. Esas luces tienen explicaciones muy convincentes que veremos al final, la duda estriba en conocer certeramente a qué motivo corresponde cada una de las observaciones. Los TLP se pueden visualizar (repito que es muy difícil ver un TLP; yo jamás he visto uno hasta la fecha) en el interior de algunos cráteres o sobre las cimas de las cordilleras montañosas. En algunos casos aparecen como nubes en movimiento o sombras con un período de vida muy corto.

Algunos observadores de la Luna y hasta la primera mitad del siglo XX, creían que esas sombras eran grupos de animales que caminaban o corrían sobre la superficie de la Luna en busca de comida.

La idea no era muy descabellada como parece, pues si nosotros estuviéramos en la Luna y observáramos ciertas regiones de la Tierra donde los animales se agruparan masivamente, veríamos moverse sobre la Tierra, sombras de tamaños variados y para todos los gustos, sobre todo si estos animales se concentraran en zonas desérticas, caso del bisonte en Estados Unidos antes de la llegada de los primeros colonos europeos, cuando estos se contaban por millones.

Lo que es cierto, es que sean lo que sean, los TLP deben existir. Grandes figuras en el campo de la astronomía, han dejado constancia escrita de ellos y no podemos negar su existencia.

Historia de los fenómenos TLP

1778. Desde España, el astrónomo Antonio de Ulloa, mientras contemplaba el eclipse de Sol del día 24 de junio, da cuenta de una grieta o abertura en la superficie lunar, que termina con el resultado de un punto brillante cuando los rayos del sol pasan sobre él. Continuar leyendo «El misterioso fenómeno TLP»

Tau-Ceti; una «prima» del Sol

Una estrella cercana a nosotros y que llama mucho la atención es Tau – Ceti: Es una estrella en la constelación Cetus similar al Sol en masa y tipo espectral. A poco menos de 12 años luz de distancia del sistema solar, es una estrella relativamente cercana. Es un astro de bajo contenido metálico, de lo que se deduce su baja probabilidad de albergar planetas del tipo terrestre en su sistema. Las observaciones astronómicas han detectado más de 10 veces la cantidad de objetos y polvo estelar rodeando la estrella en relación al sistema solar. La estrella aparenta ser estable, con pequeñas variaciones estelares.

No se han descubierto aún acompañantes que permitan medir la velocidad radial: teniendo en cuenta las posibilidades de definición astronómica, esto solo excluye acompañantes subestelares como una enana marrón. A causa del disco de escombros, cualquier eventual planeta orbitando Tau Ceti enfrenta la probabilidad de muchas más colisiones que la Tierra. Hasta aquí lo que dice la literatura astronómica.

Desde el conocimiento akáshico, su luminosidad es algo menor al Sol, algo más ambarina. Siendo más antigua, su calor es menor y el planeta habitable se encuentra a la distancia algo mayor de la que Venus se encuentra del Sol. O sea es su segundo planeta. Hay otro más cerca de Tau-Ceti y otro posterior al habitado original, luego hay una extenso cinturón de asteroides y cuatro planetas gaseosos, ninguno mayor a Urano, el cinturón exterior de cometas y asteroides es similar al nuestro pero más denso.

En un mundo más antiguo que nosotros, no solo llegó su civilización a altísimas cumbres de tecnología, sino que ya ha dado un número extenso de seres de luz. Los actuales habitantes con cuerpos son humanoides, pero con diversos tipos de seres espirituales que han ido emergiendo en múltiples vidas y que habitaron en cuerpos de muchas especies animales. (Sus espíritus habitaron cuerpos animales varios antes que los humanoides).

Cuando podamos conocerlos, encontraremos que el crisol de las re-encarnaciones permiten, en todos los mundos, que la inteligencia y la espiritualidad emerjan desde los más bajos estratos vivientes. Veremos así, reflejado lo que en nosotros también acontece. Son seres superiores y han hecho alianzas benefactoras con otros homínidos avanzados de aspecto semejante a nosotros.

Algunas de sus naves exceden el plano tecnológico, están constituidas por, si me permiten, de un modo… espiritual. Realmente faltan las palabras.

Las Pleyades

El cúmulo estelar de las Pléyades (Palomas, en griego) se encuentra a 440 años luz de nosotros y cuenta con unas 500 estrellas blanco azuladas, grandes , otras gigantes rojas, otras enanas blancas y marrones en un frente de 12 años luz.

Como se ha podido estudiar, es un conjunto de estrellas que se ha formado conjuntamente por la intersección de polvo estelar y gases viajeros con este sector de nuestra Vía Láctea. (En estos momentos, otra nube de polvo y gases está interactuando con nuestra constelación de la que se formara seguramente otro cúmulo estelar).

El nacimiento de estas estrellas es muy reciente, Recién en la Tierra nacían dinosaurios, se
calcula en poco más de 100 millones de años. Las estrellas enanas blancas, no son de la serie principal, sino que han sido estrellas dobles, una de ellas transfiere masa a la otra y provocó una temprana explosión (nova) – estas enanas blancas son el resultado de esas masivas estrellas tempranamente explotadas-. Como vemos, ninguna de estas estrellas ha podido generar vida inteligente en tan poco tiempo. En realidad, posiblemente no han tenido tiempo para generar ningún tipo de vida, de existir planetas rocosos «terráqueos».

Ni siquiera sus estrellas pueden colocarse dentro de las más aptas para sostener la vida. Las
azul blanquecinas son demasiadas poderosas fuentes de radiación, tal que se ven a simple vista y son las conocidas desde la antigüedad: Taygeta, Pleione, Merope, Maia, Electra, Celaeno, Atlas y Alcyone, las palomas, las hermanas, los cabritos, la serpiente, etc., según las nombraran cada pueblo. Las rojas, marrones y enanas blancas, por otros motivos, no serían lo mejor para generar vida y menos inteligente.

Por lo tanto, desde el saber akáshico, no nos sorprende, que en estos lugares solo existan bases de una raza muy antigua de homínidos, muy modificados, los llamados «grises», provenientes de lugares más centrales de la galaxia. Desde allí desde hace un millón de años han radiado influencias hacia muchos sitios, entre ellos nuestra Tierra. Son seres de mucha inteligencia y habilidades, no se detienen ante nada para acrecentar sus necesidades de conocimiento y juego, no son éticos y se «trasvisten», modificando su apariencia, para hacer «apariciones» milagrosas santurronas y/o maléficas, modificar la realidad cambiando la decoherencia de la misma y martirizando a la humanidad desde casi el advenimiento del hombre moderno. (Somos para ellos un gran circo romano).

Son en gran medida responsables del contenido de las religiones y la administración de justicia. Sus intervenciones causan generalmente grandes daños, pero siempre las hacen parecer obras de seres humanos «diabólicos». Casi todo lo escrito sobre los “pleyanos” no son más que inspiraciones erróneas de estos seres, a los que es mejor tener lejos. Parece que los otros homínidos, más parecidos a nos y de civilizaciones más jóvenes se encargan de neutralizarlos desde hace algunos siglos, con resultados aún diversos.

Los que usualmente producen abducciones traumáticas, tienen bases orbitando sobre cuerpos rocosos en estrellas cercanas como la estrella de Barnard, enana rosada, a 5,8 años luz en la constelación de Ophiuchus, vieja estrella que nunca soportó vida inteligente propia y de la estrella Wolf, enana roja minúscula, a 7,8 años luz en la constelación de Leo, muy joven que tampoco tuvo vida inteligente propia.

Hay tanto para decir de estos seres y son cosas tan duras, que me tomaré un respiro, hasta
una nueva oportunidad….si la hay.