El primero octubre de 2002, una familia de apellido Henriquez Carreño, originaria de Santiago de Chile, que pasaba sus vacaciones en la ciudad sureña de Concepción, encontró una diminuta criatura con aspecto humanoide. El pequeño ser medía unos 7 centímetros de longitud, su cabeza era desproporcionadamente grande, poseía dos brazos con largos dedos y dos piernas.
El hijo de 15 años de la familia Henriquez Carreño, encontró la extraña criatura cuando jugaba con su primo en las proximidades de la Laguna Los Galindos. Según las palabras del adolescente, cuando encontraron el desconocido ser, éste se encontraba con vida, pero en el trascurso de los días posteriores habría muerto.
Fotos de TOY, el pequeño extraterrestre de Chile
Extraterrestre o Marsupial?
La noticia fue proporcionada más tarde por el periodista Rodrigo Ugarte al noticiero del canal Mega, de Santiago, y pronto acaparó la atención de todo Chile y del mundo entero. El enigmático ser fue apodado TOY.
Durante un tiempo, algunos investigadores del fenómeno OVNI y curiosos, visitaron a la familia Carreño en busca de pistas que permitieran explicar el extraño descubrimiento. Todas las hipótesis apuntaban a que se trataba de un alienígena, ya que su cuerpo representaba características que no se podían explicar racionalmente. Por ejemplo, el cuerpo parecía estar momificado, Sin embargo y pese a haber pasado el tiempo, nunca se esclareció el origen de éste pequeño desconocido.
Arturo Mann, un médico veterinario y profesor de la Universidad Santo Tomás, habría inspeccionado el cuerpo sin vida del supuesto ser extraterrestre de Chile. En un reportaje, declaró que se trataba de un monito del monte; Una especie de marsupial de diminuto tamaño.
Otro extraño descubrimiento en Chile
Al año siguiente de la aparición de TOY, y cuando ya se había olvidado aquel extraño descubrimiento, Oscar Muñoz, un aficionado a recorrer las oficinas salitreras para encontrar fichas, botellas u otros objetos de valor histórico, encontró una criatura muy peculiar, mientras buscaba objetos para reciclar, en un basurero de la localidad La Noria.
Nuevamente se movilizarían los grupos de estudios de fenómenos paranormales y ufólogos de distintas regiones acudirían a Chile en busca de respuestas, con la esperanza de que el misterioso ser fuese de origen extraterrestre. De hecho, la opinión popular ya lo había bautizado como el Extraterrestre de la Noria. Algunos investigadores ofrecieron comprar el descubrimiento por una gran suma de dinero.
La criatura parecía ser un embrión humano, su cráneo presenta una ruptura severa, producida posiblemente por un aborto inducido, aunque la rareza de sus razgos inducirían a creer que presentaba una especie de malformación congénita. Walter Seinfeld, jefe de la Carrera de Biología Marina de la Universidad Arturo Prat, tras analizar algunas de las fotografías del diminuto ser de La Noria, estableció que se trataba de un mamífero y en particular un humano.
En algún momento de la historia de la humanidad, muchas de las extensiones de tierra de nuestros Continentes estuvieron sumergidas en las aguas del océano. Muchas veces hemos oído decir que casi cualquier lugar del plantea estuvo cubierto por grandes extensiones de agua. Lo curioso es que en lugares tán áridos, como el desierto del Sáhara, hace millones de años existieran ballenas. Sus esqueletos fosilizados son la pruba tangible de éste increible acontecimiento.
Los esqueletos descubiertos se encuentran a unos 200 kilómetros de El Cairo, en la depresión de Wadi Rayan, situada en la provincia de Al Fayum. Este lugar representa uno de los hallazgos de fósiles marinos más importantes del mundo. Entre la fauna marina encontrada se pueden destacar todo tipo de caracoles, erizos y estrellas de mar, cangrejos, tortugas y dientes de tiburón. Incluso enormes esqueletos fosilizados de ballenas.
El llamado Valle de las Ballenas, o Wadi al Hitan, en árabe, es una estensión de terreno en donde se pueden apreciar muchos de éstos fósiles y su importancia y belleza natural fueron los motivos por los cuales en el año 2005 la UNESCO lo declarase Patrimonio Natural de la Humanidad.
Los fósiles, han sido conservados durante milenios por las características áridas del lugar y la zona se ha convertido en una atracción turística más de Egipto. Si bien dista mucho de tener la popularidad de las majestuosas pirámides y las ruinas faraónicas.
El misterio de las ballenas del desierto
Se ha descubierto a través del estudio de los fósiles de Wadi al Hitan, que estas ballenas poseían pequeñas patas que sobresalían apenas del vientre y que demuestran que estos mamíferos descendían en realidad de antepasados terrestres.
La hipótesis realizada por los científicos es que cuando la tierra fue cubierta por las aguas, las ballenas sencillamente adaptaron su cuerpo y perdieron poco a poco las patas, ya que no cumplían con ninguna función.
Más tarde, cuando las aguas se retiraron hasta el Mediterráneo y su hábitat se transformó en desierto, las ballenas quedaron varadas entre las arenas del Sáhara y esta vez sólo pudieron convertirse en fósiles.
El arqueólogo James Churchward descubrió unas misteriosas tablillas en el Tibet que hablaban sobre un misterioso continente desaparecido en el océano pacífico; Lemuria. Desde ese momento dedicó su carrera a investigar el pacífico en búsca de pistas que lo condujeran hasta la verdad sobre la existencia del desaparecido continente. Entre sus descubrimientos, podemos destacar que muchas de las grandes civilizaciones conocidas como Egipto, Babilonia, Grecia e incluso los Mayas en América, tenían como origen la Fabulosa leyenda de Mu, Lemuria o Mukulia.
Churchward, logró descubrir el alfabeto de Lemuria, donde aparecía por ejemplo la esvástica. Lemuria vivió una época dorada de gran evolución tecnológica y social en el llamado imperio de Mukulia, con un sistema parecido a la Holocracia, gobernado por los más sabios, pero en general la Atlántida y Lemuria estuvieron expuestas a guerras continuas, que finalmente acabaron con su civilización tras una gerra atómica hace 12.000 años.
El geólogoinglés Philip Sclater, supuso la existencia de un continente desconocido, para explicar de manera racional que existieran lémures, o parientes cercanos, tanto en la India como en el sur de Africa. Esta hipótesis sostiene que por los albores de la aparición del hombre, había un continente en el cual aparecieron y se expandieron los lémures, y que después el continente desapareció en el fondo del Océano Indico.
El fin de la civilización de Mu
William Niven, encontró algunos años más tarde, unas tablillas con caracteres similares en México. También se hallarón inscripciones en los monolitos de Tizec y en las Tablas de piedra de Azcopotzalco, que reforzaban las teorías de Churchward. Más tarde, se encontrarían caracteres análogos en Glozel en Francia, donde aparecieron dibujos de hombres vestidos y dinosaurios, conviviendo en la prehistoria. Esta civilización habría existido desde hace más de 150.000 años, llegando a su apogeo hace unos 70.000 años. En lemuria estaba muy avanzada la ciencia del Tantra-Yoga, chakras, meditación y mantras.
Mohenjo Daro y Harappa eran colonias de Lemuria, descubiertas por Sir John Marshall en Pakistán enterradas bajo el lodo. Allí se encontraron yoguis meditando, bisontes desconocidos y ciudades tan modernas como las actuales, con sistemas de alcantarillados, por ejemplo. Un descubrimiento sorprendente fue el haber encontrado cadáveres exterminados súbitamente, presumiblemente por haber sido expuestos a a radiación atómica. La raza aria sería desciende de Mu, el cual tenía un clima subtropica y bosques exhuberantes.
Frederick Soddy , ganador de un premio nobel en 1921, escribió en 1909 en su libro Interpretación del radio, que en el pasado tuvo que haber existido una civilización que aprendió a producir radio, uranio y otras sustancias radioactivas, ya que estas no crecen en la tierra como si fueran árboles, hubo una raza de seres que desde luego poseían una energía que nosotros aún no hemos alcanzado. Soddy fue la mayor influencia en el libro de G.H. Wells – The World set free, en donde se anticipaba la energía atómica 40 años antes de ser descubierta.
Los orígenes de la raza humana
El continente tuvo varios cataclismos siendo los mayores hace 50.000, 26.000 y 12.000 años. Según las Tablillas de Lhasa , que descubrió Churward, podemos retrotaernos a aquella fantástica civilización que un día reinó sobre la Tierra, con ciudades geométricas con impresionantes pirámides, naves voladoras, teletransporte, guerras aliénigenas, ingeniera genética y sabiduría esotérica inimaginable:
«Cuando la Estrella de Bal (Probablemente un meteorito) cayó allí donde hoy no hay sino mar, las siete ciudades retemblaron con sus puertas de oro y su templos, elevóse una gran llamarada y las calles se llenaron de espeso humo. Los hombres temblaron de miedo , y un gran gentío se agolpó en los templos y en el palacio del Rey. El Rey dijo: – ¿No os había predicho todo eso? -. Y los hombres y las mujeres , vestidos con sus preciosas ropas, adornados con sus maravillosos collares de pedrerías, le rogaron y le imploraron: – ¡Sálvanos Ra-Mu! – Pero el Rey les profetizó que habían de morir todos con sus esclavos y sus hijos y que de sus cenizas nacería una nueva Raza humana…».
Las historias que cuenta la Bilbia se refieren a la Atlántida como sostiene William Commins. O los textos del Ramaiana y otros muchos se refieren a las Guerras de Lemuria. Según el arquéologo Colin Mandolino Rivas, la referencias de eva en la biblia se refieren a las lemuras. Colin Sostiene que hace unos 50.000 años llegaron los draco y montaron «el kiosko» en la Apalachia, America y allí comenzaron el monopolio de los híbridos. Los primeros híbridos fueron las las evas o moos (mus) , las lemuris de Apalachia , que luego se irían a Oceanía. Luego se crearon los adanes o hijos de los atlantes en Apalachia, que luego se dispersaron con los dracos. Finalmente se hicieron el cruce de reptiles y dracos en Sumeria, luego el cruce de reptiles y adanes o evas en Sumeria y Egipto, de los que desciende el hombre actual.
La Piedra Rosseta de Okinawa
La Piedra Rosseta de Okinawa, describe la historia de un legislador pacifista que vive en un Castillo, que finalmente se sumerge bajo el Mar. Esta piedra es distinta de la Piedra Rosseta encontrada por Champollion en el delta del Nilo. Su historia, induce a creer que se trataba de inscripciones realizadas en Lemuria
Ovnis y Ruinas bajo el mar de Lemuria
Un texto de los indios hopis de Arizona profesa lo siguiente: Debajo de las profundidades del mar yacen todas aquellas orgullosas ciudades, los patuwvotas (OVNIS), los tesoros y la gente corrompida por la maldad, que no tuvieron tiempo para cantar sus plegarias al Creador desde la cima de las montañas. Pero llegará el día, si conservan su memoria y el significado de su Surgimiento, en que ese sendero (las islas) que atravesaron para llegar hasta aquí vuelvan a emerger para así ustedes poder probar la veracidad de su historia. Los hopis hicieron numerosas referencias a los aliens o bakti, los descendientes del cielo.
Vestigios de una civilización perdida
Existen vestigios de Lemuria en todo el Pacífico. La Isla de Pascua, con sus monumentales e inexplicables megalítos, Ruinas de Nan Modol, Pilares de Latte en las Islas Marianas, Marae o Pirámides de Tahití, Cabeza y piedras de la Isla de Babeldaub en Palab-Micronesia, Monhejo Daro, Tiahuanaco en Bolivia, carreteras y plataformas de la Isla de Malden, ruinas de Yanoguini, ruinas y rocas talladas de Alice Spring en Australia, Piedra de Tongatapu, Piedras de Tauhala en Tonga, la fortaleza volcán del Monte Edén, la fauna de Madagascar igual que zonas de Australia que no tienen ninguna conexión. las plataformas encontradas por Len Beadell en Australia, la Formación de las Olgas en Australia o Ayers Rock, la pirámide escalonada de Gimpie en Australia y estatuas fenicias encontradas en el río Hawkesbury en Nueva Gales del Sur.