El extraordinario costo humano de la guerra civil en Siria ha tenido un efecto imprevisto: obligará a abrir la bóveda global de semillas para reemplazar otras mermadas por el brutal conflicto.
La Bóvedad Global de Semillas de Svalbard es el mayor repositorio mundial, con cerca de 860.000 muestras de la mayor parte de los países en el mundo. Se encuentran almacenadas en una instalación disimulada en el permafrost, a 800 millas del borde del Círculo Polar Ártico, en un archipiélago noruego. Incluso si la electricidad fallara, su ubicación permitirá que los especímenes dentro de la bóveda puedan sobrevivir al menos dos siglos.
«La protección de la biodiversidad del mundo de esta manera es precisamente el propósito de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard», dijo a Reuters Brian Lainoff, portavoz de la Fundación de la Cosecha, que administra el almacenamiento subterráneo a 1.300 kilometros (800 millas) del Polo Norte.
La bóveda, que se inauguró en el archipiélago de Svalbard en 2008, está diseñada también para proteger semillas contra los peores cataclismos de la guerra nuclear o enfermedad.
Grethe Evjen, un experto del ministerio de Agricultura noruego, dijo que el pedido de las semillas provino del Centro Internacional de Investigaciones Agrícolas en Zonas Áridas (ICARDA). Este trasladó su sede a Beirut desde Alepo en 2012, debido a la guerra.
El banco de semillas de Alepo se había mantenido funcionando en parte, incluyendo el almacenamiento en frío, a pesar del conflicto. Pero ya no era capaz de mantener su papel como centro destinado a crecer las semillas y distribuirlas a otras naciones, principalmente en el Oriente Medio.
ICARDA solicitó casi 130 cajas de las 325 que había depositado previamente en la bóveda, que contiene un total de 116.000 muestras, dijo Evjen a Reuters. Sería la primera retirada de semillas de la bóveda.
La investigación de ICARDA se centra en parte el cultivo de cosechas que pueden hacer frente a cambios en los patrones climáticos en zonas especialmente secas de África, Oriente Medio y Australia. Esta labor fundamental se vio interrumpida por los horrores del conflicto sirio, que ha destruido prácticamente a Alepo, que alguna vez fue la ciudad más poblada de Siria y su centro económico.
Durante cuatro años, la guerra civil en Siria ha matado a unas 250.000 personas y ha desplazado a más de 11 millones de sus hogares, y ha desatado la hambruna entre los refugiados.