En una época en donde todavía no existían ni el Photoshop ni el After Effects, aquellos que dieran con un método eficaz para trucar fotografías, podían obtener mucha atención y algun dinero por ello.
Eso es lo que sucedió con William Hope, un fotógrafo inglés del siglo XIX, que descubrió la técnica de la doble exposición y la utilizó para agregar rostros fantasmales a las imágenes que tomaba.
El timo de Hope no prosperó porque en su afán de conseguir más redito económico por su descubrimiento usó estas fotografías para convencer a familias de que podían contactarse con los muertos y cobrarles así bastante dinero por sus servicios de «espiritista».
Además, uno de los actores que oficiaba de fantasma en sus trabajos, llamado Fred Barlow, terminó por revelarse y pedirle más dinero a Hope a cambio de mantener silencio, lo cual provocó una pelea entre ellos. Barlow, se desquitó exponiéndolo como un fraude en 1932 ante la Sociedad de Investigaciones Parapsicológicas del Reino Unido.
Realmente no fue Fred Barlow el que descubrió las triquiñuelas de William… en fin… faltan muchos datos, la historia está explicada muy por encima y es bastante difusa…