Los científicos llevan años intentando desentrañar el misterio que rodea al camuflaje de los pulpos. Y es que, aunque muchos desconocen esta cualidad, los cefalópodos son capaces de adaptar el color de su cuerpo al entorno en el que se encuentren.
¿Cuál es su secreto? El biólogo marino Roger Hanlon ha descubierto que los cambios se producen siguiendo una serie de patrones que obedecen a los estímulos visuales del pulpo, a pesar de que son ciegos a los colores.
El estudio, realizado con las especies O. cyanea y O. vulgaris, ha demostrado que estos animales eligen un objeto específico o una mancha de los alrededores para imitar sus características en lugar de crear un patrón más generalista .