Muchas veces tengo flashes, cosas que sin casi elaboración, se transforman en artículos.
Siento un gran impulso, no puedo dejar de escribir.
Hoy me pasó, sentí que debía escribir sobre un artista, que también sentía este tipo de «destellos», a los que al final, no pudo sustraerse.
Así se pueden plasmar muchos relatos que se enriquecen con esta veta, a lo normalmente adquirido.
Sus muchos biógrafos aseguran que Don Benjamín Solari Parravicini, solía anticipar hechos de la vida cotidiana. Y algo más. En sus muchos dibujos, a los que agregaba textos más o menos claros, una gran cantidad de «intérpretes» han venido dando diversas explicaciones y con el paso de los años, les han arrimado sucesos, de lo más diversos, siempre dando a entender que son profecías cumplidas.
Así casi todos los acontecimientos importantes terminan siendo presentidos por él y lo que es peor, se va perfilando una interpretación filosófica neocristiana «parravicinesca».
Así, según una enorme cantidad de adeptos le atribuyen la escritura de otro Apocalipsis, una buena cantidad de la humanidad «castigada» por Dios, guerras atómicas, cánceres generales debido al estroncio de la leche, planes de dominación de la masonería inglesa y otro sinfín de disparates.
Hoy se sabe que el cambio de los polos magnéticos es un hecho más o menos habitual en la historia terráquea. La «uranización» de la Tierra es un hecho con cada terremoto y corrimiento notable de las placas tectónicas y su correlato de distribución de las masas.
El final de las religiones no lo asocia a un mayor conocimiento científico y a la cercanía del gran evento del inicio de las relaciones interplanetarias. La caída de Roma, el papado y el Cristianismo, no es el fin del mundo, es el comienzo de conocer verdades y no simples mitos. Para el, el Demonio es la principal causa.
Por eso me pregunto, como escribí en el título: Porqué no veo tan importantes sus profecías en mis experiencias akáshicas?