Los académicos retoman el trabajo para liberar los secretos de una misteriosa civilización medieval relacionada con Persia en el límite del ártico siberiano.
Las 34 someras tumbas excavadas por los arqueólogos en Zeleniy Yar arrojan muchas más preguntas que respuestas. Pero una parece clara: Este remoto lugar, a 29 kilómetros del Círculo Polar Ártico, era un cruce de rutas comerciales de cierta importancia hace aproximadamente un milenio.
La necrópolis medieval incluye 11 cuerpos con los cráneos destrozados o desaparecidos, y esqueletos machacados. Se hallaron cinco momias, envueltas en cobre, junto con elaboradas pieles de reno, castor, glotón u oso. Entre las tumbas sólo hay una femenina, infantil, su cara cubierta con láminas de cobre. No se han encontrado mujeres adultas. Continuar leyendo «Momias medievales de Siberia desconciertan a los arqueólogos»
Amor, amor… El amor es el término utilizado para resumir en una sola palabra una sensación muy difícil de explicar. Al igual que el arte pareciera depender de la percepción de cada uno y como la ciencia o la filosofía, el hombre se empeña en descifrarlo y descubrir su verdadero significado con mucha frecuencia. Sin embargo, por más complejo que resulte, numerosos son los escritores, artistas o filósofos que han escrito sobre él. Aunque sus descripciones sean bastante diferentes y dependan de la época o del contexto en el que fueron postuladas.
Les presentamos algunas de las ideas atemporales memorables sobre el amor, extraídas de cientos de años de historia de la literatura:
Para Kurt Vonnegut, en Las sirenas de Titán “amar es todo el que esté cerca para ser amado“. Y para Anaïs Nin, en Correspondencia de Anaïs Nin y Henry Miller “el amor no es sino la aceptación del otro, sea quien sea“. Stendhal (pseudónimo de Henri Beyle) escribió en su libro De Amor que “el amor es como una fiebre que va y viene independientemente de la voluntad”, además de aclarar que “no hay límites de edad para el amor“.
Tal vez el amor es como Charles Bukowski, afirma en su obra, Un perro del infierno: “el amor es algo así como cuando ves una niebla por la mañana, cuando te despiertas antes de que salga el sol. Sólo un poco de tiempo… y se esfuma. El amor es una niebla que se quema con la primera luz del dia de la realidad“.
O cómo en su libro Verdades Amargas que No Puedes Evitar, Rábano Picante:, dice: “el amor puede cambiar a una persona la forma en que un padre puede cambiar a un bebé – torpemente, y a menudo con desorden“.
Una de las frases más célebres y filosóficas es la planteada por Susan Sontag, en su libro La conciencia uncida a la carne: “no hay nada misterioso, en las relaciones humanas. Salvo el amor“. Dejando así claramente su postura de la indescifrabilidad del Amor.
Shakespeare, nos revela que “el amor no se ve con los ojos, sino con la mente“. En su obra: El sueño de una noche de verano y Ambrose Bierce, en Diccionario del Diablo, dice que “el amor es una locura temporal curable por boda“.
El Amor a través del tiempo
El filósofo y matemático Bertrand Russel, en La conquista de la felicidad, afirma que “de todas las formas de precaución, la cautela en el amor es tal vez la más mortal de la verdadera felicidad“.
Y Fedor Dostoievski, en Los hermanos Karamazov da una definición un tanto pesimista, pero igualmente bella: “el amor es el sufrimiento de no poder amar“.
El biólogo evolucionista Richard Dawkins en una carta a su hija de diez años de edad, explica la importancia de la evidencia en la ciencia y en la vida: “las personas a veces dicen que hay que creer en los sentimientos, con lo cual nunca podrías confiar en cosas como ‘mi mujer me ama’. Pero es un mal argumento. No puede haber muchas pruebas de que alguien te ama. Durante todo el día, cuando estás con alguien que te ama, se ven y se oyen un montón de pequeños fragmentos de pruebas, y todos ellos se suman. No es el interior de un sentimiento, algo como lo que los sacerdotes llaman revelación. Hay cosas que están fuera para respaldar las sensaciones del interior: mira a los ojos, fíjate en la voz, en los pequeños favores y bondades; todo esto es una evidencia del amor“.
El autor español Paulo Coelho en El Zahir: Una Novela de Obsesión afirma que “el amor es una fuerza salvaje. Cuando tratamos de controlarlo, nos destruye. Si intentamos aprisionarlo, nos esclaviza. Si creemos entenderlo, nos hace sentir perdidos y confundidos“.
Quizás la mejor descripción del Amor, para éste humilde servidor, sea la de Antoine de Saint-Exupéry, en La Odisea de aviador: Vuelo nocturno / Viento Arena y Estrellas / Piloto de guerra: “el amor no consiste en mirarse el uno al otro, sino en mirar juntos en la misma dirección“.
La explicación científica del Amor
Finalmente, una descripción del Amor que muchos consideran la más acertada. Louis de Bernières en La mandolina de Corelli nos dice: “el amor es una locura temporal, irrumpe como un volcán y luego desaparece. Y cuando se desploma, tienes que tomar una decisión. Hay que volver a tus raíces por lo que has entrelazado, porque eso es el amor. El amor no es una falta de aire, no es emoción, no es la promulgación de las promesas de la pasión eterna, no es el deseo de aparearse cada segundo y minuto del día, no es estar despierto por las noches imaginando besar todos los rincones de su cuerpo. No. Eso es sólo ‘estar enamorado’, algo que cualquiera puede hacer. El amor es lo que queda cuando el amor se ha quemado, y es a la vez arte y un afortunado accidente“.
En los últimos años se han puesto de moda las “escape rooms”, una forma de diversión interactiva en la que un equipo de jugadores debe buscar pistas y resolver enigmas para encontrar la salida de la habitación. La dificultad del juego varía de una sala a otra, pero siempre hay un grupo más espabilado que consigue llegar hasta el final.
No ha sido así con el enigma que ha propuesto una agencia francesa en París: hasta 7000 personas han explorado in situ y por Internet el escenario, y ninguna de ellas ha conseguido encajar todas las piezas para resolver un caso que, una vez conocida la solución, no parece tan complicado. ¿Por qué todo el mundo ha fracasado sistemáticamente?
El escenario es una recreación exacta del apartamento de una mujer llamada Laurence Cottet, tal y como estaba el 13 de mayo de 2009. Los detectives aficionados se encontraban con numerosos indicios de que algo extraño había sucedido: una gran mancha roja en la alfombra, espejos rotos, una botella de colonia medio vacía o una nota en la que ponía “esta noche no” son algunas de las pistas que había que encajar.
Las conclusiones a las que llegó la gente van desde que la mujer tenía un affaire hasta que era una espía e incluso que se estaba transformando en vampiro. Teorías de lo más variopintas, pero todas incorrectas. Finalmente será la propia Laurence quien, a través de un vídeo, revele la solución: era, sencillamente, alcohólica.
La gran mancha roja, que muchos identificaron con sangre, era en realidad una mancha de vino. La botella de colonia era una desesperada reserva por si se quedaba sin alcohol. En realidad, todo estaba lleno de indicios de que se trataba del apartamento de una persona alcohólica: los recibos devueltos, la comida estropeada en la nevera…
Detrás de la campaña está la organización Addict Aide, que con esta acción ha demostrado lo fácil que es pasar por alto las señales de alerta a pesar de tenerlas delante de nuestras narices. Y no es la primera vez que lo hacen: en 2016 sorprendieron al mundo con la cuenta de Instagram de Louise Delage, que llegó a conseguir 50.000 likes en dos meses sin que nadie cayera en la cuenta de que en todas y cada una de sus fotografías aparecía una bebida alcohólica.