En 1903 cientos de ciudadanos de Van Meter dijeron haber visto a un monstruo gigante alado. Más de un siglo después, el misterio sigue sin resolverse.
La historia comienza durante una noche de otoño de 1903 cuando varios hombres respetados de Van Meter reportaron una criatura medio humana, medio animal con enormes alas de murciélago volando a baja altura por el pueblo. Este misterioso animal habría dejado el aire impregnado de un poderoso hedor y asustó a numerosos habitantes moviéndose a velocidades nunca antes vistas. De su cabeza con cuernos destellaba una luz cegadora.
Los lugareños solo atinaron a dispararle con sus armas, pero los disparos no parecían lastimar o herir a la criatura. La noche siguiente al primer avistamiento el médico del pueblo y la cajera del banco vieron por separado a la criatura. La joven incluso, consiguió obtener un molde de yeso de la huella del supuesto pterodáctilo de tres enormes garras.
Esa misma noche, otro vecino se despertó asustado escuchando un extraño sonido que provenía de afuera, y al asomarse por la ventana vio a la criatura posada en un poste de teléfono, de inmediato tomó su rifle y efectuó infructuosos disparos contra el objetivo. Los disparos desperataron a Sidney Gregg, que había estado durmiendo en su tienda cercana. Gregg dijo que el monstruo saltó como un canguro. Incluso el maestro de la preparatoria local vió el suceso y consideró que se trataba de una especie de monstruo antediluviano.
Los ciudadanos se reunieron en una multitud armada para dar cacería al ser demoníaco. LA última noche que apareció, lo hizo en la mina de carbón abandonada, cerca de una antigua fábrica de ladrillos. Los disparos no fueron suficientes para dar fin con el monstruo que en muy pocos minutos desapareció sin dejar rastros, dejando en el aire su olor catacterístico. Desde aquella noche, la criatura voladora no volvió a aparecer.
El diario «Des Moines Daily News» publicó la historia el 3 de octubre de 1903. Desde ese entonces, la historia se ha transmitido como si se tratara de una leyenda urbana entre la gente, aunque la historia pareciera ser verdadera, nunca más se investigó sobre éste asunto y hasta nuestros días nada se sabe del misterioso monstruo alado de Van Meter.