Toda teoría sobre la fauna sub-nuclear es cada vez más difícil de encuadrar entre las otras teorías y búsquedas. La teoría de los Takiones bastante definida por Gerard Feimberg, nació hace muchos años y este popularizó hace cuarenta, nos habla de corpúsculos elementales, que constituirían todo lo que existe. No tenemos medios directos aún para poder verificar esta y otras teorías, pese a que van acumulando muchos años de enunciadas; además que como otras no caen simpáticas al común de los «pensantes».
Gracias a el, se comenzó con la clasificación de los «cuánticos», en bosones y fermiones, según su giro (spin), sean de número entero o de medios, respectivamente. Tan importante esto ha sido que el Super Colisionador de Hadrones, está buscando actualmente el boson de Higgins, (Mal nombrada partícula de dios), siguiendo los pasos a esta simetría a casi setenta y un años de descubierta.
Si bien muchos los piensan como un posible «otro estado» de la materia-energía, como he escrito en otros artículos, prefiero pensar en los takiones como corpúsculos basales de todas las manifestaciones posibles.
Primos de los fotones, electrones y muones, se diferencian de ellos apenas en sus movimientos más lentos y mucho, por ejemplo: desprendiéndose del frente de onda en los pozos gravitacionales en extremo fríos y poderosos, en especial en el cambio de estado último, confín del Universo en expansión, límite Wydler II, donde lo que existe traspasa la velocidad de la luz y comienza el Universo en Retracción.
Al perder su energía aumenta su velocidad al infinito, en la medida en que van direccionando hacia un nuevo Big- Crunch, en tanto retrocede todo el ciclo hacia el principio del tiempo, -retroceden en el tiempo- espacio- invirtiendo en forma casi paradojal causas y efectos. Aquí se abrirían unas muy especiales disquisiciones, pero las dejaré para otro artículo.
Podría operarse al retraerse todo en este viaje hacia el Big-Crunch, al producirse una compresión, algunos takiones ganarían energía, por ende desacelerando y unos se convertirían en fotones (Otro límite Wydler I, inverso, donde el Universo en retracción se iluminaría). – Conversión takión a electrón y este a fotón.-
En algunos puntos anteriores, se iría operando también la transformación de algunos de los takiones en otras partículas subatómicas. Sería interesante “estar” para ver operar esos cambios. (Habrá que esperar a que poseamos naves capaces de la contracción espacio-temporal).
Como describo en mi Cosmogonía, al final de la expansión, solo queda la fuerza de gravedad, constituyéndose como un continuo, que encadena todos los procesos, entre Universos, sean expansivos o retractivos. Pienso que la gravedad (en función de gravitones) es otra cara de los takiones, que cohesiona todo lo existente. Volviendo en esta forma a la idea de la simetría originalmente postulada (y si, a estos los llamaría partículas de dios.)
Esto lo hacen estando como unidades separadas o formando parte de cualquier cosa que exista. Solo me resta decir que ……continuará.
En el límite del Universo en expansión, el espacio tiende a ser infinito, con mínima energía los takiones van hacia atrás en el tiempo -a velocidades hiperlumínicas-, (que en el límite, el tiempo se había detenido.)
Los takiones parecerían ser los habitantes exclusivos dentro del límite expansión-retracción.
Interesante articulo
Te felicito Manlio, recuerdo que yo te hablé del descubridor de la teoría de los Takiones, Eugeen Wingler; de su genialidad y del injusto olvido. Veo que leíste mucho sobre el y le has hecho un homenaje.
La humanidad -incluso la más culta- tiende a tener una muy mala memoria selectiva. Olvidar al gran Eugeen Wingler, padre de la simetría cuántica, respecto de la teoría de los controvertidos takiones es casi alevosía.
Muy interesante artículo.
Es notable que este fìsico, se lo recuerde por ser el creador de la supersimetrìa y se lo olvide por su teorìa de los takiones, más elusivos que los cacareados bosones de Higg, pero realmente fundamentales en las últimas consecuencias de la Unificación.