Las aguas del famoso río Yangtze, que corre a lo largo del sudeste de China, se tiñeron de rojo días atrás. Entre las especulaciones, se habla de una mezcla natural, pero los más radicales hasta citan la Biblia y esperan el día del juicio final.
De acuerdo con los medios locales, el río se estuvo mezclando de forma lenta con el río Jialin y por ese motivo cambiaron de color. El año pasado, las aguas de otro río que recorre la ciudad de Louyang también se tiñeron de rojo y se supo que dos fábricas ilegales habían arrojado sus residuos en el agua y la habían contaminado.
Pero, entre tantas versiones, los teorizadores del caos citan el libro de las Revelaciones: «El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y fuentes de agua. Estos también se convirtieron en sangre» (Rev. 16:4). Para ellos, este evento en China es una prueba más de que el juicio final está cerca.
Escepticismos aparte, se trata de un evento extraordinario. El motivo del cambio de color puede tener explicaciones racionales, hasta formales. Pero la duda en la población es la que mueve el termómetro.