Evolución: De donde venimos?

Desprendimiento genético

La teoría más aceptada es que los chimpancés son los más cercanos genéticamente al hombre, pero hace poco se ha establecido una nueva teoría que modifica en mucho este concepto.

La Biología de estas especies nos comunica lo siguiente:

El grupo de los grandes monos antropoides apareció en el Oligoceno, período durante el cual vivían en África los géneros Propliopithecus y Oligopithecus. A partir del primero se diferenció un género que hizo su aparición en Europa durante el Mioceno medio, hace unos 12 millones de años: Pliopithecus, que suele considerarse como un hilobátido, es decir, perteneciente a un linaje que se separó hace unos 15 millones de años del tronco de los grandes antropoides y que dio lugar a los actuales gibones. Antes de esta separación, pero también en el Mioceno inferior, apareció en África de género Dryopithecus, representante de un grupo –los driopitecinos- que reúne formas estrechamente emparentadas con los póngidos y orangutanes y con los homínidos actuales. A lo largo del Mioceno, este género fue invadiendo Eurasia, donde se diversificó en múltiples especies, subgéneros e incluso géneros. .

A partir de Dryopithecus, el registro fósil es más fragmentario. Sabemos que el linaje de los orangutanes, iniciado según parece con Sivapithecus, se diferenció del tronco común hace unos 12 millones de años. También sabemos que los gorilas se diferenciaron del tronco general de nuestros antepasados hace unos 8 a 10 millones de años. Pero no sabemos con certeza si el linaje de los chimpancés se separó del nuestro hace 5 ó 6 millones de años, entre otras cosas porque no se han encontrado los fósiles que permitan afirmarlo. Entretanto, el fósil más antiguo en nuestro propio linaje es Ardipithecus ramidus, que apareció hace unos 4,5 millones de años. A partir de este último se diferenciaron los australopitecos, en particular Australopithecus afarensis, A. anamensis y A. africanus, que han sido sucesivamente invocados como nuestros ancestros más directos.

Apareció una nueva teoría que parecería modificar bastante estos conceptos:

Jeffrey H. Schwartz y John Grehan han comparado el registro fósil de los antiguos primates antecesores de los humanos (australopitecinos), esqueletos de homo sapiens sapiens y esqueletos de orangutanes para encontrar similitudes.

Su estudio destacó nada menos que 63 características exclusivas entre estos tres grupos, de las cuales 28 eran únicas entre humanos modernos y orangutanes, número que contrasta poderosamente con el número de características que compartimos con chimpancés, son sólo dos.

Parecería que hay un dato al que no se le da mucha importancia y es no solo la cantidad de genes que se comparten, sino la relación entre genes y cromosomas. Porque no debemos olvidar que tenemos menos cromosomas que los chimpancés (un par menos), pero más genes activos, o sea mayor riqueza genética en cada uno de ellos. Además, la casi igualdad genética con los chimpancés (+ del 98 %) se calcula sobre todo el ADN total, el activo y el bloqueado (“Basura”); pero si solo consideramos el activo, la similitud solo alcanza el 78 %, por eso que un Down, pese a tener un cromosoma más que el humano normal, es menos en características humanas: Menor inteligencia, mayor predisposición a muchas enfermedades, mucha menor esperanza de vida, infertilidad, etc., etc.

Estos científicos proponen un escenario evolutivo que habría nacido con una migración de orangutanes desde el sur asiático (de donde son originarios) en el Mioceno y en el cual se habrían ramificado una rama extinta donde se incluyen todos los homínidos, incluyendo la que llega a nuestra especie,- ya en regiones africanas-.

No es novedad que el registro fósil entre en conflicto con las hipótesis genéticas ya concebidas y evaluadas, y esta es una muestra palpable de ello. Sin embargo, no se puede dar por absolutamente verificada a ninguna de las dos hipótesis (la de los chimpancés o esta de los orangutanes), pues las dos aparentan ser perfectamente lógicas.

La poca riqueza de fósiles de todas estas especies hace difícil establecer algo definitivo, pero la conclusión razonable que se desprende de todo esto es que la línea de la evolución dejaría a los chimpancés como retrocediendo en ella; es claramente una involución hacia la animalidad.

Podría decirse lo mismo de cada una de las especies “fijas” que se desprendieron de la línea, son productos que tarde o temprano están condenados a la extinción por la actual desaparición rápida de sus “nichos”.

5 respuestas a «Evolución: De donde venimos?»

  1. Muy interesante. En especial me gustó el asunto de que solo el 75% de los genes activos son compartidos por nosotros y los monos, ahora se nota la gran diferencia de inteligencia y estética.

  2. Muy interesante el dato de la diferente relación cromosómica y los genes «Basura»
    Así también las similitudes anatómicas entre los orangutanes y los chimpancés, (menos en estos últimos).

  3. No venimos de los monos venimos de la descencendia de Adan y Eva, mas estos no eran monos tampoco aunque pudan haber sido un poco peludos, los monos son monos y los seres humanos son los seres humanos, estos son diferentes, hasta ahora nadie ha podido comprobar con una prueba concreta de que nosotros vengamos del mono. Como dije anteriormente: para eso Dios creo a Adan y Eva_hombre y mujer y estos han sido seres racionales, mas los monos cuquiera que sea su raza aunque tengan su inteligencia no han tenido la capacidad de hablar como lo tuvo Adan y Eva, el hombre es curioso desde siempre lo ha sido y descubrir cosas y cosas que son erradas que confunden el origen y el inicio de la humanidad

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