Durante los últimos días se ha difundido en medios de comunicación, portales y blogs, la aparición de una droga que llegó desde Rusia.
Se llama Krokodil, y en semanas recientes aparecieron en Estados Unidos más casos de su consumo, por lo que en toda la unión americana profesionales de la medicina advirtieron que la droga adictiva y venenosa había llegado a su país.
Y las imágenes hielan la sangre por los efectos físicos que causa en los consumidores. No en vano es llamada la droga «carnívora» o de los «muertos vivientes». Brazos y piernas descarnados hasta los huesos.
Ante estos testimonios gráficos, vale preguntar ¿por qué la adicción a esta droga?, ¿qué sienten los consumidores de Krokodil?
La droga Carnivora
Krokodil, cuyo nombre científico es desomorfina, es un opiáceo de la misma familia de la heroína, la oxicodona y la codeína. Aunque Krokodil tiene un inicio más rápido, una duración más corta, pero es más potente que la morfina. Sus efectos son iguales, o muy similares, a los de la heroína.
En Rusia la heroína es muy cara (alrededor de 40 dólares) y el “Krokodil” se puede conseguir en tan sólo cuatro dólares.
Es más gratificante que cualquier otra cosa natural –expresó Friedman de la droga opiácea–, nada se siente tan bien. Sin embargo, te estás envenenando a ti mismo», advirtió. «Es muy corrosivo y tóxico».
A Rusia no le ayudó su facilidad para producir el Krokodil, con codeína, gasolina, diluyente de pintura y algunos otros ingredientes. La codeína se vende sin receta en ese país, y los adictos pueden comprar sin dificultad los demás elementos necesarios para cocinar la droga.
El producto final no está purificado y contiene sustancias tóxicas que quedaron de la cocción, que son las que causan daño a los tejidos, a las venas y a la piel, y pueden resultar en gangrena.