La Nasa anunció que su nave Soho, que estudia al Sol, fotografió una gran caída de pequeños cometas, posiblemente trozos de un gran cometa que se partió hace siglos.
La tormenta comenzó el 13 de diciembre y terminó el 22, según Karl Battams, del Laboratorio de Investigaciones Navales, ubicado en Washington, D.C. Durante esos días, el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) detectó 25 cometas que se zambullían en el Sol.
Los cometas que se zambullen en el Sol (alias «raspadores solares», o «sungrazers») no son algo nuevo. Usualmente el SOHO detecta uno de ellos cada varios días, cuando se zambulle en el interior del Sol y se desintegra a medida que el calor solar sublima sus volátiles hielos. Pero 25 cometas en apenas diez días… eso es una observación sin precedentes.
Los cometas, se calcularon como objetos de 10 metros
El coronógrafo-dispositivo que estudia la corona solar- de la nave espacial utiliza un disco opaco con el fin de bloquear el resplandor del Sol, produciendo de este modo un eclipse solar artificial y revelando durante el proceso objetos tenues que ningún telescopio en la Tierra sería capaz de distinguir. Todos los días, astrónomos aficionados de todas partes del mundo examinan las imágenes en busca de nuevos cometas. Desde el momento en que el SOHO fue lanzado al espacio, en 1996, se han encontrado más de 2.000 cometas de esta forma, lo cual constituye un verdadero récord para cualquier misión espacial.
Estos raspadores solares están relacionados entre sí. Los astrónomos los llaman «la familia Kreutz» en honor al astrónomo Heinrich Kreutz, quien durante el siglo 19 fue el primero en estudiarlos como grupo. En la actualidad, la referencia que se hace a esta familia de cometas se le atribuye a Brian Marsden (1937-2010), del Centro para Planetas Menores, de Harvard. Fue él quien analizó las órbitas de los cometas Kreutz y observó que probablemente se originaron cuando un único cometa gigante, que fue avistado en el siglo 12, se dividió en varios pedazos; tal vez se trata del Gran Cometa del año 1106.
Es interesante el proceso que este “fogoso” encuentro les depara a estos helados cuerpos, a medida que se acercan a la atmósfera del Sol.
Al principio, al elevarse la temperatura pasarán rápidamente sus diversas moléculas por los estados de sólido a líquido y luego a gaseoso, disgregándose y estallando.
Al elevarse mucho más la temperatura aparecen como elementos, no moléculas y luego ya directamente son plasma.
Los plasmas son gases calientes e ionizados. Los plasmas se forman bajo condiciones de extremadamente alta energía, tan alta, en realidad, que las moléculas se separan violentamente y sólo existen átomos sueltos. Más sorprendente aún, los plasmas tienen tanta energía que los electrones exteriores son violentamente separados de los átomos individuales, formando así un gas de iones altamente cargados y energéticos. Debido a que los átomos en los plasma existen como iones cargados, los plasmas se comportan de manera diferente que los gases y forman el cuarto estado de la materia.
En este estado ya constituyen parte de la materia de nuestro Sol.
(Algo similar nos puede acontecer-al planeta todo-cuando el Sol se convierta en gigante rojo y posiblemente nos engulla.)
por Manlio E. Wydler
Esta nave de la NASA y la ESA està dando notables resultados en la obsevaciòn del sol
Vuelvo a expresar la alegría de poder volver a comentar en este sitio.
No todos los cometas evaden el Sol o se precipitan directamente en el.
Parece que hay cometas que se estacionan en órbitas excéntricas alrededor del Sol, y recién después de cierto tiempo de frenado por atravesar tanto el viento solar y la corona solar, caen hacia el Sol.
Constituirían así en realidad un tercer grupo de objetos orbitando al Sol, como los asteroides y la Nube de Oort.