Las sondas AIM (ESA) y DART (NASA) trabajarán conjuntamente para determinar la fuerza necesaria
En el mundo del cine, para desviar un asteroide del tamaño de Texas en curso de colisión con la Tierra, lo único que tienes que hacer es contratar a Bruce Willis y su equipo de prospectores de petróleo y mandarlos al espacio con unas cuantas bombas atómicas.
Lamentablemente, si algún día la Tierra se enfrenta a un Armageddon real, no habrá muchas opciones tecnológicas que previamente hayamos comprobado con las que intentar evitar el desastre. Por ello la NASA y la ESA diseñan conjuntamente misiones estratégicas, con las que pretenden poner a prueba su capacidad real para alterar el rumbo de un asteroide que amenace seriamente a la Tierra. Con el nombre de AIDA (siglas en inglés para «Evaluación de Desvío de Impactos de Asteroide») ambas agencias planean la primera prueba para el año 2022.
La Agencia Espacial Europea comenzó a diseñar su parte del proyecto AIDA, al que llaman AIM (Misión de Impacto en Asteroide) en marzo de 2015. La sonda AIM viajará hasta el sistema doble de asteroides formado por Didymos (800 m de largo) y su «luna» de 170 metros, a la que los científicos llaman informalmente «Didymoon». El nombre de esta roca doble descubierta en 1996 no es casual, ya que el término «Didymos» significa «gemelo» en griego.
Si todo va según lo previsto, AIM se lanzará en 2020, dos años antes de que la NASA envíe al espacio su parte de AIDA. Mientras tanto, AIM observará y estudiará a la luna de Didymos, e incluso repetirá la experiencia reciente de Philae/Rosetta, y hará descender un módulo sobre la más pequeña de las rocas de este sistema doble de asteroides.
Representación artística de la sonda de la ESA AIM llegando al sistema doble Didymos. (Crédito: ESA).Representación artística de la sonda de la ESA AIM llegando al sistema doble Didymos. (Crédito: ESA).
Fotograma de la película Armageddon (1998) dirigida por Michael Bay.
Por otro lado, en los próximos meses la NASA profundizará en la fase de diseño de su propuesta DART (siglas en inglés para «Test de Redirección de un Asteroide Doble»). Como hemos comentado, el plan es que pueda despegar en 2022 rumbo hacia Didymos y Didymoon. Tras atravesar la distancia que separa a la Tierra de ambas rocas, la sonda DART (que también significa «dardo») se lanzará como una flecha a 21.600 km/h contra Didymoon, impactando y liberando una buena cantidad de energía.
Mientras tanto AIM observará desde cerca el choque entre DART y la pequeña luna del sistema doble de asteroides. La misión de AIM es realizar una comparación detallada del estado de la estructura de Didymoon, así como de su órbita, tanto antes como después del impacto. De este modo los científicos podrán caracterizar la energía cinética liberada por el impacto de la sonda, y también sus consecuencias en la trayectoria del asteroide.
Si todo va bien, a misión conjunta ayudará a determinar la cantidad de fuerza necesaria para alterar la órbita de un asteroide. Sin duda esto ayudará a los astrónomos a diseñar la mejor estrategia de densa planetaria futura. Así pues, en el 2022 tenemos una cita con la historia, ya que este será el primer esfuerzo conjunto de la humanidad por poner a prueba una tecnología capaz de desviar el rumbo de una asteroide. ¡Ay si los dinosaurios hubieran tenido una oportunidad así!