La idea de impulsar económicamente una nave espacial interplanetaria con velas que captaran el viento solar parecía muy conveniente para algunos.
Pero el mayor engorro es la poca presión que el viento solar ejerce ya a la altura de la órbita de la Tierra, que había sido calculada en 10 gramos por una superficie de una hectárea. (Es mucho menor).
Si bien es un empuje contínuo, este cae al cuadrado de las distancias, ya a la altura de Júpiter sería despreciable, terminando en valor cero en la heliopausa.
No sería práctico para volver, pues al soplar en una única dirección, ni siquiera bordeando como hacen los veleros modernos, podríamos ir contra un impulso totalmente contrario. Los artificios empleados no han servido, como algunos previeron por ir contra la segunda ley de la termodinámica.
Cada tanto hemos sabido de intentos de poder impulsar naves con impulso solar.
El primero de ellos lo efectuó la Sociedad Planetaria, fundada por el recordado Carl Sagan, que terminó en un callado fracaso. Había partido desde un misil ruso, lanzado desde un submarino nuclear, cerca del polo norte. Su nombre: Cosmos. Era el 2006.
Este año (2011), una misión japonesa y otra de la NASA, fueron puestas en órbita. Los resultados son nulos.
Ninguno de estos intentos ha servido para constituir siquiera un hito de una nueva tecnología válida para el viaje espacial.
La antigravedad y el plegamiento espacio –temporal será el futuro, como sabemos todos los abducidos. Lo demás es fútil.
No podría volar en eso; me parece una fantasía.
No se puede confiar en un método tan precario
Es una idea buena para argumento de ciencia ficción. Recuerdo en Espacio Profundo , de Viaje a las Estrellas, que el capitán y su hijo, son impulsados, millones de kilómetros desde la estación espacial , en un sistema a otro distante.
Allí si funcionaron las velas por «un torbellino» muy especial.
Los personajes principales siempre tienen suerte en la ficción!!
Es raro que nadie mencione a Cordwainer Smith, que se llamaba en realidad Paul Linebarger y era director de la división de guerra psicológica en el Pentágono durante la segunda guerra mundial.
Este extraño personaje escribía relatos de ciencia ficción en sus ratos libres.
Uno de ellos se llamaba «You will never be the same» o «El juego de la rata y el Dragón» en su versión castellana.
Y realmente leerlo cambiaba la mentalidad del lector, (la traducción del titulo en ingles seria Usted nunca sera el mismo).
Esta compuesto de varios relatos y fue escrito por los 50’s.
En el primero «No..no..Rogov!» esta detallado una versión del proyecto Haarp., y en otro llamado «La Dama que se llevo el Alma» esta en todo detalle el viaje de una nave estelar impulsada por velas.
De otro se estos relatos «Alpha Ralpha Boulevard» se hizo una película.
Olvidaba! si tienen interes en leer El juego de la rata y el Dragon, esta en formato PDF en Ares documentos.
Es toda una experiencia!
Muy buenos datos.