Se trata de los primeros satélites operativos del sistema Galileo, la apuesta europea para competir con el GPS estadounidense.
Los dos satélites del sistema de navegación europea Galileo lanzados el viernes con un cohete Soyuz presentan una anomalía en la órbita con implicaciones todavía por determinar para su misión, anunció la Agencia Espacial Europea (ESA).
Se trata de los dos primeros satélites operativos del sistema de navegación Galileo, la apuesta europea para competir con el GPS estadounidense y el Glonass ruso que inicia su fase de despliegue final tras haber colocado en órbita cuatro dispositivos de prueba.
Arianespace, responsable del lanzamiento y puesta en órbita de los satélites, reconoció en un comunicado la pasada madrugada que las «observaciones complementarias recogidas tras la separación» del Soyuz «ponen en evidencia una diferencia entre la órbita alcanzada y la prevista» para Galileo FOC M1.
El consorcio europeo de cohetes había señalado horas antes que 3 horas y 47 minutos después del despegue de la lanzadera de la base de Kurú (en la Guayana francesa) a las 12.27 GMT (14.27 hora peninsular española), los satélites habían entrado en su órbita y que todo había transcurrido de acuerdo con lo programado.
La ESA, en otro comunicado, explicó que a la vista de la anomalía constatada la pasada noche, los equipos de los industriales y de las agencias implicadas «están investigando las potenciales implicaciones para la misión».
Insistió en que ambos satélites están controlados de forma segura por su centro de operaciones en Darmstadt, en Alemania, y que habrá información sobre su estado «tras los análisis preliminares de la situación».
Con un peso de 714,3 y 715,3 kilos respectivamente, son los dos primeros satélites operativos del dispositivo Galileo, que se vienen a sumar a cuatro experimentales puestos en órbita en 2011 y 2012.
La constelación final de este sistema europeo de navegación por satélite comprenderá 24 que, de acuerdo con el programa de la ESA, tendrían que estar listos en 2017 y a los que se sumarán otros seis de repuesto.
La Comisión Europea (CE) ha invertido unos 13.000 millones de euros en el programa Galileo (ideado en 1998, pero que desde entonces ha sufrido retrasos y sobre-costos), aunque parte de ese presupuesto le corresponde al predecesor, Egnoss, que entró en servicio en 2009 y perfecciona la exactitud del GPS.