El código tuvo un gran periplo por toda Europa desde que se escribiera en pergaminos en el siglo XIII.
En 1912 Voynich, comerciante de libros antiguos y antigüedades trajo de Europa este manuscrito, que terminó sus días en la biblioteca de Yale, con el N ° de catálogo 408.
Muchos en todos estos siglos habían intentado descifrar a este códice atribuido al monje Rogelio Bacon, que lo dibujó, escribió y encriptó en un sistema que se llama lógica simbólica, en el siglo XIII.
Los esquemáticos dibujos a seis colores, muestran elementos vegetales que se popularizarían en tratados muy posteriores y algunos dibujos creados para distraer, como encriptaciones abstrusas y sin sentido aparente solo para dificultar la comprensión, no de otros alquimistas, sino de clérigos inquisidores con fatales designios. (Hay clarísimos elementos botánicos que se entremezclan con «ilusiones ópticas«, incomprensibles para el ojo humano aún no acostumbrado a tan novedosas visiones.
Entre los investigadores encontramos a:
George Boole, Athanasius Kircher, John M. Macri, Johannes Tepeneus, John Dee, Sir Thomas Brown, Hewert E.Yardley y John M. Manly. (Manli o E. W y dle r)
Me informan que Roger Bacon es el descubridor de la lupa para usos científicos y el primero en ver con ella las celdas que encierran la vida. (Como vimos en el siglo XIII).
Debido a la inquisición clerical debió rodear a su primer Tratado de Botánica, visto con una lupa, de este gran misterio, que solo rodea al tema para únicamente preservarse de sus «colegas».
Para mi esta explicación cierra el estudio que sobre este tema puede hacerse. Es un gran paso científico, que por la ignorancia y el poder reinante, debió casi perderse con el paso de los siglos. Me sobrecoge pensar cuántas cosas se deberán haber perdido así en la historia humana. ¡Será el destino!
Tu espíritu»verdulero»trasciende a tus palabras: Un ingeniero agrónomo debía descifrar un código botánico ( Hoy lo sabemos).
Se acabó el misterio.
«Otro nudo que se soluciona de un sablazo».
Un misterio resuelto.