Una pequeña región de Escocia, Hamilton, encierra atractivos turísticos entre ellos la historia del enigmático puente de Overtoun.
Hamilton es una pequeña ciudad escocesa que se localiza al sur del estado de Lanarkshire, prácticamente a las orillas del río Clyde.
Esta pequeña urbanización está habitada por no más de 49 mil pobladores y originalmente se le denominó «Cadzow», que en español significa hermoso castillo, nombre que cambió años más tarde a Hamilton, en honor a James Hamilton, quien fue el propulsor del desarrollo del lugar.
A pesar de ser un lugar pequeño y del que poco se habla, Hamilton ofrece varios lugares que resultan atractivos para cualquier turista, tales como el Mausoleo Hamilton, recinto que se caracteriza por registrar el mayor eco de un edificio en el mundo; el Palacio Hamilton, el que fue el hogar de los duques de la región hasta finales del siglo pasado; Stratclyde Country Park, un parque temático excelente para niños, así como la iglesia parroquial de la ciudad.
Pero desde hace unos años, hay un puente en la ciudad, el «Overtoun Bridge», el cual ha llamado la atención de propios y extraños, incluso de la comunidad científica, ya que desde hace un poco más de 60 años ocurre en él un fenómeno muy particular: El suicidio de perros.
Este puente fue construido en 1895 por Lord Overtoun por encargo de James White, dueño de una mansión campirana y que para acceder a ésta, era necesaria hacer un acueducto para cruzar el río Clyde. El puente tiene un estilo victoriano, sostenido por tres grandes pilares a cada lado, ornamentados de manera clásica y sencilla.
En el «Overtoun Bridge», a partir de los años 50, comenzó a darse un fenómeno extraordinario que perdura hasta nuestros días.
Los perros que cruzaban por ahí, saltaban al vacío de la nada y todos aquellos que no morían, volvían a subir para arrojarse de nueva cuenta.
En las últimas décadas, entre 80 y 100 canes han muerto en el lugar.
Durante años, el acto irracional de los cuadrúpedos ha sido relacionado a fuerzas y fenómenos paranormales, a la posible existencia de campos magnéticos o de energía desconocidos y escondidos entre las rocas, mismos que pudieran alterar el funcionamiento orgánico de los animales, sobretodo el de la orientación.
Mucha gente trató de encontrarle una respuesta a este hecho; Durante años, como Overtoun es una palabra celta que en español significa «espacio fino», la gente asoció a este lugar como el punto en donde cielo y tierra entraban en contacto, otros como un hombre llamado Kevin Moy, arrojó al vacío a su bebé, pensando que con este sacrificio se cerraría una puerta interdimensional que llevaba al inframundo.
Veterinarios y expertos de estos animales comenzaron a realizar estudios sobre el fenómeno.
En 2005, el doctor David Sands y su equipo descubrieron que dadas las características del puente, la agudeza visual de los perros se reducía, por lo que su sentido del olfato se volvía más agudo y potente.
De igual modo, el científico descubrió que sólo ciertas razas eran propensas a realizar dicho acto, en específico la de los cazadores de hocico grande, tales como Labradores, Collies y Golden Retrievers.
Por último, Sands encontró que en la región, por debajo del puente y a orillas del río habitaban ciertos animales característicos de la región, tales como el visón americano, animal que se asentó en la región precisamente a finales de la década de los 50, precisamente cuando comenzaron a registrarse los primeros suicidios perrunos.
Resulta ser que el visón tiene unas glándulas en el ano que secretan una sustancia con un olor demasiado potente, el cual, enloquece y atrapa a los perros, quienes buscan a toda costa marcar su territorio.
Como el puente hace que río tenga un cauce pequeño, carente de cualquier tipo de corrientes, dicha sustancia se encierra y el olor se hace más fuerte, por lo que los perros se lanzan al vacío para ir en su búsqueda, sin saber que probablemente encuentren la muerte.
que pedo con el video!?!?!?