Insólito; Acusados de haber causado un terremoto por desnudarse en montaña sagrada

¿Qué mejor que desnudarse después de haber coronado un pico muy alto? Esa fue la idea que tuvieron un grupo de turistas extranjeros después de haber ascendido el monte Kinabalu en la isla de Borneo (Malasia), el más alto del país. La excursión terminó desmadrándose y el lugar parecía más el salón de una hermandad universitaria yanqui que un plácido lugar de la naturaleza.

Pero con su desnudo, el grupo no solo alteró el espíritu del emplazamiento. También a los dioses. Y estos respondieron con toda su ira: con un terremoto de 5.9 puntos en la escala de Richter que asoló el mismo lugar días después de los hechos y que mató a 18 personas.

Ese al menos es el razonamiento de las autoridades locales, que han detenido a varios de los excursionistas y les han acusado directamente de ser los responsables del trágico seísmo. Una de ellas es una británica llamada Eleanor Hawkings, que fue detenida en el aeropuerto cuando regresaba a su casa. También permanecen entre rejas un canadiense, un aleman y dos holandeses que se entregaron. Están acusados de conducta indecente y a la espera de que la justicia se pronuncie. Todos se enfrentan a penas de prisión que podrían llegar a ser de tres meses.

Según José Pairin Kitingan, funcionario judicial del estado de Sabah, en donde ocurrieron los hechos, los jóvenes “molestaron a la montaña y a los espíritus que en ella viven”. Para los locales, el monte Kinabalu es un lugar sagrado y de peregrinación.

Los detenidos se encuentran en prisión preventiva, pero separados del resto de reclusos, ya que la teoría de que ellos fueron los causantes de la tragedia ha calado hondo en la sociedad malasia, y pueden ser objeto de ataques.

«Ella está arrepentida»… Los medios británicos están volcados con la cobertura del tema, sobre todo por Eleanor Hawkings. Sky News ha conseguido entrevistar a su padre, que no se explica lo ocurrido, ya que define a su hija, estudiante de un master en ingeniería aeronáutica, como una chica tímida que nunca se ha metido en problemas.

“Ella sabe que lo que ha hecho ha sido estúpido y que es una falta de respeto. Lo siente mucho”, revela el progenitor. Ahora solo falta que lo demuestre ante el tribunal que la juzgue… y ante los espíritus a los que ofendió.

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